El repunte de riñas tumultuarias, especialmente las protagonizadas por grupos de menores y jóvenes en entornos de ocio, con fallecidos y heridos en varias ciudades españolas en los últimos meses, ha disparado todas las alertas, entre ellas, las de la de Guardia Civil, que ha dado un paso al frente para intentar frenar esa escalada de violencia.

Primero, fue el vídeo de TikTok recordando que la navaja-tarjeta, una importación asiática con mucho predicamento entre quienes buscan ir armados porque se camufla bien y en tres sencillos pasos se convierte en un objeto altamente intimidatorio y peligroso, está prohibida. Llevarla encima se considera falta grave y puede costar hasta 30.000 euros de multa.

Y ayer fue la Comandancia de València quien, a través de su jefe del servicio de Intervención de Armas y Explosivos, el teniente Antonio Díaz Fernández, recordó que, además de las armas prohibidas expresamente –bastones-estoque, puñales de cualquier clase (de doble filo, hoja puntiaguda y de menos de 11 centímetros, como la tarjeta navaja) y las navajas automáticas, no está permitido llevar armas blancas por la calle casi en ningún caso. 

17

Estas son algunas de las armas blancas decomisadas por la Guardia Civil de València Germán Caballero

En el caso del resto de armas blancas, es el tamaño del filo quien marca la diferencia: las de más de 11 centímetros se pueden tener, pero solo en casa. Si se sacan a la calle, será el agente policial quien determine si sanciona o no en atención a que sea una herramienta de trabajo o esté justificado llevarla, como un pescador o un cazador. 

Y desde luego, jamás se pueden portar en establecimientos públicos, concentraciones, de recreo o esparcimiento. Es decir, de fiesta. En ese caso, se trataría igualmente de una falta grave que podría llegar a ser sancionada con hasta 30.000 euros de multa.

La misma sanción que afrontaría un comerciante que vendiese un arma blanca no prohibida, esa misma navaja, por ejemplo, a un menor de edad o a una persona incapacitada judicialmente.

El teniente Díaz no ha apreciado un aumento del número de armas intervenidas, pero la propia Comandancia ha decidido lanzar la advertencia tras apreciar una «subida de los delitos de lesiones utilizando armas blancas tipo cuchillo, navaja, etc…» que han supuesto que la detención de varias personas en los últimos meses como autoras de esas agresiones. 

El jefe de la Intervención de Armas de la ciudad de València –hay ocho unidades más en el resto de la provincia– advirtió de la dificultad para controlar la venta de armas blancas no prohibidas– ellos son los responsables de inspeccionar los establecimientos– dada la escasa legislación que permite comercializarlas casi en cualquier punto, «desde una gasolinera a un bazar pasando por un centro comercial o una tienda de souvenirs».