Once juicios en uno solo. Uno por víctima conocida. Esa es la fórmula, de manera resumida, que ha ideado la presidenta del jurado que enjuiciará al presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J, acusado de los asesinatos consumados de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela Vargas y de los asesinatos en grado de tentativa de otras ocho mujeres más. 

La magistrada, con una amplia experiencia en macrojuicios en la Audiencia Nacional, ha importado ese sistema para ayudar a los nueve ciudadanos que integren el tribunal popular a conocer caso a caso, pero, sobre todo, para que tengan una visión final de conjunto sobre los más de 30 delitos graves presuntamente cometidos por el encausado a lo largo de 15 meses de espiral violenta creciente.

Así, el macrojuicio, que se celebrará a lo largo de cinco semanas, entre el 13 de junio y el 15 de julio, tal como adelantó Levante-EMV, constará de once ‘microjuicios’ que recorrerán en orden cronológico las agresiones a las once víctimas conocidas, desde la primera joven a la que administró presuntamente la cocaína en roca de alta pureza y en piedras por vía genital sin su consentimiento, en el verano de 2018, hasta culminar en el asesinato de Marta Calvo, el 7 de noviembre de 2019, quince meses después.

De hecho, fue la investigación por la desaparición de la joven de Estivella la que permitió sacar a la luz todos los demás crímenes.

El primer día de juicio, el 13 de junio, como en cualquier otra vista oral con tribunal popular, será para constituir el jurado definitivo formado por nueve personas (más tres suplentes). Al día siguiente, esos nueve jurados podrán escuchar a la primera víctima y así sucesivamente hasta completar los once casos. 

La magistrada, además, ha ido dividiendo la intervención de guardias civiles, policías y peritos en función de su intervención en cada caso. 

Así, por ejemplo, cuando se analice el asesinato de la primera víctima mortal, Arliene Ramos, perpetrado en la madrugada del 25 de abril de 2019 y consumado el 3 de mayo, una vez que la mujer falleció tras nueve días en coma en el hospital, comparecerán los policías locales y nacionales que intervinieron, pero también quienes encontraron huellas del acusado en un vaso en la habitación, las otras chicas que había en el piso y que acudieron en auxilio de la víctima, los médicos que la atendieron en el lugar y en el hospital o los peritos que analizaron la cantidad de cocaína que había en su sangre, entre otros.

24 días de juicio, 3 para deliberar

De no haber optado por la fórmula de los microjuicios y mantener la estructura clásica de una vista oral, esos nueve jurados, ciudadanos comunes sin formación jurídica, tendrían que haber escuchado al final y de golpe la intervención de todos los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los forenses, los médicos, los peritos de toda índole (Policía Científica, Toxicología, huellas, ADN, expertos en telefonía, en volcados...), los vecinos, los familiares y así hasta completar los casi 100 testigos y peritos que desfilarán por la sala, con la dificultad de discernir datos y asignar hechos y circunstancias a cada uno de los once caso.

En resumen, los jurados podrán ver y escuchar la fase testifical y documental de cada caso antes de pasar al siguiente, a lo largo de los 24 días efectivos de juicio, todos ellos en sesiones de mañana (salvo que algún día se extienda a la tarde, como advierte la presidenta del jurado en su auto de hechos justiciables, notificado ayer) y que comenzarán cada día a las 10.00 horas.

En ese escrito, la magistrada recoge 34 hechos justiciables. Los once primeros, son el relato delictivo sobre cada una de las once víctimas. Los doce siguientes, divididos a su vez en subapartados en función de cada víctima, deberán aclarar el grado de ejecución de cada uno de los delitos sobre cada una de las mujeres. Y los 11 últimos analizarán qué circunstancias, alegadas por las acusaciones y por las defensas, concurrieron en cada uno de los casos.

Esos 34 hechos justiciables constituirán la base del objeto del veredicto, para cuya deliberación ha dejado reservadas la presidenta de este jurado los últimos tres días: 13, 14 y 15 de julio.

Por lo que respecta al acusado, será el último en declarar. Si se cumple el calendario, será el 6 de julio. Su voz se podrá escuchar justo antes de las conclusiones definitivas de cada una de las partes y justo después de que, como habrá ocurrido antes con sus víctimas, los jurados hayan podido conocer los informes elaborados sobre él, sus circunstancias y antecedentes y hayan podido escuchar a los testigos y peritos propuestos por su abogada defensora.

Rechaza el perfil criminológico

La magistrada acepta todos los medios de prueba propuestos por las partes, salvo el perfil criminológico elaborado por el criminólogo y doctor en Piscología Vicente Garrido y por el también criminólogo y graduado en Derecho, Juan de Dios, que establecía el modus operandi de Jorge Ignacio P. J. y tildaba al acusado de «depredador letal» con un «móvil homicida» concreto. La presidenta del jurado estima que ese informe es improcedente al «no tratarse de pericial alguna admisible en Derecho» y considerar que las afirmaciones que contiene suponen una injerencia en la labora juzgadora del tribunal, ya que versa sobre el núcleo de la misma.

Sí acepta, por contra, que se designe a dos expertos en estupefacientes de la Udyco de la Policía Nacional de València para la prueba pericial de inteligencia sobre la pureza de la droga que manejaba Jorge Ignacio P. J. con sus víctimas y las implicaciones que ese hecho tiene.