El hombre de 30 años que estaba siendo buscado por presuntamente tirotear a un vecino en un edificio de la calle Benissanò de Paterna ya está prisión. Jesús N.G., de 30 años, se presentó la mañana de este miércoles en la Comisaría de la Policía Nacional de Paterna gracias a la presión ejercida sobre su entorno y la mediación con su abogado, que le acompañó a las dependencias policiales. El detenido pasó a última hora de la mañana a disposición de la jueza de Instrucción número 1 de Paterna, en funciones de guardia, quien decretó su ingeso en prisión.

Jesús N. G. se había refugiado junto con su esposa embarazada en casa de un familiar, en el barrio de la Coma, en Paterna. Allí se ocultó inmediatamente después de haber tiroteado a su vecino.

Los hechos, tal como publicó Levante-EMV sucedieron el lunes por la noche. El ahora encarcelado disparó sobre su vecino, un policía británico jubilado asentado en la capital de l’Horta Nord, ofuscado porque el hombre decidió abrirle la puerta a la esposa del agresor, que está embarazada. El marido interpretó ese gesto cívico como un acto con intenciones libidinosas, por lo que se enzarzó en una acalorada discusión con el inglés.

Mientras este subía a su casa, el presunto agresor fue a la suya, cogió una pistola y fue en busca del hombre, de 56 años, a quien sorprendió en su rellano, a punto de entrar en casa. Fue en ese momento, según ha relatado la víctima, cuando realizó dos disparos, uno de los cuales le alcanzó en una pierna, lo que obligó a que una ambulancia con un equipo sanitario del SAMU enviada por el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) lo evacuara de urgencia al Hospital La Fe de València, donde permanece ingresado tras haber sido operado esa misma noche del lunes.

Refugio en casa de un familiar

Todo apunta a que pidió ayuda a alguno de sus familiares –tanto los parientes de él como los de ella residen en Paterna, en una barriada a cinco kilómetros de donde sucedieron los hechos–, ya que no usó su vehículo. Agentes de la Policía Nacional lo encontraron esa misma noche aparcado cerca de su domicilio, por lo que todo apunta a que no lo utilizó, sino que alguien acudió a recogerlos para llevarlos a un lugar seguro. A pesar de ello, trasladaron el vehículo a la comisaría de Paterna para ser inspeccionado por la Policía Científica, en busca de restos de fulminante, por si lo hubiera llegado a tocar antes de escapar.