Los vecinos estaban más que hartos del olor fétido y los insectos que salían de una planta baja en la calle Lope de Vega de la ciudad de Elche. Tras los avisos a la Policía Local de la localidad, esta se personó en el local comercial y destapó una cocina clandestina dedicada a la comercialización de comida que incumplía de forma escandalosa la normativa higiénico sanitaria exigida a estos negocios.

Cucarachas, chorros de grasa por toda la cocina e incluso un fuerte "olor a fritanga" dieron la bienvenida a los agentes de la patrulla Lince de la Unidad de Establecimientos y Actividades (UEAC) del cuerpo de seguridad municipal que encontraron la persiana medio levantada y ruidos de alguien trabajando en el interior.

Cuando los agentes entraron en el local en el que se preparaban embutidos y empanadas para su venta al público, encontraron una barra y una cocina interior en un estado de conservación y limpieza insuficientes, con únicamente un punto de luz y un ventilador en la sala donde se cocinaban las masas de las empanadillas y algunos alimentos en envases no aptos para su uso alimentario. 

Restos de comida tanto en suelo como en las paredes, un extractor de humos averiado y sin de suministro de agua potable para limpieza y cocinado.

La policía ha querido lanzar un mensaje tras el hallazgo de esta cocina de los horrores y es que la población debe tener cuidado cuando pide comida a domicilio porque este tipo de prácticas, advierten, pueden suponer un importante problema de salud para el consumidor.