Salvaje agresión homófoba en València: "Pensaba que me moría"

Dos chicos recibieron una paliza bestial por parte de un grupo de cuatro jóvenes en la intersección de la avenida del Cid con la calle Linares a primera hora de ayer

A Manuel le han roto la nariz en una agresión homófoba en València

A Manuel le han roto la nariz en una agresión homófoba en València / Instagram

Marina Falcó

Marina Falcó

Sin poder reprimir las lágrimas y con la cara amoratada, Manuel, un joven vecino de València, ha denunciado a través de sus redes sociales la bestial paliza que recibió junto a un compañero de trabajo el pasado domingo por la mañana. Una nueva y salvaje agresión homófoba por parte de una manada de cuatro jóvenes "de unos 20 años", explica Manuel.

A Manuel le han roto la nariz y magullado la cara pero a su compañero Andy, de origen canario, le han roto el hueso orbital de al menos uno de los ojos y está a la espera de someterse a una intervención quirúrgica. Pero el dolor va más allá del físico, como es habitual en estas agresiones tan bestiales.

Manuel muestra las lesiones tras ser víctima de un ataque homófobo el pasado domingo

Manuel muestra las lesiones tras ser víctima de un ataque homófobo el pasado domingo / Instagram

Manuel y Andy volvían "tan tranquilamente" de una noche de fiesta como otros muchísimos jóvenes de la ciudad. Al pasar por la calle Linares ya tuvieron una primera agresión, en este caso verbal, por parte de un grupo de cuatro chicos veinteañeros "vestidos con chándal y con patinetes" que estaban sentados en un banco. "Nos llamaron julandrones primero, pero pasamos de ellos, y luego nos persiguieron hasta alcanzarnos por la espalda ya en el cruce de esta misma calle con la avenida del Cid", narra todavía en estado de shock.

Y a partir de ese momento comenzó una auténtica pesadilla en forma de aluvión de patadas. "Nos cogieron desde atrás y nos tiraron al suelo, a partir de ahí comenzaron los golpes", cuenta llorando en su perfil de Instagram. "Yo no daba crédito, veía a Andy con la cara cubierta de sangre y sin poder abrir los ojos" por los golpes que había recibido.

"Pensaba que me moría", narra Manuel aún conmocionado quien no puede evitar acordarse del caso de Samuel, el joven que murió de una paliza en A Coruña y cuyos asesinos fueron juzgados a finales del mes de octubre. Este joven pudo finalmente escapar escondiéndose debajo de un coche y fue entonces cuando pudo llamar a la policía.

Después de eso, una vorágine de visitas a Urgencias y una denuncia ante la policía, pero un hecho tan traumático deja huella más allá de las heridas. Por el momento revivir esos momentos le generan una angustia indescriptible, como es lógico, y ahora queda afrontar una investigación policial para detener a los agresores y recuperarse de las graves lesiones que han sufrido Manuel y Andy en pleno siglo XXI.

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