Arrestan a un joven por cuatro agresiones sexuales en una residencia universitaria de Valencia

Un joven americano que está estudiando en València fue arrestado el pasado jueves por agentes de la UFAM de la Policía Nacional acusado de cuatro delitos de agresión sexual cometidos en una residencia universitaria de la capital del Túria. Cuatro compañeras lo han denunciado por haber coartado su libertad sexual, dos de ellas relatan sexo con acceso carnal cuyo consentimiento podría estar viciado tanto por el consumo de alcohol como por presuntas presiones e insistencia del ahora detenido. Y otras dos movimientos sexuales, sin penetración, tocamientos y gemidos, pese a haberle manifestado al joven su incomodidad por su actitud hacia ellas.

Los hechos denunciados se habrían producido entre septiembre y octubre en la residencia universitaria de València donde residen temporalmente este curso tanto el arrestado como las cuatro víctimas, que este periódico no revela para preservar el anonimato de las jóvenes.

Las cuatro denunciantes, de 18, 19, 23 y 26 años –la más mayor con problemas de autismo– optaron por guardar silencio en un primer momento, unas porque se sentían de algún modo culpables por lo sucedido –algo frecuente en las víctimas de delitos sexuales–, y otras porque pensaron que se trataba de algo aislado y, pese a sentirse incómodas con su compañero y tratar de evitarlo, no pensaron que fuera lo suficientemente grave como para denunciarlo.

No obstante, tras saber que no era algo puntual sino que las cuatro habían tenido problemas similares con esta persona, que habría coartado su libertad sexual, bien aprovechándose de un supuesto estado de alcoholemia de alguna de ellas o tras ganarse su confianza, decidieron contar lo ocurrido a los responsables del campus.

El arrestado fue puesto este viernes a disposición judicial y el Juzgado de Instrucción número 18 de València acordó su libertad con cargos y con una medida de alejamiento de 50 metros respecto de dos de las víctimas. Previamente ya había sido expulsado de la residencia universitaria hasta que se resuelva judicialmente el proceso contra él para proteger a las denunciantes, de ahí que no fuera necesario acordar medidas más contundentes. De hecho, ni siquiera se le ha retirado el pasaporte.

Usa la fuerza con una de ellas

El detenido niega haber agredido sexualmente a sus compañeras e incluso haber tenido sexo con acceso carnal con ninguna de ellas, y esgrimió ante el juez que les dio «besos con sentimiento» y algún «frotamiento sexual», pero todo con el permiso de ellas.

Alguna de las denunciantes reconoce haber consentido inicialmente las relaciones sexuales cuando éste le preguntó si estaba segura, pero asegura que de no haber estado tan bebida no le hubiera dicho que sí. Además vio que tenía moretones en el brazo. Otra también afirma que, una vez iniciado el contacto sexual consentido, uso la fuerza con ella, tirándola a la cama y agarrándola de las muñecas, cuando le dijo que solo quería ser su amiga y que no se sentía a gusto teniendo sexo con un hombre.

A la joven con problemas de autismo, con la excusa de hacerle un masaje, la desnudó de cintura para arriba y realizó movimientos sexuales y gemidos sobre ella, pese a que la chica le dijo que estaba incómoda. De igual modo a otra víctima de 19 años, que confiaba en él porque lo veía como un amigo, la presionó primero con comentarios sexuales sobre su origen asiático, la intentó besar, hasta que presuntamente la violó. Después le dijo que no contara nada de lo ocurrido. Y aunque la víctima desde ese momento se apartó de él y trataba de evitarlo, el joven volvió a realizarle tocamientos no consentidos en una discoteca.