Un conductor ebrio acepta tres años de prisión por matar a dos jóvenes que iban en moto

El condenado se saltó un semáforo en rojo en un cruce de la Avenida del Cid de València y arrolló la motocicleta en la que circulaban las víctimas

El conductor condenado por arrollar una motocicleta y matar a sus dos ocupantes.

El conductor condenado por arrollar una motocicleta y matar a sus dos ocupantes. / Germán Caballero

"Sé que con el perdón no se arreglan las cosas, pero estoy muy arrepentido. Mi intención no era hacerle daño a nadie y lo siento mucho". Esas han sido las palabras del joven conductor que circulando ebrio arrolló una motocicleta en un cruce de la Avenida del Cid de València en febrero de 2020, cuyos dos ocupantes acabaron falleciendo posteriormente en el hospital.

El conductor, que circulaba bajo los efectos del alcohol y se saltó un semáforo en rojo, ha aceptado esta mañana una pena de tres años y tres meses de prisión por dos delitos de homicidio imprudente y un delito contra la seguridad vial por la alcoholemia al volante. Además, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia le impone seis años de prohibición de conducir vehículos a motor y deberá indemnizar a los familiares de ambas víctimas.

El acusado ha reconocido los hechos y, tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre las partes, el tribunal ha dictado sentencia in voce condenándolo a solo tres años y tres meses de cárcel por los dos delitos de homicidio imprudente y el delito contra la seguridad vial. Inicialmente la Fiscalía solicitaba una pena conjunta de seis años de cárcel por los tres delitos, así como por el delito de abandono del lugar del accidente.

Este último delito le ha sido retirado ya que el conductor regresó minutos más tarde al lugar en el que había colisionado con la motocicleta y gracias a ello la Policía Local de València pudo realizarle la pertinente prueba de alcoholemia, en la que dio 0,86 y 0,87 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.

El accidente se produjo a las 5.20 horas del 8 de febrero de 2020 cuando el ahora condenado conducía el vehículo de su padre, un Peugeot 307. El joven era conductor novel -tenía menos de un año de antigüedad el carné de conducir- y circulaba después de haber ingerido gran cantidad de bebidas alcohólicas que alteraban sus condiciones psicofísicas, según ha quedado acreditado y ha reconocido el propio acusado.

Cuando circulaba por el carril reservado al transporte público por la Avenida del Cid de València, a la altura del cruce con la avenida Archiduque Carlos el conductor se saltó el semáforo estando en fase roja y colisionó brutalmente contra un motocicleta ocupada por dos jóvenes, de 27 y 29 años. Ambos sufrieron graves politraumatismos y fueron evacuados al hospital, donde fallecieron a los pocos días.