La Fiscalía pide prisión permanente revisable para el acusado de matar a su madre de 88 años en Torrent

"La cogí del cuello para intentar levantarla, y le pegué seis o siete bofetadas para espabilarla. Lo había visto en una película", ha alegado el presunto parricida para justificar las lesiones del estrangulamiento y algunas de las múltiples contusiones que presentaba la víctima

El parricida de Torrent se enfrenta a 26 años de cárcel

Ignacio Cabanes

València

"Cuando me desperté mi madre estaba ya muerta", ha insistido hoy en su declaración ante un jurado popular el presunto parricida de Torrent, acusado de golpear y estrangular a su madre en octubre de 2022. El procesado, que pidió declarar el último día de juicio, ha negado que asfixiara a su madre, de 88 años, y ha tratado de justificar, de forma un tanto absurda, algunas de las múltiples lesiones que presentaba Asunción González Mora. Además de relatar varios episodios de supuestas caídas accidentales de la anciana, Vicente Luis G. G asegura que el día anterior a su muerte se la encontró en el salón "boca abajo, convulsionando y golpeándose la cabeza contra el suelo". "La cogí del cuello para intentar levantarla, y le pegué seis o siete bofetadas para espabilarla", ha introducido -ya que se encontraron marcas en el cuello- y sobre los bofetones, esgrime que "lo había visto en alguna película". Tras su testimonio, y ante la prueba practicada durante el juicio, el Ministerio Fiscal incluso ha elevado la petición de pena para el acusado y solicita, en vez de los 26 años de cárcel que pedía inicialmente, la mayor pena que contempla el Código Penal, la prisión permanente revisable, al tratarse de un delito de asesinato sobre víctima especialmente vulnerable por razón de edad y deterioro cognitivo.

Tanto las pruebas periciales, en especial el informe de autopsia realizado en el Instituto de Medicina Legal de València, como los testigos, han desmontado durante los cuatro días que ha durado el juicio el relato del acusado, hijo adoptivo de la víctima y quien en junio de 2016 los Servicios Sociales nombraron cuidador no profesional de su madre. Tampoco le beneficiaron las declaraciones de la médico y la enfermera del centro de salud de Torrent que acudieron al domicilio de la calle Moralets, a pocos metros del ayuntamiento de Torrent, la noche del 6 de octubre de 2022. Ambas recordaron las prisas del acusado para que la funeraria se hiciera cargo del cadáver y su insistencia para que certificaran su muerte. Pese a las múltiples patologías de la octogenaria, la cara amoratada de la víctima y las extrañas explicaciones de su hijo hicieron que el caso se judicializara. La autopsia confirmó que la anciana había sido golpeada y estrangulada, y su hijo fue detenido por la Policía Nacional, como adelantó en su día Levante-EMV.

Además de la prisión permanente revisable por el delito de asesinato con la agravante de parentesco, la Fiscalía le pide tres años más de cárcel por un delito de maltrato habitual en el ámbito familiar, ya que la mujer presentaba lesiones tanto recientes como antiguas compatibles con supuestos malos tratos. El acusado también ha negado que sometiera a su madre a una situación de constante maltrato, con agresiones físicas e insultos. Así, ante las preguntas de la fiscal sobre cómo se explica las múltiples lesiones, de distinta antigüedad, que presentaba su cadáver, ha vuelto a insistir en que se caía frecuentemente. "Mi madre ya no tenía la cabeza en su sitio, cada vez estaba peor", ha remarcado el acusado, que no recuerda el número de caídas que supuestamente sufrió Asunción. Aunque ha admitido que nunca la llevó al médico por las mismas.

Por su parte, la defensa, ejercida por el letrado Manuel Gutiérrez, cuestiona el resultado de la autopsia, planteando que la mujer se rompiera la tráquea en una caída y no por estrangulamiento, ya que entiende que las marcas de manos en el cuello eran mínimas y solo en un lado. También ha solicitado que en caso de ser declarado culpable se le aplique una atenuante por un trastorno depresivo crónico.

La víctima no tenía posibilidad de defensa

El parricidio se produjo entre las nueve y las once y media de la noche del 6 de octubre de 2022 cuando el acusado presuntamente golpeó a su madre en la cabeza estando la anciana tumbada en la cama de su habitación. Aprovechando su superioridad, dada la diferencia de edad (él 58 años y su madre 88), la debilidad por el estado físico derivado de sus patologías y la fisonomía de la mujer (35 kilos y 1,47 metros de altura), presuntamente se apoyó sobre ella, la estranguló y le tapó los orificios nasales hasta causarle la muerte. Además de que la víctima no tuviera posibilidad de defensa, lo que supone que se trate de un asesinato y no de un homicidio, al ser una víctima vulnerable cabe la prisión permanente revisable.

La octogenaria presentaba múltiples lesiones contusas por todo el cuerpo, principalmente en la cabeza, “en distinto estadio evolutivo”, es decir, tanto recientes como antiguas, por los golpes que le propinaba su hijo “de forma frecuente y reiterada”, de ahí que se le impute también el delito de maltrato habitual.

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