Alberto L. H., el abogado y profesor universitario de 35 años encarcelado desde el pasado lunes por el brutal asesinato de la que era su novia, Cristina B. M., de 30 años, en el ático alquilado por él en el número 33 de la calle Conde de Altea de València, permanece ingresado en el módulo de Enfermería del centro penitenciario desde su ingreso, a las 19.00 horas del pasado día 13.

Como es habitual en todos los primeros ingresos y en los reos de delitos violentos, Alberto L. H. ha sido internado, por ahora, en la Enfermería y sometido al programa de prevención de suicidios (PPS).

En su caso, según las fuentes consultadas por Levante-EMV, la Subdirección Médica de la cárcel no ha detectado ningún indicio de que el presunto asesino, que se ensañó con su víctima con más de una treintena de cuchilladas con dos armas blancas distintas y golpes con un objeto contundente, vaya a atentar contra su vida.

Sin embargo, se le aplica el PPS por puro protocolo, situación que se mantendrá durante unas semanas y que luego puede ser revertida, como es habitual, cuando los médicos lo vuelvan a valorar y estimen que su adaptación a la vida carcelaria es adecuada y no existe riesgo real de suicidio.

Por videoconferencia

En cuanto a su salida de la enfermería y traslado a un módulo normal, se producirá en cuanto los médicos estimen que ya no precisa de cuidados sanitarios por las lesiones sufridas al caer al vacío cuando huía por el deslunado de la finca descolgándose por las cañerías de desagüe. De hecho, esa es la razón por la que se dilató su estancia en el hospital, ya que tuvo que ser operado de varias fracturas.

Por esa misma razón, la jueza de Violencia sobre la Mujer 1 de València, que lleva el caso, ratificó ayer la prisión del acusado mediante una comparecencia realizada por videoconferencia desde la prisión, para evitar un nuevo desplazamiento de Alberto L. H. a la Ciudad de la Justicia en un vehículo sanitario y con escolta de la Guardia Civil.

El presunto asesino se acogió, nuevamente, a su derecho a no declarar, como ya hizo ante la Policía, primero, y ante la jueza de guardia, después, así que la magistrada del caso se limitó a ratificar, a petición de su fiscal, la prisión provisional del investigado, confirmando así la decisión que ya había tomado su compañera de guardia cuando el investigado pasó a disposición judicial, el pasado lunes día 6 de diciembre.