Un detenido se fuga de los juzgados de Catarroja al saltar desde una ventana

El joven, arrestado junto a otro cómplice por atracar a una mujer con una pistola simulada en Massanassa, huyó en un coche que le estaba esperando cuando le notificaron su ingreso en prisión

El fugitivo saltó desde la ventana del primer piso, en el lado derecho de la imagen.

El fugitivo saltó desde la ventana del primer piso, en el lado derecho de la imagen. / I. Cabanes

Fuga de película en los juzgados de Catarroja la que protagonizó el jueves por la tarde un atracador que había sido detenido por asaltar a una mujer con una pistola simulada y robarle 8.700 euros. Nada más notificarle su abogado que el juez había acordado la prisión provisional por el robo con violencia, cometido el pasado 16 de enero en Massanassa, el delincuente logró hábilmente quitarse las esposas y se dirigió corriendo hacia la ventana de una de las salas de declaraciones, situada en un primer piso, saltando acto seguido sobre el techo de un vehículo estacionado en la calle, el cual amortiguó la caída. Al parecer, fuera le esperaba un presunto compinche con un vehículo preparado con el que emprendieron la huida. Así se produjo la fuga de este delincuente reincidente de tan solo 25 años.

Testigos de lo ocurrido, que se encontraban en ese momento en la calle, aseguran que vieron «volar» al sospechoso antes de caer sobre el techo del coche, un todoterreno de color negro que estaba aparcado justo debajo de la citada ventana. Estos mismos testigos aseguran que fue todo muy rápido y en cuestión de segundos el joven se rehízo del fuerte golpe en la caída y, con el hombro herido, emprendió la huida corriendo. Aunque no hay testigos oculares que lo vieran subir en ningún coche, según ha podido saber este periódico, esa misma tarde un vehículo había sido visto merodeando por la zona y, dada la rapidez con la que salieron los agentes de la Guardia Civil, es muy probable que se subiera a este coche para escapar.

La Guardia Civil investiga cómo pudo librarse de las esposas y está revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de los juzgados y de las inmediaciones para corroborar si realmente se subió a un vehículo y el modelo y matrícula del mismo.

El delincuente logró quitarse las esposas y amortiguó el golpe al caer desde un primero en el techo de un coche

Junto al fugitivo había sido detenido otro joven de su misma edad, ambos acusados de atracar a la propietaria de una chatarrería de Massanassa, a la que presuntamente amenazaron con un arma de fuego simulada después de seguirla a la salida de un banco para apoderarse de los 8.700 euros que acababa de sacar.

El Juzgado de Instrucción número uno de Catarroja acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza, para los dos presuntos atracadores por un delito de robo con violencia con uso de arma simulada. Primero le notificó el auto de prisión a uno de ellos y cuando subió al segundo de los calabozos para comunicarle la medida acordada, fue cuando éste aprovechó para escapar saltando desde la ventana de este primer piso.

Un atraco de 8.700 euros

Los hechos ocurrieron sobre las cinco de la tarde del jueves en los juzgados de Catarroja, situados en la plaza Cortes Valencianas de la localidad. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Alfafar habían puesto a disposición judicial a dos jóvenes detenidos el pasado martes después de ser identificados por un atraco cometido el 16 de enero a las puertas de una chatarrería de Massanassa.

Los dos sospechosos habían asaltado a la dueña del negocio y tras intimidarla con un arma de fuego, que posteriormente las investigaciones confirmaron que se trataba de una pistola simulada, huyeron en una moto llevándose como botín 8.700 euros en metálico, dinero que la víctima acababa de extraer de una sucursal bancaria. Aunque ocultaban su rostro con cascos, testigos del atraco pudieron ver la matrícula del ciclomotor y con ello los investigadores fueron tirando del hilo hasta identificar plenamente a los dos presuntos atracadores.

El interrogatorio de los dos arrestados ante la jueza transcurrió con total normalidad, aunque ya en ese momento el fugitivo habría aprovechado supuestamente para ir aflojándose las esposas. De hecho, los agentes de la Guardia Civil que lo custodiaban tuvieron que llamarle la atención en alguna ocasión por tener las manos bajo la mesa. Un indicador de lo que ya parecía estar maquinando en su cabeza, aunque en ese momento nada hacía pensar a los guardias de sus intenciones.

El fugitivo estaba hablando con su letrado en una de las salas cuando se agachó y corrió hacia la ventana

Fue posteriormente, cuando fue subido de nuevo desde calabozos a la sala de declaraciones del juzgado para entrevistarse con su letrado, el momento en el que el joven aprovechó para saltar por la ventana que ya había visto abierta antes. Los agentes que lo custodiaban permanecían en la puerta ya que dicha diligencia es reservada entre cliente y abogado, además de que estaba esposado y no había a priori ningún riesgo de fuga.

Cuando su abogado le estaba comunicando que finalmente el juez había acordado su ingreso en prisión, el detenido se agachó y rápidamente se dirigió hacia la ventana, y sin pensárselo dos veces saltó a la calle, al tiempo que su letrado daba la voz de alerta a los agentes viendo el cariz de los acontecimientos. Amigos del arrestado, que estaban en la calle a la espera de conocer el destino de ambos detenidos, comenzaron a correr sin saber muy bien por qué cuando lo vieron saltar, generando aún más confusión entre los guardias civiles que salieron rápidamente a la calle. No obstante, en el tiempo que tardaron en bajar desde el primer piso, el fugitivo ya había puesto pies en polvorosa. Ayer las ventanas del juzgado permanecían cerradas, ya saben por qué.