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Violencia machista

"Quiero ser empresaria": El sueño roto de la hermana mayor asesinada en Pakistán

La joven tiroteada junto a su hermana menor por querer el divorcio soñaba con abrir su negocio en Barcelona. Su primer jefe le recuerda depresiva y ansiosa por el peso del matrimonio a la fuerza

Abbas Aroj, la hermana de 24 años residente en Terrassa asesinada por su familia en Pakistán.

"Quiero ser empresaria, de esas que son famosas, que salen en las revistas y les dan premios. ¿Me ayudarás?". Con esta frase, y unos ojos llenos de ilusión, Arooj Abbas se presentó a Qaiser Khan, el dueño de un supermercado en Barcelona dispuesto a darle trabajo. Desde las estanterías que recorría Abbas, Khan recuerda a la joven con muchas ganas de aprender y llena de ideas para empezar una vida en Europa. Un sueño que se truncó el pasado viernes cuando el tío de Abbas y su hermano la mataron en el pueblo de Gujarat (Pakistán) junto a su hermana. Quería escapar de un matrimonio que ya no deseaba, pero su voluntad y sus sueños fueron aplastados. Khan sigue en estado de shock. "Esto fue machismo puro y duro", insiste.

Refugiada en Cornellà

Los caminos de Khan y la joven Abbas se cruzaron a inicios de febrero de 2022. "Cuando necesito contratar personal para el 'súper' lo cuelgo en TikTok y así siempre consigo respuestas", explica Khan desde el mostrador de un pequeño comercio de Barcelona. Pocas horas después de subir el anuncio recibió una llamada. Era de una chica que vivía en Cornellà de Llobregat (Baix Llobregat). "Tengo una amiga que necesita el trabajo, habla poquito español pero tiene muchísimas ganas de aprender". Al habla, una amiga de Arooj Abbas, que llevaba un mes acogiéndola en su piso después de que la chica escapara de casa de su padre en Terrassa. La chica vivía en el Baix Llobregat con su amiga y su marido. "Necesitaba el trabajo para poder mantenerse, acababa de romper por completo con su padre y su hermano", cuenta Khan. Desconoce si la hermana menor también residía en la misma vivienda de Cornellá y si las dos hermanas habían huido juntas.

Cuando la joven pakistaní empezó a trabajar en la tienda, Khan no sabía absolutamente nada de su historia. "Me dijo que llegó a España hacía cuatro años, recién terminado sus estudios en Pakistán", prosigue el dueño del supermercado. "Ella tenía muchas ganas de estudiar, de aprender.... quería empaparse del todo, de cómo funcionaba el negocio, la caja, porque quería ser empresaria, de abrir su propia tienda y triunfar en el mundo de los negocios. Yo le prometí que le ayudaría", prosigue. "Era una chica con la mente muy abierta, muy inteligente: no llevaba velo y vestía con vaqueros. No tenía las mínimas ganas de regresar... no entiendo como la convencieron para coger el avión y volver allí", prosigue.

Presión por los papeles

A los pocos días de conocerla, Khan inició los trámites para hacerle un contrato de trabajo. La chica tenía permiso para ello, algo que facilitaba enormemente los trámites. "El problema es que no sabía su número de la seguridad social, y mi gestor le pidió la documentación de sus padres para poder acceder a la documentación". Fue allí cuando estalló el drama. "Me dijo que no podía ir a casa de su padre, que había huido... y no tuvo otra que explicarme todo el problema de la boda", prosigue. La chica escapó de Terrassa en enero o diciembre, harta de soportar las presiones de su padre. "Él la estaba persiguiendo para que trajera a su marido de Pakistán, y ella no quería saber nada de este chico. Literalmente me dijo: de mi primo no tengo contacto y no quiero saber nada", cuenta.

¿Fue un matrimonio a la fuerza? "Ella dijo que se casó con su primo hacía muchos años, cuando aún estaba estudiando, y que en aquél momento le quería. Pero después de vivir en España ya no quería estar más con él, se había enamorado de otro chico aquí y con su marido no tenía contacto", explica. Algo que chocaba frontalmente con su padre y toda la familia paterna. "Sólo querían que iniciara los trámites para traer a su primo aquí, me imagino que la familia en Pakistán debía de presionar al padre también. Allí todos quieren venir a Europa", dice.

Actitud depresiva

Arooj estuvo trabajando un mes en el supermercado de Khan en Barcelona. "Era muy agradable, muy simpática, pero a la vez estaba muy ofuscada: o tenía una depresión, o ansiedad, o las dos cosas", intuye. "La recuerdo siempre con el móvil colgando de su bolsillo, con música índia y pakistaní muy triste. En la tienda temblaba cuando pensaba en la boda y todo el problema de divorciarse... y andaba de una forma que pensabas, en cualquier momento se va a caer, como si fuera una pluma", cuenta el chico. "Yo le decía, ponte música alegre, de tirar para adelante, no esto que parece que te vayas a cortar las venas", cuenta. "También le insistía que hasta que no resolviera este problema no podía convertirse en la empresaria que quería ser". Hoy, Khan vuelve a pensar en aquello. "Quizás yo no fui suficiente consciente de lo mucho que le afectaba aquello".

Visitas de la madre

Durante el mes de febrero, que fue cuando Arooj Abbas estuvo trabajando en la tienda, Khan conoció a su hermana menor, también asesinada en Pakistán el pasado viernes. "Las dos eran guapísimas y simpatiquísimas, pero la hermana pequeña llevaba menos tiempo en España, un año y pico, y apenas hablaba español". Añade que la hermana trabajaba en un colmado regentado por un pakistaní en Barcelona. También sostiene que la madre de las dos chicas pasaba algunas temporadas en Cataluña, una información que confirman desde el consulado. "Con su madre tenían muy buena relación. Quedaban en Cornellá para verse o a veces Arooj iba a verla en Terrassa cuando sabía que ni su padre ni su hermano estaban en casa", prosigue.

Khan sigue aún compungido. Descubrió la terrible noticia el pasado viernes a través de un mensaje de whatsapp. "Vi la foto y la recordé de inmediato, aún hoy no me lo puedo creer". Tras más de diez años detrás del mostrador de su tienda, cuenta que es la primera vez que descubre una chica obligada a casarse. "Dicen que era un crimen de honor porque su familia se sintió traicionada, pero en realidad la mataron por machistas, porque se pensaban que era suya", insiste una y otra vez. La chica tenía tan solo 24 años. El 8 de diciembre hubiera cumplido los 25.

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