Era el frutero de Valdeavero, un pueblo de Madrid de 1.500 habitantes. Hasta que once niños le acusaron de abusar sexualmente de ellos. Cristóbal alias 'El Toba' pasó diez meses en la cárcel. La jueza lo puso en libertad el pasado mes de octubre por su "arraigo" y porque no tenía medios económicos para emprender una supuesta fuga.

'El Toba', que tiene prohibido acercarse a los niños y volver al pueblo, acaba de vender su casa con piscina, según ha sabido CASO ABIERTO, el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica. Así lo ratifica un escrito enviado al juzgado el pasado 4 de enero por los abogados de las víctimas: "Han tenido conocimiento de que el pasado 30 de diciembre ha procedido a vender la vivienda unifamiliar de la que era propietario".

Anuncio de la vivienda en un portal de internet.

La casa, de 217 metros cuadrados y con piscina, estaba a la venta por 219.000 euros en diferentes portales inmobiliarios. Luego, fue rebajada a 199.900 euros. En su escrito a la jueza, las víctimas alertan de que, con esa venta, 'El Toba' dispone de "una importante cantidad de dinero" y ha perdido arraigo en el pueblo. Temen, además, que se trate de una maniobra para huir de la justicia y no pagar las indemnizaciones a sus víctimas si finalmente es condenado.

Facilidades

Juan Manuel Medina, el abogado que representa a cuatro de los menores y sus familias, pidió a la jueza que prohibiera la venta de la casa, sin éxito. Considera que “se le están dando facilidades para eludir la acción de la justicia. Los argumentos para ponerlo en libertad fueron su arraigo y que no tenía medios económicos. Ahora, ese arraigo se difumina, y ya tiene dinero".

Las familias de los denunciantes se opusieron en octubre a la libertad de 'El Toba' y presentaron un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid solicitando que volviera a ser encarcelado, pero aun no han obtenido respuesta. Entre tanto, el hombre vive con su padre en un pueblo cercano, Villalbilla. Debe presentarse cada semana ante el juzgado.

Depredador

La jueza había definido a 'El Toba' como una persona con un "comportamiento sexual depredatorio" con "preferencia por varones adolescentes de corta edad". Once menores le acusan de abusos sexuales continuados. Son niños entre 4 y 14 años. Ante la jueza relataron como les tocaba los genitales, les ponía películas pornográficas y en el caso de los dos más pequeños, les hizo felaciones.

Uno de los niños aseguró que, cuando el caso estalló, el frutero le amenazó: "si me entero de quien me ha denunciado, llamo a unos amigos para que los maten, los metan en una furgoneta y no se sepa más de ellos”.

Una venganza

'El Toba', padre de dos hijos, siempre ha mantenido su inocencia. Asegura que es víctima de una conspiración de los menores y sus familias. Atribuye las denuncias a que el padre de uno de los niños hizo una reforma en su chalet y se han vengado así por una posible deuda en esas obras.

Su abogado afirma además que el hombre padece una enfermedad incurable y que eso le impediría fugarse. En el auto que lo dejaba en libertad provisional, la jueza afirmaba que no tenía ninguna prueba de esa supuesta enfermedad.