Llegó el día. Este lunes, 13 de junio, da comienzo el esperado juicio contra el presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J., acusado de los asesinatos consumados de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo y de los intentados sobre ocho mujeres más en el plazo de 15 meses y medio, administrándoles cocaína de altísima pureza por vía genital bajo engaño.

El acusado, que en estos últimos días ha mantenido la tónica general que ha caracterizado su comportamiento hasta ahora -ha permanecido "frío, callado e impasible" en su celda-, se enfrenta a tres condenas de prisión permanente revisable y a otra montaña más de años de cárcel que suman los delitos de violación y tráfico de drogas que se le achacan con sus once víctimas.

La vista oral, tal como adelantó Levante-EMV, ha sido organizado en once microjuicios por la magistrada que preside este juicio con jurado, y se prolongará por espacio de cinco semanas, desde este 13 de junio hasta el 15 de julio, si las declaraciones de testigos, peritos y agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional se producen cumpliendo el calendario establecido.

15 mujeres y 11 hombres de entre 21 y 66 años

Esta primera sesión está reservada para la formación del tribunal popular, es decir, para elegir a los nueve miembros del jurado y a los dos suplentes que asistirán como el resto a las sesiones, pero que no tienen ni voz ni voto salvo que falle alguno de los titulares, y a que la fiscal, las cuatro acusaciones particulares en nombre de las víctimas de los once feminicidios (tres consumados y ocho intentados) y la defensa presenten su alegato inicial y sus conclusiones provisionales.

Los más jóvenes son una chica y un chico de 21 años y los más veteranos, una mujer de 57 y un hombre de 66 años

El primer paso, obviamente, es la selección de los jurados. De los 36 salidos inicialmente del sorteo celebrado el pasado 21 de marzo, quedan en este momento 26, tras haber sido aceptadas las excusas legales alegadas por diez de ellos. Así, este lunes acuden a la sala Tirant lo Blanc I en la que se desarrollará la vista oral, 26 candidatos, de los que se elegirá a nueve por sorteo. Son 15 mujeres y 11 hombres, de entre 21 y 66 años de edad. Los dos candidatos más jóvenes son un chico y una chica de la misma edad, 21 años, y los más veteranos, una mujer de 57 años y un hombre de 66.

Cada uno de ellos será sometido a una breve entrevista en la que los letrados tratarán de establecer su idoneidad como jurados y en la que se les preguntará si serán capaces de juzgar a Jorge Ignacio P. J. basándose únicamente en lo que vean, escuchen y perciban en la sala de vistas y durante el juicio, dejando fuera cualquier conocimiento que puedan tener de los hechos a través de los medios de comunicación.

En este caso, todas las acusaciones -la pública y las cuatro particulares- son consideradas un único bloque, así que la fiscal y los cuatro abogados -Pilar Jové, Juan Carlos Navarro, Vicente Escribano y Candela Estévez- deberán pactar todas y cada una de las cuatro recusaciones a las que tendrán derecho, y que basarán en posibles prejuicios sobre esos candidatos.

La abogada de la defensa, la navarra María Herrera, tiene derecho a ese mismo número de rechazos, cuatro, pero no tendrá que acordarlos con nadie, en caso de solicitarlos, ya que es la única letrada en ese bloque.

Alegatos y conclusiones provisionales

Una vez concluido el proceso de selección del tribunal popular, la magistrada declarará abierta la vista oral, que, a partir de ese momento, pasará a ser pública. En ese momento, el reo será conducido por agentes de la Policía Nacional desde el calabozo a la sala de vistas y, por primera vez desde el 8 de noviembre de 2019, la madre de Marta Calvo podrá mirarle a la cara, como es su deseo. Será solo un momento y en el pasillo, en el corto espacio entre la salida del ascensor y la puerta de acceso a la sala, ya que Marisol Burón Flores, la madre de Marta, no podrá acceder al plenario hasta que comparezca como testigo, previsto en el calendario para el 29 de junio.

A partir de ese momento, se escucharán los alegatos de cada una de las partes -comienza la fiscal, prosiguen las acusaciones particulares y acaba la defensa-, que se dirigirán al jurado recién constituido y les leerán o expondrán sus conclusiones provisionales.

Las acusaciones particulares basan la prisión permanente en que mató a más de dos personas y a la especial vulnerabilidad de las víctimas

Las acusaciones detallarán los delitos de los que consideran responsable al presunto asesino en serie y los años de prisión y la indemnización económica que le reclaman -desde los 130 años que solicita por ahora la Fiscalía a la prisión permanente revisable de las familias, basada en que es autor de más de dos muertes (son tres los feminicidioy que sus víctimas eran especialmente vulnerables-, mientras que la defensa se prevé, como ha hecho hasta ahora, que mantenga la petición de absolución, basada en que no ha cometido ninguno de los delitos que se le imputan: ni los asesinatos, ni las agresiones sexuales, ni el tráfico de drogas.