Balística cotejará el casquillo del asesinato de Torró para ver si hay coincidencia con otros crímenes

Homicidios toma declaración a todo el entorno del ex alcalde, tanto personal, como el relacionado con sus negocios o su carrera política

La Guardia Civil trata de establecer si se utilizó un arma modificada

Gandia despide a su exalcalde Arturo Torró

Agustí Perales Iborra

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

Especialistas en Balística del laboratorio de Criminalística de la VI Zona de la Guardia Civil están analizando el casquillo encontrado al día siguiente del asesinato de Arturo Torró en la cuneta de la A-38, cuando regresaba a Gandia, para tratar de averiguar si el arma empleada en el crimen, que no ha sido aún localizada, ha sido usada en otros hechos violentos. A partir de esa vaina y las marcas dejadas en el metal, los agentes tratarán de cotejarla con otras en la base de datos de armas y munición, con el fin de averiguar si hay coincidencias con otros homicidios.

En caso de que así fuera, se reforzaría la tesis de un asesinato relacionado, de alguna manera, con el crimen organizado, hipótesis que en este momento tampoco destaca entre las otras. De hecho, muchos de los datos recabados hasta el momento por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València, señalan más hacia un asesinato con tintes personales que hacia un crimen perpetrado por profesionales.

Un calibre pequeño

Lo que ha trascendido hasta ahora es que el casquillo se corresponde con munición de pequeño calibre y que el disparo, uno solo, fue realizado a una distancia corta, pero no demasiado. De hecho, la bala fue recuperada dentro de la autopsia. Dicho de otro modo, había orificio de entrada, pero no de salida, lo que denota que el tiro no tenía suficiente fuerza para atravesar el cuerpo de la víctima.

Precisamente por esa razón, una de las cuestiones que se investigan es si el autor del crimen utilizó un arma de fuego original o si se trata de una pistola modificada, es decir, un arma incapaz de disparar munición real -o inutilizada- que ha sido alterada para que pueda hacerlo. 

Por el momento, los investigadores continúan centrados en dos vías: tomar declaración a cualquier persona que tuviese o hubiese tenido relación con Torró y esperar los resultados de las gestiones más técnicas, desde el análisis de las imágenes de cámaras de seguridad para reconstruir los pasos del empresario la tarde del crimen hasta el estudio del contenido de su teléfono móvil o los datos que se puedan extraer de sistema informático de su vehículo, el Mercedes C 220 rojo jacinto que conducía cuando algo le hizo parar en la cuneta de la A-38, el lugar donde fue asesinado.

El incidente en Kenia

Por lo que respecta a los interrogatorios, Homicidios está llamando a declarar a todo su entorno, desde el más próximo –familia y amigos– hasta el profesional –empleados de las ópticas, asesores y abogado–, pasando por las personas de su carrera política con las que aún seguía manteniendo relación, pero también algunos vínculos menos visibles.

También están explorando algunos asuntos turbios como la agresión que dijo haber sufrido durante una de sus estancias en Kenia, a finales de 2022 y principios de 2023, país desde el que montó un negocio de importación de aceite de girasol tras el estallido de la guerra de Ucrania y el brutal encarecimiento de ese alimento en Europa.

Esa agresión, que él denunció en la comisaría de Gandia nueve meses más tarde y sin aportar parte médico de ningún tipo, no guardaría, en principio, relación alguna con su asesinato, aunque sí será revisada por los investigadores al tratarse de un hecho anómalo.

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