Los narcos aguantaron el contenedor de cocaína con zeolita más de un mes en el Puerto sin tocarlo

El cargamento de 27 toneladas llegó a València desde Ecuador el 10 de enero, pero no fue recogida hasta el 12 de febrero

La Guardia Civil sospecha que dejaron la carga 'dormida' para ver si algun cuerpo policial la tenía bajo vigilancia

Contenedores apilados en una de las terminales del Puerto de València.

Contenedores apilados en una de las terminales del Puerto de València. / Miguel Angel Montesinos

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

Los narcos responsables de la cocaína oculta en el cargamento de 27 toneladas de zeolita contaminadas con una cantidad aún no determinada de droga, confiscado en Zaragoza tras haber sido transportado desde el Puerto de València, tal como ha adelantado en exclusiva Levante-EMV, aguantaron más de un mes sin tocar el contenedor para garantizarse que no estaba señalado, es decir, bajo vigilancia policial o aduanera. Pero se equivocaron.

El contenedor estaba bajo sospecha antes incluso de llegar a puerto, gracias a informaciones entre agencias antinarcóticos, y los narcos debían temerse algo, ya que no es habitual que dejen la carga 'dormida' en el puerto de destino tanto tiempo. Al contrario, salvo excepciones, acostumbran a sacar la droga y a distribuirla a los distintos inversores al por mayor lo antes posible, lo que elimina riesgos.

En el caso de la carga declarada de zeolita procedente de Ecuador y con destino a una empresa española, los narcos encargados de su recuperación y distribución entre los distintos propietarios estiraron la espera casi cinco semanas. El contenedor contaminado, que había salido a mediados de diciembre del puerto marítimo de Guayaquil, en Ecuador, hizo escala en Tánger y llegó a los muelles valencianos el 10 de enero. Durante un mes entero, hasta principios de febrero, nadie se hizo cargo de la zeolita, a pesar de los costes, nada despreciables, que supone tener un contenedor con 27 toneladas de mercancía depositado en una de las terminales de las instalaciones de Valenciaport.

¿Por qué tardaron tanto?

De hecho, el coste es tan elevado que las empresas agilizan al máximo la retirada de sus envíos, precisamente para evitar sumar al gasto de la importación el que se paga por cada día de depósito en el recinto portuario. Precisamente por ese hecho, por la rapidez con que son retirados los contenedores legales, los narcos también suelen darse prisa para no llamar la atención sobre los suyos.

ZONA DE CONTENEDORES DEL PUERTO DE VALENCIA. Puerto VLC. terminal de Contenedores. exportaciones. importaciones

Movimiento de camiones en una de las terminales de contenedores del Puerto de València. / Miguel Ángel Montesinos

Sin embargo, cuando tienen una fuerte sospecha de que están bajo la lupa policial, acostumbran a dejar la carga 'en barbecho' y bajo cierta vigilancia, para controlar si acuden a inspeccionarlo agentes policiales o aduaneros.

La otra posibilidad en la demora es que quien debía haberse hecho cargo inicialmente de su rescate y distribución se retirase oportunamente de la operación, lo que habría obligado a buscar a otros grupos criminales.

El zarpazo policial

Sea como fuere, lo cierto es que los ahora detenidos acudieron a despachar la carga con la documentación de la aparente importación legal de la zeolita el pasado 4 de febrero, y ocho días después, el 12, llegó el camión para hacerse cargo del contenedor y transportarlo al almacén del polígono industrial del barrio zaragozano de La Cartuja Baja.

Un día después, el 13 de febrero, agentes antinarcóticos del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Zaragoza y funcionarios del grupo de investigación de Vigilancia Aduanera de València entraron en la nave cuando los sacos estaban ya descargados y separados, y detuvieron a los presentes.

De los siete arrestados, tres han ingreso en prisión y se encuentran internados desde este lunes en el centro penitenciario València Antoni Asunción, en Picassent.

De momento, todavía no ha trascendido la cantidad real de cocaína transportada en mezcla con la zeolita, algo que tratan de averiguar los técnicos de Sanidad mediante el análisis de las casi 200 muestras tomadas tras la incautación de la mercancía.

Un método muy inusual

Utilizar como método de ocultación la mezcla de clorhidrato de cocaína (la forma más habitual de consumo) con polvo de zeolita es un método muy poco habitual pese a ser extraordinariamente eficaz, ya que no es detectable. Eso sí, requiere un proceso químico al alcance de pocos para recuperar después la droga para poder introducirla en el mercado.

El sistema es tan singular, que las 27 toneladas de mezcla que entraron por el Puerto de València y que fueron intervenidas en Zaragoza constituyen el tercer cargamento de esas características detectado hasta ahora en todo el mundo. Si ha habido más, han llegado a su destino cumpliendo su objetivo: sortear los sistemas de vigilancia, escaneo y control de los servicios aduaneros y policiales del mundo occidental.

Según la información recopilada por este diario, los dos precedentes se sitúan, el primero, en mayo de 2015, en Guayaquil (Ecuador) la misma ciudad ecuatoriana de cuyo puerto partió el contenedor cargado con esos 27.000 kilos paralizados en Zaragoza, y el segundo, en mayo de 2023, en el puerto de Veracruz, en Méjico.El primero procedía estaba destinado a Guatemala y el segundo, enviado desde Colombia, iba directo al mercado estadounidense.

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