Un nuevo tiroteo entre clanes en Torrent, en el que no ha habido heridos, se suma al sucedido en Paterna, en el que un hombre recibió un disparo en una pierna. Ambos hechos, sucedidos en la noche del lunes, se produjeron en un corto intervalo de tiempo -con menos de cuatro horasde diferencia- y, aunque no hay relación entre ambos, sí es cierto que han generado cierta preocupación en la Policía Nacional, que desde hace tiempo viene observando un aumento de la violencia en la resolución de todo tipo de conflictos, tanto vecinales como familiares, así como entre desconocidos en zonas de ocio.

El último de los tiroteos se produjo, según las víctimas, poco antes de la medianoche contra una vivienda ubicada en la calle Andorra de Torrent. En ese momento había en la casa cinco personas: un matrimonio de mediana edad, el hermano del marido y los dos hijos de la pareja. Según su testimonio a la Policía Nacional, un grupo «de al menos veinte personas», armadas con palos y algún arma de fuego, habría llegado a la puerta de la casa a esa hora y, tras gritarles, habrían disparado sobre la fachada. 

Varios impactos de bala y los cristales fracturados de la puerta principal lo atestiguan. Por fortuna, ninguno de los proyectiles alcanzó a los moradores, aunque uno de ellos, el hermano del marido, resultó herido leve por alguna esquirla de cristal.

En principio, el conflicto habría surgido por un móvil económico (una presunta deuda de escasa cuantía) entre dos miembros de la familia, aunque, al parecer, autores y agresores pertenecerían a clanes distintos.

Tras recibir la denuncia, agentes de la Policía Científica de la comisaría de Torrent acudieron en la mañana de ayer al domicilio de las víctimas para realizar una inspección ocular que ayude a determinar la munición empleada, establecer si se utilizó más de un arma de fuego y comprobar si, tal como parece, los presuntos autores llegaron a entrar en la vivienda usando la fuerza.

Un policía inglés jubilado

Ese tiroteo se producía solo tres horas y media antes del de Paterna, en el que un hombre de 30 años disparó sobre un vecino, un policía británico jubilado asentado en la capital de l’Horta Nord, ofuscado porque el hombre decidió abrirle la puerta a la esposa del agresor, que está embarazada. El marido interpretó ese gesto cívico como un acto con intenciones libidinosas, por lo que se enzarzó en una acalorada discusión con el inglés.

Momento en que el personal sanitario del SAMU evacúa al herido en el tiroteo de Paterna. LEVANTE-EMV

Mientras este subía a su casa, el presunto agresor fue a la suya, cogió una pistola y fue en busca del hombre, de 56 años, a quien sorprendió en su rellano, a punto de entrar en casa. Fue en ese momento, según ha relatado la víctima, cuando realizó dos disparos, uno de los cuales le alcanzó en una pierna, lo que obligó a que una ambulancia con un equipo sanitario del SAMU enviada por el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) lo evacuara de urgencia al Hospital La Fe de València, donde permanece ingresado tras haber sido operado esa misma noche del lunes.

Protegidos por sus familiares

Mientras, la Policía Nacional inició la búsqueda del presunto autor, que huyó de inmediato del edificio, ubicado en la calle Benissanó, en compañía de su mujer, información que los agentes averiguaron después de que especialistas de los grupos de operacions especiales (GOES) de la Policía Nacional asaltasen el piso ante la posibilidad de que se hubiese atrincherado en el interior.

Agentes del grupo de operaciones especiales (GOES), a punto de entrar en el domicilio del sospechoso. LEVANTE-EMV

Todo apunta a que pidió ayuda a alguno de sus familiares –tanto los parientes de él como los de ella residen en Paterna, en una barriada a cinco kilómetros de donde sucedieron los hechos–, ya que no usó su vehículo. Agentes de la Policía Nacional lo encontraron esa misma noche aparcado cerca de su domicilio, por lo que todo apunta a que no lo utilizó, sino que alguien acudió a recogerlos para llevarlos a un lugar seguro. A pesar de ello, trasladaron el vehículo a la comisaría de Paterna para ser inspeccionado por la Policía Científica, en busca de restos de fulminante, por si lo hubiera llegado a tocar antes de escapar.

Al cierre de esta edición, los agentes de Policía Judicial de la citada comisaría seguían estrechando el cerco sobre el presunto autor de los disparos, que, al parecer, ya habría protagonizado algunas amenazas a familiares, que no habrían sido denunciadas, hechos que investigan los mismos agentes.