Cambiar la Feria de Navidad de Mislata de ubicación y dejar el castillo hinchable desprotegido, con una orientación y ubicación muy distintas a las que mandaba el plano presentado al Ayuntamiento, con el lateral más largo expuesto a las inclemencias del tiempo, no solo influyó en que Vera, de 4 años, y Cayetana, de 8, murieran, sino que, a juicio del perito judicial que ha realizado un estudio a petición de la jueza de la causa, son factores que pudieron «contribuir» y «provocar la producción del suceso y la agravación de su resultado».

Así lo refleja el ingeniero que ha actuado por mandato de la jueza de Instrucción número 4 de Mislata, en la ampliación del informe inicial entregado a la magistrada en septiembre pasado. Aunque en ese análisis, de 120 páginas, ya dejaba claras la sucesión de anomalías que, a si juicio, habían tenido una influencia directa en la ocurrencia del siniestro y, sobre todo, en sus consecuencias, tanto el fiscal como la acusación particular que ejercen los padres de Vera a través del penalista valenciano Jorge Carbó pidieron al técnico que fuese más claro en algunas conclusiones.

Por esa razón, se le plantearon por escrito tres cuestiones. Las dos primeras son preguntas directas en cuanto al grado de influencia que tuvo sobre «la producción del suceso y la agravación del resultado» tanto el cambio de ubicación de la feria en sí como la del hinchable dentro de la distribución de las atracciones. El ingeniero responde con un sí a ambas preguntas. 

Tal como ha venido informando Levante-EMV, la feria de Navidad debía haberse ubicado en la plaza Mayor, dentro del casco urbano, pero se decidió su traslado a la plaza de la Libertad, en las afueras de Mislata, junto al parque de la Canaleta, un espacio abierto y, por tanto, desprotegido. Por ello, el ingeniero concluye que «ya que las rachas de aire son de mayor intensidad se puede afirmar que el cambio de ubicación», sí influyó en qué y cómo sucedieron los hechos.

Usaron el plano de verano

Lo mismo considera respecto a la posición que le dieron dentro del recinto ferial al castillo, con el lateral más largo expuesto al viento y sin ninguna atracción que le hiciera de freno, cuando en el plano iba colocado entre dos instalaciones y en un punto alejado del que ocupaba realmente (entre otras cosas, porque estaban usando el plano concebido para la plaza Mayor, rodeada de edificios que protegen las atracciones, que es donde se ubicada la feria siempre en Navidad). El técnico mantiene que el lugar en el que se instaló ese hinchable con un lateral libre hizo que «el viento actuara directamente» sobre el mismo.

La fuerza ejercida por el viento contra el lateral que quedó expuesto al viento fue "dos o tres veces mayor"

Si se hubiese respetado el plano de la feria de verano, que es el que estaba concebido para la plaza de la Libertad, lo que habría quedado expuesto al viento,en todo caso, habría sido su lateral más corto, de 6 metros, y no el que estaba, de 22 metros. El técnico calcula la resistencia al viento de una manera muy gráfica: dado que todos los laterales tenían 7,5 metros de altura, la superficie expuesta al viento por el lateral más largo era de 60,2 metros cuadrados; de haber respetado su orientación, esa superficie habría sido tres veces menor: 19,8 metros cuadrados.

«Por tanto», estima, «la fuerza ejercida por el viento en esa situación será como mínimo dos o tres veces mayor», lo que influyó en la elevación del castillo.

A ello se le suma la tercera cuestión, la de los anclajes. Ahí es aún más rotundo: «No estaba correctamente anclado y atado en sus amares». De haberlo estado, asegura, «se hubiera rasgado la lona y deshinchado el castillo al ser la lona el elemento más débil». Y cierra afirmando que «la atracción debía haber tenido como mínimo 18 anclajes», seis por cada módulo, que es lo mínimo exigible por la norma UNE-EN14960. Tanto el ingeniero de parte como el feriante, recuerda el perito judicial, declararon que había «seis o siete anclajes», a todas luces una cifra muy alejada de esos 18 que exige la norma y, por supuesto, de los 30 que aconseja el fabricante.

La imputación del concejal de Fiestas

Tras conocer estas conclusiones y la respuesta del Ayuntamiento de Mislata, que reconoció a la jueza que no se tramitó el expediente de licencia de actividad de la Feria de Navidad, pese a lo cual nadie la paralizó durante el mes que estuvo en funcionamiento, la familia de Vera, a través de su abogado, ha vuelto a pedir la imputación formal en la causa del concejal de Fiestas de Mislata, Antonio Arenas.

El letrado de la acusación particular considera que ambos escritos vienen a confirmar lo que ya denunciaba la Policía Nacional en su atestado, por lo que reitera que se cite como investigado al edil, algo que había rechazado la jueza en septiembre con un matiz que dejaba la puerta abierta a una futura imputación. Así, negaba la petición de Carbó pero dejando claro que esa negativa era para «ese momento procesal».