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Investigación policial

La Policía investiga los mensajes borrados en redes de los implicados en el crimen de Samuel

Estados Unidos autoriza a los investigadores a acceder al contenido eliminado de los móviles de los detenidos tras la paliza mortal al joven || Los agentes elaborarán un informe para incorporarlo a la instrucción del caso

Agentes de la Policía Nacional, con uno de los investigados, en los juzgados. CARLOS PARDELLAS

La Justicia de Estados Unidos ha dado el visto bueno a que el Juzgado de Instrucción número 8, encargado de la investigación del crimen de Samuel Luiz, pueda acceder a los mensajes en redes sociales borrados por los detenidos tras la agresión mortal al joven de Meicende, el 3 de julio del año pasado. El material solicitado está ya en manos de la Policía Nacional, según informó ayer el Tribunal de Xustiza de Galicia (TSXG), que lo analizará y realizará un informe con el contenido que considere de relevancia para esclarecer el caso y para incorporarlo a la instrucción, que todavía sigue abierta.

Los investigadores habían solicitado que Meta —la empresa propietaria de Facebook, Whatsapp e Instagram— les diese acceso a los mensajes borrados, a través de una comisión rogatoria, para saber si los jóvenes implicados en el crimen habían intentado pactar una coartada tras los hechos —toda vez que quedaron hasta en dos ocasiones horas después de la paliza— y también para saber en qué términos se referían entre ellos a la víctima, ya que las amigas de Samuel indicaron en sus declaraciones que uno de los sospechosos le había llamado “maricón” antes de agredirle, cuando pensaba que le estaba grabando con su teléfono móvil, aunque, en realidad, estaba haciendo una videollamada con una amiga que no había salido de fiesta esa noche.

En el sumario del caso consta también la declaración de una de las testigos que coincidió con la pandilla tras la paliza, que indicó que uno de los sospechosos se había referido a Samuel como “puto maricón”, y “maricón de mierda”, cuando algunos de los implicados se reunieron en el parque Europa.

“Los datos recibidos han sido enviados a la Policía Nacional para su análisis y se está a la espera de ese informe”, explicaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Este material se incorporará a la instrucción y complementará la investigación que los agentes realizaron del volcado de los móviles de los detenidos, en los que había miles de fotografías, vídeos y mensajes.

El 3 de julio se cumplirá un año de la agresión mortal a Samuel Luiz, en la avenida de Buenos Aires, y la instrucción sigue todavía abierta, a la espera del análisis de estos datos recién llegados a A Coruña y también de una ampliación de la autopsia de la víctima. El informe inicial indica que el joven murió por los múltiples golpes recibidos durante los seis minutos que duró la agresión.

Una vez que se cierre la investigación, la Fiscalía podrá presentar su escrito de acusación, en el que aclarará si formula los cargos por homicidio o por asesinato. En la causa está personada la Asociación para a Liberdade Afectiva e Sexual ALAS Coruña, como acusación popular, para saber si el crimen tuvo un componente homófobo, ya que la víctima era homosexual y hay varias referencias en el sumario a que los participantes le llamaron “maricón”.

Fuentes consultadas por este diario indican que, aunque calculaban que el juicio podría celebrarse a finales de este año, el hecho de que la instrucción no esté cerrada todavía les hace pensar que la vista podría señalarse ya para el próximo año.

Este juicio afecta solo a los cinco investigados mayores de edad, ya que, a principios del mes de abril, los dos menores detenidos por el crimen de Samuel llegaron a un acuerdo con las partes antes de que se celebrase un juicio contra ellos y aceptaron una condena por asesinato de tres años y medio de internamiento en régimen cerrado en un centro de menores y una medida de libertad vigilada durante tres años, a cumplir una vez que abandonen la institución especializada.

Los dos menores están privados de libertad desde el 9 de julio del año pasado, día en el que empieza a contar el cumplimiento de la condena, ya que los nueve meses que pasaron en el centro de menores de forma provisional —el máximo permitido por ley— computan para el cumplimiento de la pena. En este acuerdo se incluyen también las agresiones sufridas por Ibrahima y Magatte, los dos hombres senegaleses que, aquel día, intentaron socorrer a Samuel interponiéndose entre la víctima y sus agresores durante los seis minutos y los 150 metros que recorrieron desde el andén de Riazor, donde se inició la paliza, hasta la avenida de Buenos Aires, donde el grupo se dispersó y donde Samuel quedó malherido.

De los cinco detenidos mayores de edad, tres varones se encuentran privados de libertad desde el 9 de julio; una chica —pareja de uno de los detenidos adultos— se encuentra en libertad desde ese mismo día, pero con obligación de comparecer periódicamente en el Juzgado y en la misma situación se encuentra el séptimo detenido, otro joven que fue arrestado a finales de septiembre —después de que los agentes tuviesen acceso a una copia mejorada del vídeo de las cámaras de tráfico que grabaron la agresión— y que, tras pasar un mes en la cárcel, fue puesto en libertad por orden de la Audiencia Provincial, a principios de noviembre.

El juicio se celebrará con jurado popular y los investigados podrían ser juzgados por homicidio o por asesinato, ya que, el hecho de que los menores hayan sido condenados por asesinato, no implica que los mayores se enfrenten a los mismos cargos, aunque se juzguen los mismos hechos.

Al cuarto detenido, uno de los varones mayores de edad, la Policía Nacional le investiga también por un delito de apropiación indebida, ya que admitió que se había llevado del lugar de los hechos el teléfono móvil de Samuel Luiz, y que días después lo había tirado a la basura, al saber que el dispositivo pertenecía a la víctima.

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