Una anomalía eléctrica en una regleta. Ese es el origen del trágico incendio desatado en la noche del martes en una de las habitaciones de la Residencia de la 3ª Edad de Moncada que se ha saldado con 22 afectados –seis internos fallecidos, 15 hospitalizados, tres de ellos con síntomas graves por inhalación de humo, y dos más atendidos en el lugar–, lo que lo convierte en el peor siniestro en un centro de mayores ocurrido en la C. Valenciana.

Así lo afirma el informe preliminar realizado por el Equipo de Investigación de Incendios de la Zona de la C. Valenciana de la Guardia Civil y adelantado por Levante-EMV en su edición digital tras la inspección ocular realizada ayer por la mañana en el centro para mayores.

La Guardia Civil explica los detalles del incendio en una residencia de ancianos en Moncada

La Guardia Civil explica los detalles del incendio en una residencia de ancianos en Moncada G. Caballero / A. Iranzo

Dado su carácter provisional, los investigadores, de momento, solo han establecido el foco –la regleta– y el origen –eléctrico–, pero no si se trata de un accidente achacable a un fallo de fabricación, de uso o de mantenimiento. En otras palabras, todavía no se ha establecido a quién achacar la responsabilidad: a un defecto de la propia regleta (por fallo interno o por mala calidad), a un mal uso por sobrecarga de tensión (cuando se enchufan demasiados aparatos al multiconector, sobrepasando la capacidad de este) o por problemas derivados de su correcto mantenimiento.

Un fuego fuera de control

Determinar esa circunstancia es lo que hará que el caso se dirima como una cuestión civil o penal, algo que aún tardará, ya que los investigadores necesitarán estudiar los restos de la regleta y tratar de reconstruir con distintas pruebas qué ocurrió para que se produjese esa anomalía eléctrica que dio inicio al incendio.

Además, la Guardia Civil deberá aclarar otros extremos como si el fuego fue detectado en el primer momento o no, es decir, si los sistemas de detección de incendios funcionaron correctamente, tal como afirma que sucedió Gesmed, la empresa que gestiona este centro de titularidad pública.

Los investigadores de incendios del instituto armado deberán dirimir si existe responsabilidad penal en el siniestro

Lo cierto es que cuando el 112 recibió la llamada de emergencia lanzada desde la residencia y se desplazaron los primeros vehículos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Moncada, el fuego estaba fuera de control y los pasillos del ala donde se produjo, inundados de humo.

Los trabajadores del centro habían comenzado la evacuación de los residentes, que se aceleró con la intervención de los guardias civiles y los policías locales, a los que se añadieron efectivos de ambos cuerpos de numerosos municipios de l’Horta Nord y del Camp de Morvedre.

Desde el inicio, se vivieron momentos de gran tensión, ya que existía la certeza de que quedaban personas atrapadas en el interior y que la mayoría tienen graves problemas de movilidad, lo que hacía augurar que iba a haber varias víctimas mortales.

Gesmed asegura que el sistema de detección de humo funcionó correctamente, algo que analizará la Guardia Civil

El jefe del Parque de Bomberos de Pobla de Farnals explica emocionado cómo fue el suceso en Moncada

El jefe del Parque de Bomberos de Pobla de Farnals explica emocionado cómo fue el suceso en Moncada G. Caballero / A. Iranzo

Nada más incorporarse los bomberos, iniciaron las labores de extinción y colaboraron en el rescate de los internos del ala afectada, a la mayoría de los cuales les sorprendió el siniestro cuando ya estaban dormidos.

En cuanto trascendió lo sucedido, varios familiares de residentes se trasladaron al lugar para obtener información de primera mano, lo que provocó escenas de tensión y dolor a medida que se iba constatando la gravedad del siniestro. 

El fuego, que acabó afectando a 22 de los 30 residentes que dormían en el ala siniestrada, fue dado por sofocado a las 0.40 horas, y a partir de ese momento llegaron las labores de ventilación, ya que el humo se había expandido por todo el ala del inmueble, impidiendo no solo la visión, sino también el acceso.

Los primeros fallecidos

Finalmente, los bomberos hallaron los cuerpos sin vida de los cinco residentes fallecidos en el lugar: tres hombres de 67, 79 y 85 años –dos de ellos dormían en la habitación donde comenzó el fuego– y dos mujeres de 78 y 95 años. A ellos se le suma una sexta víctima mortal, una mujer de 89 años que había sido evacuada en estado crítico al Hospital Clínico y que fallecería durante la madrugada en ese centro sanitario.

A medida que la cadena humana formada por los equipos de intervención iban sacando a los residentes alojados en la zona afectada por el incendio, comenzaban a ser atendidos por los medios sanitarios formados por trece ambulancias, cuatro del SAMU, cinco de soporte vital básico y cuatro de transporte sanitario.

En ese primer momento, los equipos médicos atendieron y evacuaron a los hospitales a las tres mujeres con quemaduras e intoxicación graves, así como a otras doce personas con síntomas menos graves o leves. La mayoría de las afectadas son mujeres.

Fuentes del CICU informaron de que, inicialmente, fueron trasladadas a La Fe tres mujeres de 29, 85 y 94 años; al Clínico, tres mujeres 84, 89 (que más tarde falleció) y 93 años; tres mujeres de 83, 85 y 86 años, al Hospital General;  dos mujeres de 80 y 87 años y tres hombres de 74 y 75 años al Arnau de Vilanova; una mujer de 87 años al Hospital Doctor Peset; y otra de 88, al de Manises.

Al menos seis muertos en el incendio de una residencia de ancianos en Moncada

Al menos seis muertos en el incendio de una residencia de ancianos en Moncada F. Bustamante

Diez residentes hospitalizados

El último parte médico facilitado por la Conselleria de Sanidad a las 19.00 horas de ayer informaba de que, en ese momento, quedaban ingresadas diez personas: una mujer grave y otra con pronóstico reservado, en La Fe; dos mujeres en situación estable, en el Hospital de la Malva-rosa, trasladadas desde el Clínico; tres mujeres, una de ellas en estado grave, en el General; una mujer grave, en el Arnau de Vilanova; otra, en el Peset; y otra más, en el Hospital de Manises.

Diez de los 17 mayores atendidos por los equipos de 13 ambulancias siguen hospitalizados, tres de ellos en estado grave

A la residencia también se desplazó en cuanto fue avisada la jueza de Instrucción número 3 de Moncada, en funciones de guardia. Una vez que los servicios de emergencias lograron localizar los cinco cuerpos sin vida de los internos y que el forense realizó un primer examen, la magistrada autorizó el levantamiento de los cadáveres y su traslado al Instituto de Medicina Legal (IML)de València, donde ayer comenzaron a realizar las autopsias. De los primeros resultados se desprende que en todos los casos fallecieron por intoxicación aguda por inhalación del denso humo desprendido durante la combustión.

Ayer por la mañana, una vez disipado ese humo y despejada el agua de las habitaciones, entraron en la zona siniestrada los especialistas en Incendios de la Guardia Civil, que emitieron su informe preliminar a primera hora de la tarde.

Condenas sin cárcel en el siniestro en Massamagrell

El 28 de marzo de 2006 se desataba en la residencia de mayores privada San Lorenzo de Brindis, en Massamagrell, el que hasta ayer era el peor incendio en una instalación asistencial:cinco residentes, todos ellos con enfermedades mentales, morían abrasados o intoxicados.


Cinco años más tarde, en 2011, una jueza condenaba a penas de 18 meses de prisión a tres de los cinco encartados inicialmente tras llegar a un acuerdo de conformidad, después de que los inculpados admitieran su responsabilidad y el pago de las indemnizaciones.


Al carecer de antecedentes y ser la condena inferior a dos años, ninguno ingresó en la cárcel. La investigación demostró que el fuego se inició por un fallo eléctrico, pero que ninguna de las víctimas tenía escapatoria: todos estaban encamados y encerrados bajo llave en una habitación, sin que nadie los vigilara. T. D. València