Los presuntos asesinos del abogado buscaban robarle y él trató de impedirlo

Los ahora detenidos aprovecharon para rebuscar en la casa al creer que José Lapaz se había dormido por la ingesta de alcohol, pero se equivocaron

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

El robo oportunista. Ese parece ser el móvil que esconde el homicidio a golpes de José Lapaz, el poeta y abogado de Llíria cuyo cadáver magullado fue encontrado el pasado 25 de junio en un chalé de Llíria por sus tíos, después de que acudieran a la casa porque no sabían nada de él desde hacía dos días.

La investigación llevada a cabo por agentes del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València ha determinado que todo apunta, por las circunstancias del crimen, que los tres hombres detenidos el miércoles en Llíria y en Alberic como presuntos autores del crimen habrían matado a José durante el intento de robo cometido en su casa, en la urbanización Monte Blanco de la capital del Camp de Túria.

Según esa hipótesis, la ocurrencia del robo habría sido sobrevenida, después de haber estado consumiendo una elevada cantidad de alcohol, lo que les habría llevado, presuntamente, a tratar de aprovechar el estado de adormilamiento en que creían que se encontraba la víctima para robarle.

Sin embargo, subestimaron la situación en la que se encontraba José Lapaz, quien al parecer se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y trató de enfrentarse a los ladrones, a quienes había invitado a casa tras encontrárselos en la calle. En ese momento, la habrían emprendido a golpes con él hasta causarle la muerte. La autopsia confirmó, de hecho, que la causa de la muerte fue un fuerte traumatismo craneoencefálico, propinado con algún objeto contundente. Además, algunos de los golpes que le cubrían todo el cuerpo tenían lesiones hemorrágicas. Los presuntos asesinos se cebaron especialmente con la cara y la parte superior del cuerpo de su víctima.

Después, rebuscaron en el salón y en el dormitorio de José, que estaba viviendo en casa de sus padres, aunque estos se encontraban esos días de viaje en Andalucía, de donde era originaria la familia. Al parecer, se habrían llevado el móvil y cierta cantidad de dinero que no ha trascendido, así como otros efectos de valor cuyo rastreo habría sido determinante durante la investigación.

A continuación, usaron el coche de su víctima, un Peugeot 407, que dejaron abierto y con las ventanillas bajadas junto al Parque de San Vicente de Llíria. Fue la Policía Local quien encontró el coche un día antes de que fuera descubierto el crimen, aunque solo se relacionó con el homicidio después de que los tíos entrasen en el chalé y se topasen con el cuerpo sin vida de José. Tras dar la alarma, se puso en marcha la investigación que, cinco meses después, ha permitido apresar a sus tres presuntos asesinos, que hoy pasan a disposición de la jueza de Instrucción número 2 de Llíria.