Los dos acusados de la muerte a golpes del pequeño Daniel, de solo siete meses, el 24 de mayo de 2021 en Elche se han declarado inocentes en la primera sesión del juicio con jurado popular que se celebra esta semana en el Palacio de Justicia ilicitano. Mientras que el padrastro alega que el pequeño se cayó del carrito la mañana en que murió y carga las culpas sobre su pareja por el trato que recibía el bebé, la madre de Daniel afirma que ella estaba trabajando cuando murió su hijo a cargo del padrastro y sostiene que no sospechó de que "hubiese metido un monstruo en mi casa, si lo llego a saber no habría entrado en mi vida".

Los dos acusados, para los que la Fiscalía solicita inicialmente penas que suman 29 años de prisión por delitos de asesinato y maltrato continuado, han ofrecido una versión de los hechos totalmente diferente al relato recogido en el escrito de acusación del Ministerio Público. El padrastro del bebé, Ginés S.A., solo ha contestado a las preguntas de su abogado defensor, Fernando Rocamora, del bufete de Francisco Miguel Galiana Botella, y asegura que nunca maltrató y pegó al pequeño Daniel. Ha explicado que tres días antes de su muerte se cayó del sofá y la caída le causó un moratón, pero llamó a la madre y dijo "que no hacía falta llevarlo al médico, que era normal", según el padrastro.

Asimismo, afirma que el día en que murió Daniel la madre se levantó porque el bebé estaba llorando y comenzó a proferir "insultos" contra el niño al tiempo que "lo tiró de la cuna al carro". Poco después ella se fue a trabajar y a media mañana le realizó una videollamada para interesarse por su hijo. Le contestó que estaba durmiendo y se lo mostró con el móvil.

Con posterioridad a esta llamada, el procesado sostiene que entró en la habitación donde dormía el bebé y cuando iba a sacar el carrito piso un juguete que estaba en el suelo, "se volteó el carro y el niño salió disparado". Afirma que escuchó un fuerte ruido y "cogí al niño, le eché agua y sonrió, por lo que lo metí de nuevo en el carro".

Allí se quedó el bebé hasta que la madre llegó a última hora de la mañana, vieron que estaba "frío" y lo llevaron al hospital, donde no pudieron reanimar el pequeño y confirmaron su fallecimiento, según la versión del padrastro.

María Concepción E., defendida por la abogada Beatriz de Vicente, sí ha contestado a preguntas de todas las partes y ha negado de forma tajante que hubiese maltratado a su hijo Daniel y que hubiese consentido que lo hiciera su pareja durante los tres meses de su corta relación. A preguntas de su defensa, ha indicado que desconocía que su pareja fuese "un maltratador sistemático, con antecedentes por lesiones, detención ilegal, coacciones, amenazas y maltrato". Ha insistido en que no sospechó de Ginés hasta que ingresó en prisión por la muerte de su bebé y ante el jurado popular ha manifestado que "me arrepiento de haberlo metido en mi casa; yo no sabía que era un monstruo".

Sobre un incidente ocurrido en un bar de la pedanía de La Hoya nueve días antes de la muerte del bebé, la acusada alega que ella estaba mirando el móvil y no se dio cuenta de que Ginés le dio una bofetada en la cara.

Por otro lado, la madre se ha referido al día en que su hijo se cayó del sofá y ha destacado ante el jurado popular que le vio un golpe al lado del ojo y se marchó a trabajar diciéndole a su pareja que lo observara y no lo dejara dormir porque se había golpeado. Por contra, la fiscal del caso le ha recordado una conversación a través de WhatsApp en la que Ginés le dice que "se ha quedado sopa" y ella le contesta: "Tranquilo mi amor, tengo suerte de tenerte como padre".

La madre no ha sabido dar una explicación a la fiscal sobre cuatro hematomas que tenía el bebé en la cara, ya que solo recordaba la existencia de uno.

En cuanto al día del fallecimiento, la madre reitera que estaba trabajando y que cuando llegó al domicilio pensó que su hijo dormía en el carrito, pero lo vio "un poco blanco y con los labios morados", por lo que le llevaron al hospital pensando que aún estaba vivo. La madre le estuvo realizando maniobras de reanimación y como vomitó pensó que "estaba vivo".

La abogada Beatriz de Vicente pide la absolución de Conchi y sostiene que "es una triple víctima, en primer lugar como madre que ha perdido de forma violenta, cruel y absolutamente injustificada a su pequeño bebé; seguidamente como mujer sometida a una relación parasitaria de control, dominio y abusos a manos de una pareja monstruosa; y finalmente como ciudadana, injustamente acusada del asesinato de su amado hijo".

"¿Cómo voy a matar a mi hijo, maltratarlo o pegarle con siete meses?". Esta ha sido la respuesta que Concepción ha dado a la fiscal del caso cuando le ha preguntado directamente por su participación en la muerte a golpes del pequeño Daniel. Asimismo, ha seguido en la misma línea al contestar a las preguntas de su abogada y ha afirmado que "yo adoro a los niños".

La acusada, que ha prestado entre sollozos parte de su declaración, también ha reconocido en la vista oral que nunca vio a su pareja "pegar a mis hijos, ya que de lo contrario lo hubiese dejado. Daniel era lo más bonito que tenía, mis hijos son mi vida".

La madre ha indicado que su pareja no dijo nada inicialmente de que el bebé se le hubiese caído del carrito y asegura que ella sufrió malos tratos psicológicos de Ginés, aunque precisa que no se dio cuenta hasta "después de la muerte del bebé". "Yo me dedicaba a trabajar y él a estar en el sofá. Se enfadaba cuando no le hacía primero la cena a él, pero nunca pensé que estaba maltratando a mi hijo porque nunca vi nada", señala la acusada.

La acusación particular, ejercida por el padre biológico de Daniel, exculpa a la madre del crimen y pide la prisión permanente revisable para el padrastro como autor del asesinato del bebé.