El fiscal reclama una pena de 50,5 años de prisión para un hombre acusado de haber abusado de tres menores con cuya madre tenía una relación de amistad y de haber elaborado material pornográfico mediante grabaciones de menores de entre 10 y 15 años a los que entrenaba. El juicio por estos hechos está programado para este martes a las 9.30 horas en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso EFE, el Ministerio Público atribuye al procesado cinco delitos de elaboración de material pornográfico en el que intervienen menores, tres delitos continuados de abusos a menores de 16 años con penetración y un delito de tenencia de pornografía infantil.

Por cada uno de los cinco primeros delitos se le pide una condena de siete años de prisión, cinco años por cada caso de abuso y seis meses por tenencia de pornografía infantil.

Los hechos, de los que informó en exclusiva Levante-EMV en su día, fueron destapados la Nochebuena de 2019 cuando la esposa del acusado, entrenador de un equipo de fútbol infantil de l’Horta, en el que entrenaba a niños de entre diez y quince años, alertó a la policía para que acudieran a su domicilio tras hallar de forma casual imágenes de contenido pedófilo explícito al abrir en el ordenador un pendrive que había en la mochila de su marido.

Se aprovechaba de su condición de entrenador

La acusación pública mantiene que el procesado, que desde septiembre de 2019 era entrenador de un equipo de fútbol de categoría infantil, aprovechaba esta circunstancia para grabar a los menores, de entre 10 y 15 años, cuando estaban en los vestuarios tras los entrenamientos o los partidos.

Además, la acusación pública sostiene que, en el año 2014, el hombre abusó sexualmente de tres hermanos, de 5, 7 y 8 años, uno de los cuales era su ahijado, cuando se quedaba a su cuidado en su casa de Valencia, debido a la amistad que le unía con la madre de las víctimas.

El encausado también elaboró vídeos de un familiar, menor de edad, cuando se quedaba en su casa, y grabó a otro menor que no ha podido ser identificado al que realizaba tocamientos y felaciones.

Los investigadores tienen constancia de que el acusado pudo descargar alrededor de 50.000 fotografías de menores desnudos en actitudes sexuales explícitas, que almacenaba en diversos dispositivos de memoria.

El fiscal reclama asimismo el decomiso y la destrucción de completa de todos estos dispositivos intervenidos al acusado, así como la imposición de las costas procesales, y pide que se forme una pieza separada para determinar la responsabilidad civil del procesado.