La jueza de Instrucción número seis de Castelló ha acordado el ingreso en prisión provisional de Antonio G. L., conocido como `Tío Toniʼ, líder de la secta desmantelada en Castelló que abusaba presuntamente de niños y adultos en una masía de Vistabella del Maestrat. Respecto a los otros ocho detenidos por la Policía Nacional, la jueza ha acordado prisión provisional para dos de ellos, uno la propia esposa del líder de la secta. El resto, entre los que se encuentran víctimas que a su vez se convirtieron en victimarios ,han quedado en libertad provisional con medidas cautelares de alejamiento y prohibición de comunicación respecto a las víctimas.

Las aberrantes prácticas que tenían lugar en una finca rural de Vistabella del Maestrat desde hace más de dos décadas fueron destapadas el pasado martes cuando la Policía Nacional procedió a la detención del líder de la secta, de 64 años, y de ocho miembros de dicha comunidad por su presunta participación, en algunos casos como autores y en otros como encubridores, de delitos sexuales cometidos contra menores y adultos, tal y como adelantó en exclusiva Levante-EMV en su edición digital.

La causa, que está declarada secreta, está abierta, entre otros, por delitos de agresión y abuso sexual, tanto contra adultos como contra menores de edad, trata de seres humanos con fines de dominación doméstica y sexual y exhibición de pornografía a menores, sin perjuicio de ulterior calificación, según han indicado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

El presunto cabecilla de esta secta, que ha ingresado en prisión provisional, se presentaba ante sus adeptos como el “enviado de Dios”. Así, durante más de dos décadas fue captando fieles a quienes convenció para irse a vivir todos juntos en comunidad a una masía en medio de la naturaleza, que era costeada con la venta de los bienes de los propios seguidores.

En la citada masía, llamada ‘La Chaparra’, una gran finca rural totalmente vallada en la localidad de Vistabella del Maestrat, el ‘Tío Toni’ difundía unas ideologías místicas basadas en la New Age, que promueve el ocultismo y la brujería, creencias en ‘seres de luz’ que le transmitían su mensaje, y todo ello aderezado con tintes de corte cristiano. De hecho, al entrar en la secta los fieles eran bautizados con nuevos nombres, todos ellos bíblicos.

A sus seguidores les hacía creer que el fin último de sus prácticas era la sanación de menores enfermos. “Los niños que están aquí son el germen del futuro, los que llevarán la luz a todo el mundo”, remarcaba en sus discursos adoctrinarios. Cuando las niñas llegaban a la edad adolescente éste las sometía presuntamente a abusos sexuales con artilugios en una iniciación sexual a modo educativo, según les hacía creer a sus propios padres, que presenciaban dichas prácticas. Luego esto daba paso al acceso carnal, que también tenía presuntamente con las mujeres de la comunidad.