La séptima sesión del juicio contra Jorge Ignacio P. J. acusado del asesinato de tres mujeres, Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo, y el intento de asesinato de otras ocho víctimas, se ha centrado en el crimen de Lady Marcela que tuvo lugar en un piso de la avenida de la Plata número 21 de València, el 14 de junio del año 2019.

Durante la jornada de hoy, martes, han pasado a declarar por la sala Tirant lo Blanch de la Ciudad de la Justicia una de las compañeras de piso de Lady Marcela que fue quien encontró el cadáver, los agentes de Policía Local que acudieron los primeros al lugar del crimen, la exjefa de Homicidios de la Policía Nacional (que llevó la primera parte de las investigaciones) y la actual responsable que continuó con las pesquisas.

En la comparecencia de la exjefa de Homicidios se ha revelado uno de los datos más relevantes de la sesión: el posicionamiento de los móviles de Jorge Ignacio P.J. lo sitúan en tiempo y lugar en la zona del asesinato de Lady Marcela y también lo ubican de forma reiterada en la casa de la localidad de Manuel donde, supuestamente, fue asesinada Marta Calvo.

Cambio en la citación de algunos testigos

Al comienzo de la sesión de hoy la magistrada que preside el juicio ha decidido aplazar la citación de algunos testigos que estaban llamados a declarar en esta jornada puesto que, aunque en un principio y para evitar que tuvieran que asistir en diferentes días se les había citado hoy, había riesgo de que se produjeran "algunas contaminaciones", así que con el fin de que declaren el mismo día los agentes intervinientes en el mismo servicio se ha aplazado su testimonio para mañana, miércoles.

El hallazgo del cadáver

La primera testigo de la jornada, la compañera de piso de Lady Marcela Vargas, ha explicado cómo fue el hallazgo del cadáver. La mujer ha relatado muy nerviosa, entre otras cosas por la presencia del acusado, que en el piso donde se cometió el asesinato trabajan cuatro mujeres pero que en el momento dos de ellas se habían mudado y que, precisamente Lady Marcela, de 26 años, también iba a abandonar la vivienda para irse a Murcia.

La testigo ha relatado que estuvo llamando por teléfono a la joven asesinada sin obtener respuesta lo que "no era normal". Y comenzó a preocuparse. Por eso tomó la decisión de ir al piso de la avenida de la Plata para ver qué sucedía. Al llegar, la declarante observó que se percató de que en el fondo de una de las habitaciones habían unas piernas "pero pensé que estaba con alguien”. Finalmente, entró y se encontró a la víctima inmóvil, desnuda y boca arriba, “no sabia si estaba dormida le llamaba y no me respondía”.

Fue entonces cuando llamó a la policía y a una ambulancia para que atendieran a Lady Marcela. La testigo también ha señalado que se percató de que en la mesita de noche había “una botella, dos vasos, una cosa que parecía marihuana y una pipa”, que era la primera vez que veía.

Un nombre falso y una geolocalización reveladora

La intervención de la exjefa de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía que en esa época llevaba la investigación del caso ha sido especialmente clarificadora. En su testimonio ha explicado que en la inspección del piso se hallaron cinco teléfonos móviles y una caja de un teléfono de marca iPhone de color rosa que no se encontró allí. El que utilizaba Lady Marcela. “Pensamos que dicho teléfono fue sustraído por el cliente”, ha señalado.

La experiencia de once años al frente del grupo de Homicidios le hizo pensar, según ha aclarado la inspectora, que el sospechoso se llevó el teléfono “pensando que estaba el whatsapp en el que había hablado con ella”. Aunque realmente este mensaje fue localizado en un teléfono Alcatel que la víctima utilizaba para contactar con los clientes.

A raíz de hallar este mensaje, se comprobó que el número de teléfono desde el que se mandó era de una tarjeta prepago registrada a nombre de Lucas Cárdenas, “un nombre ficticio y con un DNI que no se corresponde con el titular”. Como consecuencia, se pidió el registro de llamadas realizadas desde ese terminal durante un determinado periodo de tiempo y los posicionamientos, así como la intervención telefónica del mismo.

La geolocalización del móvil fue reveladora. Según ha explicado la testigo, durante las horas en las que se cometió el crimen, el teléfono posiciona en la antena de avenida Ausiàs March de València, que es precisamente la que da cobertura al piso de la avenida de la Plata. De igual modo ese mismo número posiciona casi todas las noches en la localidad de Manuel, lo que hace pensar al equipo de Homicidios, que el autor reside en dicho municipio.

La inspectora también aclara el minutado de la conversación entre el acusado y la víctima: a las 19.18 minutos empiezan a concertar la cita y Jorge Ignacio, bajo el nombre de Lucas Cárdenas, le pregunta cuáles son sus servicios y tarifas. Posteriormente, sobre las 20.15 de la tarde, cuando él ya se encontraba en el portal, Lady Marcela le dice la dirección exacta. “Era su costumbre, hasta que no llegaba allí el cliente no le dice la puerta que es”, aclara la policía.

La mujer que habla de las "fiestas blancas"

Tras la identificación de Manuel como lugar de residencia de Jorge Ignacio P.J., otra inspectora toma el relevo en la jefatura de Homicidios y es esta quien prosigue con las pesquisas. En el momento de su intervención en el juicio ha explicado que cuando se difundieron las imágenes de la fachada de la casa de la localidad de la Ribera en televisión, una mujer se dirigió a la comisaría del distrito de Exposición de València para declarar que había reconoció la vivienda como el lugar donde uno de sus clientes la había llevado.

Es esta mujer la que revela la exigencia del acusado de celebrar "fiestas blancas" y esto les hace pensar que hay un mismo modo de actuar en todas las víctimas. “Todas las chicas parecen sufrir las mismas convulsiones”, ha indicado.

La actual jefa de Homicidios de la Policía Nacional ha reconocido, además, que es a partir de los hechos ocurridos a Marta Calvo, cuyo cadáver no ha podido ser localizado, cuando la línea de investigación se centra en la forma de actuar del acusado y abren diligencias contra él.