La tercera sesión del juicio contra el presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J., que se enfrenta a varias condenas a prisión permanente revisable por los asesinatos consumados de Arliene Ramos, Lady Marcela vargas y Marta Calvo, y los intentados contra ocho mujeres más, comenzará a las diez de la mañana de hoy con el testimonio de la segunda superviviente en orden cronológico.

La víctima 2, la más joven de las once documentadas, ya que se sospecha que hubo muchas más pero que el miedo las llevó a no denunciar nunca, abrirá esta jornada relatando para el jurado su encuentro con el hoy acusado en la casa donde este residía, en l’Olleria.

La joven, que tenía solo 18 años cuando estuvo a punto de morir en aquel piso, acudió a la Guardia Civil, como la víctima número 1, cuando reconoció a Jorge Ignacio P. J. en los medios de comunicación, en el momento en que se le buscaba por la desaparición de Marta Calvo, cuyo cadáver continúa hoy oculto por la falta de colaboración del encausado.

Esta testigo contó en su momento que tras permanecer un largo periodo de tiempo inconsciente "se despertó e repente" y vio sobre ella al acusado "con la cara descompuesta y asustado". Según ella, una vez había entrado en el letargo previo a la muerte -estima que estuvo entre una hora y una hora y media inconsciente, aunque el acusado le dijo, primero, que habían sido “20 minutos” y después, cuando le reprochó que no hubiese llamado a una ambulancia, que “solo 5 minutos”-.

Esa reacción que no volvió a darse en ninguno de los otros once casos podría explicarse en que no tuviese prevista la muerte en ese lugar, por lo que deshacerse del cuerpo habría sido más difícil sin tenerlo pensado previamente y en un entorno con vecinos (la vivienda está en un edificio de dos alturas con otros moradores, mientras que la de Manuel, donde se produjo la muerte de Marta Calvo, es una casa individual).

Como en el caso de la víctima número 1, la mujer describió a la Guardia Civil que él llevaba la cocaína “en una bolsa” y en una cantidad exageradamente grande, que le insistió hasta la saciedad para que consumiera, que le trató de introducir cocaína en piedras en el ano y la vagina y que ella le protestó por ello, que le ofreció una bebida y que a partir de su consumo, perdió por completo la consciencia. 

En su caso, había pactado cien euros por el encuentro sexual, que le dio en cuanto llegaron a la casa de l’Olleria, pero que, además, le robó del bolso mientras estuvo inconsciente, algo que no descubrió hasta que llegó de nuevo a su casa.

Además, será escuchada en el juicio otra mujer con la que contactó en dos ocasiones, aunque nunca se llegaron a producir los encuentros. Esta mujer es una de las tres con las que trató de cerrar un trato con ‘fiesta blanca’ (mantener relaciones sexuales durante las que se esnifa cocaína) el 7 de noviembre de 2019, en las horas siguientes a la muerte de Marta Calvo y cuando el cuerpo de esta aún yacía en la cama de la habitación de la casa de Manuel.

A esa primera llamada siguió un segundo intento de quedar, que se produjo tres días más tarde, el domingo, 10 de noviembre de 2019, a las 22.00 horas, justo después de que el presunto asesino en serie dejase a su madre en el aeropuerto de Manises para tomar un vuelo de regreso a Palma de Mallorca y cuando se disponía a volver a su casa de l’Olleria.

La sesión se cerrará con la exhibición de los wasaps aportados por ambas víctimas en relación con esta sucesión de hechos.