La Policía Nacional investiga a un educador de un centro de menores de València por la presunta violación a una menor de 17 años interna en este mismo centro, cuyo nombre no revela este periódico para preservar el anonimato de la víctima. El caso se ha destapado después de que la adolescente, que llevaba unos días ingresada en un hospital tras sufrir una crisis de ansiedad, acabara confesando los motivos de su estado; había sido víctima de una violación por parte de un monitor del centro.

Rápidamente se activó el protocolo ante casos de posible víctima de delito sexual y la menor fue explorada por el médico forense, quien apreció lesiones compatibles con la agresión sexual que la menor cuenta. La adolescente relata un único episodio ocurrido hace unos días y señala directamente a un monitor de este mismo centro.

Agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación y ya tienen perfectamente identificado al educador en cuestión. Asimismo, a la víctima se le han tomado muestras para ser analizadas en busca de más pruebas contra el monitor investigado, aunque la mera declaración de la menor sería suficiente –si cumple los requisitos exigidos como prueba de cargo– para enervar la presunción de inocencia del educador.

Este caso se suma a al menos otras cuatro agresiones sexuales ocurridas este pasado fin de semana en la ciudad de València, –por desgracia todos los fines de semana se denuncian varios casos–. Entre ellas otra a una menor de quince años, quien al parecer podría haber sufrido algún tipo de intoxicación o sumisión química, de la que se habría valido su presunto agresor, según el testimonio que dio a los policías la víctima, que no recordaba nada de lo ocurrido.

El primero de los casos contra la libertad sexual perpetrados en los últimos días en la capital del Túria, de los que ha tenido conocimiento este periódico, se produjo en torno a las tres de la madrugada del pasado viernes en una discoteca del barrio l’Amistad de València. La víctima, de quince años, se encontraba de fiesta junto a unas amigas cuando, al parecer, su presunto agresor se habría acercado al grupo y aprovechando su estado se habría ido con ella para posteriormente abusar sexualmente de la menor.

La víctima, que reconoce que había bebido, no sabe si esta persona le pudo echar algo en la bebida ya que apenas recordaba nada de lo ocurrido. La adolescente fue trasladada a un hospital, donde el médico forense la exploró para saber el alcance de las lesiones.

En la madrugada del sábado hubo otras dos agresiones sexuales. Una de ellas fue una presunta violación grupal, en el portal de una casa okupada de la avenida Primado Reig de València, donde se investiga la participación de tres hombres, uno como autor material y los otros dos por haber colaborado intimidando a la víctima, de 22 años.

Dicha agresión, en la que no llegó a haber acceso carnal, se produjo después de que la joven tratara de impedir el acceso a los tres presuntos agresores a la finca, donde hay un inmueble okupado.

Esa misma noche, una hora más tarde, en el distrito de Russafa otra mujer de 47 años fue víctima de una agresión sexual. En este caso el autor, por el momento todavía sin identificar, habría engañado a su víctima con la excusa de acercarla a casa en su patinete y una vez en el rellano, según denuncia la mujer, éste la habría forzado sexualmente.

Por último, a las cuatro de la madrugada del domingo una joven de 20 años fue abordada por varios hombres cerca de la playa de la Malva-rosa de València. Tras acosarla con expresiones sobre su físico, y la víctima responder negativamente a sus insinuaciones, éstos le habrían intentado realizar tocamientos por debajo de la falda, según denuncia la agredida.