Después de seis años y medio archivada en un cajón, la localización de un cuarto investigado, la pieza del puzle que faltaba, ha permitido reabrir la causa por el asesinato de Leidy Vanessa, la adolescente de 17 años desaparecida en junio de 2008 y cuyo cadáver fue hallado enterrado en un paraje de Macastre el 20 de septiembre de ese mismo año. Su padrastro, que presuntamente sentía una enfermiza obsesión sexual hacia la menor, figura como principal acusado del crimen. Junto a él dos hombres que supuestamente le ayudaron a deshacerse del cadáver y a los que habría pagado 1.500 euros por ello. Pese a los indicios que lo responsabilizan del asesinato de su hijastra, entre ellos el hecho de que huyera del país nada más desaparecer la menor, el Juzgado de Instrucción número tres de Requena optó por acordar el sobreseimiento provisional en marzo de 2016 ante el riesgo de llevarlo a juicio y que fuera absuelto, ya que éste acusaba a un cuarto investigado, en paradero desconocido. El auto de la jueza dejaba bien claro que el caso se archivaba hasta que fuera localizada esta persona. No obstante, y aunque había una orden internacional de averiguación de domicilio, el sospechoso se ha movido libremente de Colombia a España sin ser llevado ante la Justicia, hasta que la madre de la víctima lo ha localizado a través de redes sociales.