Un careo para esclarecer el crimen de Leidy Vanessa quince años después

El juez de Requena que instruye la causa acuerda la práctica de dicha prueba entre los cuatro investigados y la madre de la adolescente de 17 años, hallada enterrada en Macastre en 2008

Leidy Vanesa junto a su padrastro y principal sospechoso de su asesinato.

Leidy Vanesa junto a su padrastro y principal sospechoso de su asesinato. / Levante-EMV

El Juzgado de Instrucción tres de Requena, que investiga el asesinato de la joven Leidy Vanessa, la chica de 17 años cuyo cadáver fue encontrado enterrado en Macastre en septiembre de 2008, ha acordado la práctica de un careo en dependencias judiciales entre los cuatro investigados –entre ellos el padrastro de la menor y presunto autor material del crimen– y la madre de la víctima. El objetivo de este careo a cinco bandas es contraponer las distintas versiones para tratar de esclarecer las lagunas de este brutal asesinato sin respuesta ni castigo quince años después. 

El caso fue reabierto el pasado verano tras la localización de un cuarto investigado que se encontraba en paradero desconocido, tal y como adelantó en exclusiva Levante-EMV. La causa permanecía sobreseída provisionalmente desde marzo de 2016 hasta que fuera localizado este sospechoso, que en su día incriminó al padrastro de la joven y a quién éste a su vez acusa del crimen, ambos de origen colombiano. No obstante, no había ninguna búsqueda activa de esta persona y tuvo que ser la madre de la fallecida la que pusiera en alerta a la policía al descubrir en redes sociales que esta pieza clave para completar el puzle de la investigación había regresado a España.

«Después de varios años de sobreseimiento del procedimiento hemos conseguido reabrirlo pidiendo nuevas diligencias y le hemos dado una vuelta al proceso», indicó el letrado de la acusación particular, Jorge García-Gasco. «Resulta muy doloroso e indignante que un delito tan execrable como este haya caído en el olvido de esta forma tan desgraciada», lamentó el abogado, quien insiste en que «hay que exprimir cualquier opción, vestigio o posibilidad, y tirar de cualquier hilo del que se pueda tirar para sacar nuevas pistas y dar con el autor».

Entre estas nuevas diligencias solicitadas, y que han sido autorizadas por el juez, está precisamente este careo entre los investigados y la madre de la víctima. Dicha diligencia es poco habitual en casos de asesinato y mucho menos con cinco personas citadas para contraponer sus testimonios. En el mismo tendrán que comparecer ante el juez Omar Alberto P. M., padrastro de la joven, a quien las pesquisas del grupo de Homicidios de la Policía Nacional apuntan como el autor del crimen por un móvil sexual. Los testigos aseguran que estaba obsesionado con Leidy Vanessa hasta el punto de haber colocado una cámara, oculta en una bota, en su habitación.

Además del investigado localizado seis años y medio después de que se marchara a Colombia, también están citados para dicho careo los dos hombres detenidos en su día por ayudar presuntamente a Omar a deshacerse de «un marrón», según uno de ellos admitió, aunque luego se retractó. El otro introdujo la cantidad acordada por enterrar un cadáver en Macastre, 1.500 euros, haciendo referencia a unos colombianos, sin nombrar al principal sospechoso.

También se ha mandado un oficio al Instituto de Medicina Legal de Valencia para que los forenses determinen si «pese al tiempo transcurrido, existe alguna posibilidad de obtener algún nuevo indicio en caso de practicar una nueva autopsia al cadáver de la víctima», y sobre la identificación genética de posibles restos bajos las uñas que pudieran evidenciar signos de defensa o algún tipo de muestra subungueal de su asesino.

El problema con el que se encontraron en su momento los médicos forenses es que el hallazgo del cadáver se produjo tres meses después de la desaparición de la menor. Su cuerpo, encontrado el 20 de septiembre de 2008 enterrado junto a unos olivos en Macastre, estaba ya esqueletizado y pese a que se determinó que la causa de la muerte eran unos traumatismos en la cabeza, cualquier vestigio de posible agresión sexual se había perdido.

Tanto la madre de Leidy Vanessa como su letrado aseguran que no descansarán hasta llevar al asesino u asesinos de la joven ante la Justicia. «No voy a dejar de dar vueltas , de remover el asunto y de pedir cosas, hasta donde me permita la ley, para conseguir esclarecer el asesinato de Leidy».