El preso fugado de Picassent regresará a prisión cuando salga del hospital

La jueza de Instrucción 4 de Paterna le toma declaración en el Hospital General y ejecuta la requisitoria de un juzgado de Dénia que dictó una orden europea de detención

Los dos presos que se fugaron de la cárcel de Picassent descolgándose con sábanas

Los dos presos que se fugaron de la cárcel de Picassent descolgándose con sábanas / Levante-EMV

Valencia

Sergio C. D., uno de los dos presos que el pasado 22 de diciembre se fugaron del centro penitenciario de Picassent descolgándose con sábanas anudadas, y que fue arrestado la noche del pasado martes en Burjassot, ya ha prestado declaración ante la jueza de guardia de Paterna. La comisión judicial se ha desplazado esta mañana al Hospital General de València, donde permanece ingresado el detenido, y se ha decretado su ingreso en prisión en cumplimiento de la requisitoria europea dictada el pasado 9 de enero -se barajaba que podía haber huido a Francia- por el Juzgado de Instrucción número dos de Dénia, el encargado de la causa por la que se encontraba en prisión provisional por un robo con violencia en un estanco.

El detenido, de 44 años, se ha acogido a su derecho a no declarar tras ser interrogado sobre la fuga, en la que todavía queda por arrestar al otro interno que huyó con él, David M. G. Por dicho delito, de quebrantamiento de medida cautelar, la jueza ha acordado la libertad.

De igual modo, respecto a los hechos ocurridos la noche de su detención, cuando unos vecinos alertaron de que se encontraba golpeando las puertas, gritando que era policía, y con aparentes signos de encontrarse bajo los efectos de sustancias estupefacientes, la Policía Nacional todavía está tramitando el atestado y no se ha establecido el delito que se le imputa, posiblemente un allanamiento de morada por entrar en una de las casas sin el consentimiento de sus moradores.

Debido al estado de alteración que presentaba en el momento de su detención, la policía lo trasladó al Hospital Arnau de València, de donde ha sido derivado esta mañana a la unidad de judiciales del Hospital General de València, con mayores medidas de seguridad para evitar un posible intento de fuga.

Pide un informe de imputabilidad

Los médicos han establecido que permanezca hospitalizado bajo observación entre 48 y 72 horas, de ahí que haya tenido que desplazarse la jueza de Instrucción cuatro de Paterna, en funciones de guardia a tomarle declaración. Tan pronto como reciba el alta médica regresará de nuevo a prisión.

El letrado de la defensa, Manuel Quijano, ha solicitado que su cliente sea explorado por los médicos forenses para que se le realice un informe de imputabilidad, al esgrimir una importante dependencia a las drogas, y valorar el grado de afectación de la misma en sus acciones.

Sergio C. D., de 44 años, y David M. G., de 39 años, se fugaron durante la noche del pasado 22 de diciembre del centro penitenciario de Picassent. Como informó este periódico, los dos reclusos robaron una barra de levantamiento de pesas y unas mancuernas del gimnasio, con los que forzaron los barrotes de sendas ventanas, ya oxidados. Posteriormente, usaron sábanas entrelazadas a modo de cuerdas, para descolgarse al patio. De ahí, tras saltar un pequeño muro llegaron hasta un portón utilizado como salida de vehículos, en la zona posterior de los módulos de cumplimiento, donde forzaron una esquina para poder salir, eludiendo los sistemas de videovigilancia y alarma.

Se fugó un día después de que su abogado cerrara un acuerdo para su internamiento en un centro de desintoxicación

El ahora arrestado estaba en prisión provisional por un robo con violencia en un estanco de Gata de Gorgos, cometido el pasado 22 agosto, donde se apoderó de 500 euros y el móvil de la estanquera tras intimidarla presuntamente con un cuchillo. Su abogado había cerrado un acuerdo de conformidad con la fiscalía tan solo un día antes de su fuga, por el que se le iba a imponer una pena de dos años y un mes de cárcel, sustitutiva con una medida de seguridad de ingreso en un centro de deshabituación y desintoxicación. De ahí, la sorpresa de su fuga.

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