Especialistas en medioambiente y en genética el Departamento de Biología del Laboratorio Central de Criminalística de la Guadia Civil centrarán la sesión de hoy, la décimocuarta de la vista oral que se sigue contra el presunto asesino en serie Jorge Ignacio P. J. por diez asesinatos, tres de ellos consumados -los de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo- y siete más en grado de tentativa. En todos los casos, las víctimas fueron intoxicadas con cantidades letales de cocaína de alta pureza y en roca que el acusado les introdujo a traición y en contra de la voluntad de sus víctimas en la vagina y/o en el ano.

Esa práctica, que supuso abusar sexualmente de ellas ya que expresaron directa y claramente su rechazo a ser impregnadas con la droga, llevó a tres de ellas a una muerte dramática, con fortísimas convulsiones y un cuadro de fallo multiorgánico del que no pudieron salir,, ya que, además, el acusado nunca se molestó en pedir ayuda médica cuando sus víctimas entraban en esa fase premortal, tal como han contado las siete supervivientes, en un relato absolutamente coincidente pese a no conocerse entre ellas antes de este proceso, a los nueve miembros del jurado durante este juicio.

La jornada de esta mañana, que cierra la tercera semana y se prevé corta, estará centrada en los resultados de los análisis biológicos de las muestras tomadas por los expertos de Criminalística tanto en el piso de Manuel, donde se produjo el asesinato de Marta Calvo, como en el Volkswagen Passat que el acusado usaba en aquella época -noviembre de 2019-, como en varios contenedores de Alzira, Silla y l'Olleria.

Los biólogos de la Guardia Civil explicarán al jurado que encontraron ADN de Marta Calvo en siete muestras, y en seis de ellas su perfil genético estaba mezclado con el de su presunto asesino. La séptima era una lentilla de la chica que los agentes encontraron caída junto a la cama del dormitorio principal. De las seis de las muestras con perfil genético de víctima y autor, seis fueron recogidas en la casa de Manuel y la última, en el piso de l'Olleria, en el pantalón vaquero que requisaron los agentes de Criminalística de València durante la inspección ocular de esa vivienda, el 28 de noviembre de 2019.

Además, declararán dos agentes del departamento de Medio Ambiente de Biología para constatar que no se halló ni un solo resto de agentes químicos en toda la cañería del baño donde dijo haber descuartizado a Marta, desmintiendo una vez más, así, que hubiese desmembrado a la joven, que tenía 25 años en aquel momento, o que lo hubiese hecho en ese baño de la casa de Manuel.

En todo caso, el presunto asesino solo compró un bote de desatascador y otro de Amonix, ambos en la tarde del 8 de noviembre en la tienda de Leroy Merlin en Massanassa, cantidad de producto a todas luces insuficiente para limpiar una estrecha ducha de paredes y suelo poroso en sus juntas tras la gran cantidad de sangre que proyecta un acto violento como el descuartizamiento de una persona. Además, el bote de Amonix apareció entero, sin abrir, bajo el fregadero de la casa de Manuel, así que en todo caso solo habría utilizado un litro de desatascador. En cualquier caso, no se halló rastro alguno de productos químicos en toda la cañería.