Sin motivo aparente alguno. El hombre de 34 años que fue acuchillado el pasado viernes por la noche a las puertas de un pub de Xirivella fue atacado por sus agresores sin que a priori hubiera ninguna rencilla previa entre ellos, más allá de su relación familiar –primo– con las víctimas de un tiroteo en el que no hubo que lamentar heridos pero cuyos presuntos autores son los mismos que ahora están siendo buscados por la policía por esta nueva tentativa de homicidio.

Luis Miguel D. M., alias Nini, de 25 años, y su padre, Julio D. B., de 44 años, fueron desterrados tras el tiroteo, no solo por la ley gitana, sino que tras ser detenidos y puestos a disposición judicial, un juzgado de Mislata acordó como medida cautelar la prohibición de entrada en el municipio de Xirivella de ambos. Medida que estuvo en vigor un año pero que se les había retirado al no mantener la acusación las supuestas víctimas a las que iban dirigidos los disparos ese 27 de mayo de 2022.

Le dieron una paliza y le asestaron cinco cuchilladas

«No me peguéis, que yo no he hecho nada», suplicaba el agredido mientras sus agresores seguían propinándole patadas estando indefenso en el suelo, según aseguran testigos de la paliza. Además, le asestaron cinco cuchilladas, una de las cuales le ha afectado el pulmón. El herido sigue grave en la UCI del Hospital General de València.

Apenas unas horas después del acuchillamiento, la vivienda de la familia de los presuntos agresores, situada en la calle Monterrey de Xirivella, fue encontrada ardiendo. Cuando los bomberos acudieron a sofocar las llamas y la policía pudo acceder al interior descubrieron que había una plantación indoor de marihuana con cerca de 200 plantas que fueron intervenidas. Por ello, además del delito de tentativa de homicidio u asesinato a los sospechosos, que permanecen huídos, se les imputaría un delito contra la salud pública.

Interior de la vivienda calcinada esa misma noche, y donde la policía halló una plantación de marihuana. Ignacio Cabanes