El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 23 años y medio de prisión impuesta a un hombre que maltrató y violó a su cuñada durante 35 años -desde que la víctima tenía 14-, a quien dejó embarazada en Cangas del Narcea (Asturias).

La Sala de lo Penal, según ha informado este viernes el Alto Tribunal, ha desestimado el recurso de casación interpuesto por el condenado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que confirmó la dictada por la Audiencia Provincial de Oviedo y le impuso dicha pena de cárcel.

En su resolución, coincide con el tribunal asturiano en que existió prueba de cargo "bastante" para condenar al acusado y da total credibilidad al testimonio de la víctima.

Por los delitos continuados de agresión sexual, maltrato habitual, lesiones psíquicas y amenazas con las agravantes de género y parentesco, también fue condenado a pagar 72.000 euros a la víctima -32.000 por las lesiones psíquicas y 40.000 por daño moral- por dichos delitos.

Los hechos probados de la sentencia recurrida recogen que, tras casarse con una hermana de la víctima en 1980, el acusado se trasladó a vivir a casa de sus suegros, donde residía su cuñada, que entonces tenía 9 años, y a la que convirtió en "objeto de su obsesión".

Desde el inicio de la convivencia, y de manera sostenida en el tiempo, llevó un control férreo sobre la menor que se proyectaba sobre las facetas de su vida, provocando en ella una situación permanente de miedo y tensión, que la llevó a una sumisión absoluta a los deseos del condenado.

Así, eran constantes las "humillaciones, desprecios, insultos, empujones, zarandeos y golpes" que le propinaba a la menor, como cuando le dio una patada en la cara y le dijo que si se matriculaba en el instituto "firmaba su sentencia de muerte".

Según la sentencia recurrida, cuando la víctima tenía 12 años comenzó a realizarle tocamientos y, posteriormente, con 14 años, empezó a mantener relaciones sexuales completas, a las que la víctima no accedía, "aunque decidió someterse a los deseos del acusado ante el temor que le inspiraba".

Con 17 años se quedó embarazada del acusado, ocultando el embarazo y el nombre del progenitor por miedo a su reacción.

En 2018, la víctima, apoyada por su hijo, decidió denunciar los hechos después de que el acusado, debido a una "toma errática" de su medicación, sufriera un aumento de episodios violentos, durante los que amenazaba con "liquidar" a ella y a todos sus familiares.

Señala la Sala que la declaración de la víctima, que el tribunal asturiano calificó como "sincera" y "contundente", merece total credibilidad, ya que contestó a todas las preguntas en el juicio de forma "persistente" y "detallada".

Asimismo, la resolución afirma que la sentencia recurrida concluyó que en su testimonio "transmitió con aflicción su miedo y horror al relatar los episodios vividos, sin que se apreciara ninguna circunstancia que, a modo de resentimiento o venganza, empañara su credibilidad".

Todo ello, según la Sala, frente a la versión del acusado, quien aseguró que tenía una relación de pareja con la víctima, negó las amenazas y la violencia por su parte, y guardó silencio en un momento determinado sin ofrecer ningún relato "mínimamente creíble".