El Juzgado de lo Penal número 7 de Valencia ha condenado al propietario de un centro de reparación de calzado a siete meses de prisión por intrusismo en la Podología por anunciar que realizaba diagnóstico de los pies y plantillas personalizadas sin disponer del título universitario en esta rama sanitaria.

La denuncia fue llevada a cabo por el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunitat Valenciana, que desde hace años trabaja continuamente "para erradicar este problema que afecta a la profesión y pone en peligro la salud de la población", según señala la entidad en un comunicado.

Según el Colegio, el zapatero ha sido condenado a la pena de 7 de meses de prisión y el pago de las costas procesales por regentar un negocio de reparación de calzado en el que anunciaba realizar, mediante pedigrafías, diagnóstico de las patologías de los pies y confección de plantillas personalizadas.

"Actuaba como si fuera podólogo careciendo del título universitario en esta rama sanitaria", afirman para añadir que la sentencia, que es firme por la conformidad del acusado, "reafirma nuevamente las competencias de los profesionales de la Podología cuando se trata del tratamiento de dolencias y deformidades de los pies de los pacientes".

Desde el Colegio se ha insistido en la importancia de que sea "la propia Conselleria de Sanidad la que colabore y persiga estas prácticas fraudulentas que pueden suponer graves consecuencias para los pacientes y, por supuesto, supone un agravio para todos los profesionales de la Podología".

La entidad colegial indica que la forma "más sencilla de saber que estamos en manos de un profesional cualificado es comprobar que éste dispone de número de colegiado".