El padre de Yéremi Vargas, Juan Francisco Vargas, quedó este miércoles en libertad con cargos después de comparecer ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria a raíz de una denuncia de violencia de género presentada por su pareja. El juez se inhibió del caso al no pertenecer al partido judicial competente, ya que el hombre vive en el Sur, por lo que será un juzgado de San Bartolomé de Tirajana el que continúe con la instrucción de la causa. 

Según el abogado de Vargas en turno de oficio, se le ha impuesto una orden de alejamiento como medida cautelar, de tal manera que no podrá acercarse a menos de 500 metros de la víctima, de su domicilio o de los lugares que frecuente. No obstante, apuntó, la pareja ya no convive, por lo que se garantizará la tranquilidad de la mujer y tampoco llegará a limitar los movimientos del investigado, puesto que no viven en el mismo municipio. 

El padre de Yéremi Vargas, desaparecido desde el año 2007 cuando fue visto por última vez jugando en un solar cercano a su casa en Vecindario, compareció ante la justicia porque su pareja sentimental le denunció en un cuartel de la Guardia Civil en el sureste este martes, pasando ayer a disposición judicial. Lo hizo por presunta violencia machista, refiriendo a los agentes que venía sufriendo malos tratos continuados por parte de Juan Francisco Vargas, por lo que la Policía procedió a su detención y posterior traslado a la Comisaría del distrito sur de Las Palmas de Gran Canaria. 

Ithaisa Suárez pide en un vídeo no mezclar los hechos con la desaparición de su hijo en 2007

Será ahora el Juzgado de Violencia sobre la mujer de San Bartolomé de Tirajana el que continúe con la instrucción, y el que llamará a declarar al investigado, que ayer no lo hizo ante el juez de la capital grancanaria después de que este decidiera inhibirse. Un testimonio que se tomará en función de la agenda de asuntos pendientes del tribunal y teniendo en cuenta que, si hay señalamientos previos, tendrán preferencia para su resolución. Y es que cabe recordar que Vargas ya se encuentra en libertad provisional después de que hace alrededor de un año se presentaran otras dos denuncias en su contra por presuntos casos de abuso sexual a menores.

Nada que ver

Por su parte, este miércoles, tras conocerse la noticia de la detención del padre de su hijo, Ithaisa Suárez, madre de Yéremi Vargas, insistió en un vídeo publicado en sus redes sociales que estos hechos por los que se acusa ahora a su expareja «no tienen nada que ver en absoluto con la desaparición de nuestro hijo». Asimismo, quiso aclarar que ella no fue la que impuso la denuncia ante la Guardia Civil, debido a los mensajes que le llegaron durante la jornada a este respecto. «Me pronuncio porque veo que están compartiendo mi foto en relación con ello, y no es así», aseguró.

Suárez también señaló que todo lo que ha salido en los últimos meses en relación con el padre de dos de sus hijos, Yéremi y Aidan, no tiene que ver con la desaparición del pequeño hace ya 15 años. «Lo que quiero dejar claro con esto es que no estén vinculando una cosa con la otra», repuso para luego añadir que no va a entrar a opinar nada sobre la denuncia por presunta violencia de género. Al mismo tiempo, denunció que todo el revuelo que se ha montado alrededor de la familia ha hecho sufrir al otro de sus vástagos, para concluir con un claro mensaje: «Esto se está yendo de madres». 

Dos casos pendientes de abuso sexual a menores

Juan Francisco Vargas también se encuentra inmerso en otros dos procesos judiciales en la actualidad, al que podría sumarse este tercer caso. Justo hace un año, su hija de 13 años interpuso una denuncia ante la Policía acusando a su padre de, presuntamente, haber abusado sexualmente de ella. Hechos por los que decidió no declarar ante el Juzgado en funciones de guardia, que, pese a ello, decretó su libertad con cargos y una orden de alejamiento provisional de la víctima, que fue fruto de una relación sentimental posterior a la que tuvo con la madre de Yéremi Vargas. Apenas dos días después, y tras conocer el caso en los noticieros y la prensa, la hija de una expareja con la que había cortado la relación hacía menos de un año le contó a su hermana mayor haber sido víctima de unos hechos parecidos, por lo que esta se lo contó a su madre, quien cursó inmediatamente la denuncia correspondiente, esta vez en Fuerteventura. Ambos casos, según los investigadores, tienen muchos puntos en común y, por tanto, dan verosimilitud a los testimonios contados por las dos menores, ambas de 13 años de edad en el momento de los presuntos hechos que relataron. Desde ese momento, ambas causas se encuentran en proceso de instrucción por parte de los juzgados competentes, a la espera de que esas diligencias terminen y se decida o no acusar formalmente al investigado y llevarlo ante los tribunales. | C. A. S.