Condenados a 18 años de cárcel por la paliza mortal a un abogado en Llíria

La sentencia impone la misma pena a los tres acusados y remarca el «cruel comportamiento con la víctima», al que robaron y dejaron moribundo durante horas tras ser «invitados a tomar unas copas»

El jurado declara culpables a los tres acusados de matar a un abogado en Llíria

Ignacio Cabanes

La suma de indicios, concretamente seis detalla la sentencia, ha llevado a la condena a 18 años de cárcel a los tres acusados de matar a golpes a José Lapaz, licenciado en Derecho y que durante años estuvo preparándose para juez, tras propinarle una brutal paliza la Noche de San Juan de 2022, en la vivienda de la víctima, situada en la urbanización Monteblanco de Llíria. El magistrado de la Audiencia Provincial de Valencia remarca el «cruel comportamiento con la víctima» de los condenados, a quienes «de forma altruista» este hombre de 56 años había invitado a su casa «a tomar unas copas», y que con el objetivo de robarle y aprovechándose de su superioridad numérica, le golpearon por todo el cuerpo hasta dejarlo moribundo durante horas.

Como ya adelantó este periódico, el jurado popular consideró a los tres procesados igual de culpables al considerar que participaron «de manera coordinada» en el crimen. Así, se les condena ahora a cada uno de ellos a 18 años de prisión por un delito de homicidio en concurso medial con un delito de robo con violencia en casa habitada, con la agravante de abuso de superioridad. De hecho, «le agredieron de forma simultánea, limitando de este modo las posibilidades de defensa de la víctima». La pena podía haber sido incluso mayor pero ni la Fiscalía ni la acusación pedían por asesinato, pese a que «la víctima no pudiera defenderse de la agresión conjunta», como así ha quedado probado, y considerar la sentencia el delito de homicidio como medio para la comisión del robo.

Los seis indicios que fundamentan la condena

Tras ser detenidos por la Guardia Civil y durante el juicio, los acusados se acusaron los unos a los otros. Dos de ellos, el cantaor de flamenco Juan José C. S., de 38 años, y José Francisco C. S., de 24 años, señalaban a Pedro C. B, de 25 años, como único autor material de los hechos. No obstante, es precisamente el «carácter contradictorio de las declaraciones prestadas por los acusados durante la instrucción y en el plenario no solo entre sí, sino en relación con las pruebas objetivas, especialmente las periciales» el primer indicio contra ellos. «Se echa en falta en la declaración de los investigados una explicación que justifique su comportamiento», apunta la sentencia sobre la falta de auxilio a la víctima toda vez que los tres estaban presentes (hecho que no se discutía).

Huida conjunta

El segundo indicio es que los tres huyeron juntos en el vehículo de José Lapaz, «sin preocuparles lo que sucedía con la vida de la víctima», lo que sustenta que se trató de una actuación conjunta de los acusados.

El estado que presentaba el cadáver, hallado en el comedor de la vivienda a las 14.00 horas del 25 de junio de 2022 –un día y medio después de la paliza–, sería el tercer indicio contra ellos. El cuerpo estaba desfigurado por los golpes, la mayoría de ellos en la cabeza, que le provocaron un edema cerebral. De no haber muerto por las lesiones en el cráneo, lo habría matado el edema pulmonar por los golpes en el pecho. Todo ello es un «indicativo de la actuación conjunta de varios individuos».

Le robaron el móvil y trataron de sacar dinero con su tarjeta bancaria

El cuarto indicio es «el comportamiento lucrativo de los acusados», que se apoderaron del teléfono móvil de la víctima –que intentó vender Pedro C. en una discoteca esa misma noche– y de una tarjeta de crédito con la que Juan José C. S., trató de sacar dinero a las cuatro de la madrugada del mismo día en un cajero de la Pobla de Vallbona. Delito leve de estafa en grado de tentativa por el que también se condena al cantaor de flamenco, defendido por el penalista Francisco José Aparicio, a 150 euros de multa.

Las pruebas periciales y de ADN contradicen las versiones exculpatorias de los acusados –quinto indicio–. Por un lado se halló sangre de la víctima en el volante del vehículo, conducido por Pedro C. Por otro, el perfil genético de José Francisco C., en una mezcla con el de José Lapaz, fue encontrado en unas salpicaduras de sangre en la pared de la zona de paso hacia las habitaciones, así como en el interior de la puerta trasera derecha del coche. Y respecto de Juan José C. se encontró ADN de la víctima en una mancha en la alfombrilla del copiloto del vehículo, donde él iba sentado.

Por último, una conversación telefónica del cantaor que por sí sola no sería muy relevante pero que unida a los otros cinco indicios resulta incriminatoria: «Desde que pasó lo de Llíria, yo me guardo mucho».

Tracking Pixel Contents