Un maltratador confiesa que intentó matar a su pareja y la obligó a simular un atraco
El acusado acepta nueve años de prisión por tentativa de homicidio, amenazas y maltrato habitual y no podrá acercarse a menos de 1.500 metros de su víctima durante 31 años

Ignacio Cabanes
Una mujer con una cuchillada en el tórax, que le provocó un neumotórax, permaneció durante tres días en la Unidad de Reanimación del Hospital La Fe de Valencia. En ese tiempo, la persona que le había causado dicha herida y que había pretendido acabar con su vida, su propio compañero sentimental, estuvo junto a ella, condicionándola para que no contara lo que había ocurrido y teniendo a su merced a su víctima. La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado ahora a su maltratador, después de que este haya confesado que intentó matarla y que en su día la obligó a inventarse que había sido víctima de un supuesto a atraco en una calle de Massanassa.
El condenado por sentencia in voce, que se enfrentaba a penas que superaban los veinte años de prisión, ha aceptado una pena de nueve años de prisión por los delitos de tentativa de homicidio, amenazas y maltrato habitual, con la atenuante de confesión tardía y las agravantes de género y de reincidencia -ya que tenía una condena previa del Juzgado de Instrucción número cuatro de Sueca por lesiones en el ámbito familiar-. Además se le condena también a 375 días de trabajos en beneficio de la comunidad por otros episodios de violencia en el ámbito familiar y a diez días de localización permanente por un delito continuado de vejaciones injustas.
De igual modo, dada la gravedad de los hechos y el maltrato continuado, así como las amenazas de muerte que tenían amedrentada a su víctima, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia le prohíbe comunicarse y aproximarse a menos de 1.500 metros de su expareja por un periodo de 31 años.
Quería romper pero lo perdonó
Los hechos declarados probados tras el acuerdo de conformidad alcanzado esta mañana entre el Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa, se produjeron entre agosto y noviembre de 2023, tanto en el domicilio de él, en la localidad de Sueca, como en el de ella, en Massanassa, donde convivían indistintamente.
El primer episodio de maltrato que consta acreditado fue en agosto tras una discusión en la que el acusado le recriminó a su pareja el uso que hacía de las redes sociales y le pidió que se saliera de las mismas. Cuando la víctima se negó, este le dio un bofetón. Era la primera señal violenta de lo que estaba por venir.
Una semana más tarde volvieron a discutir por el mismo motivo, el control al que el maltratador quería someter a su pareja con el uso de las redes sociales, y tuvo que mediar un amigo que estaba presente para que no la golpeara en la cabeza. Aunque la mujer decidió poner fin a la relación de cuatro meses, cuando el procesado le pidió perdón optó por darle otra oportunidad, como suele ocurrir en la gran mayoría de casos de maltrato.
“Si es un corte de nada”
Posteriormente vendría la agresión más grave, y que a punto estuvo de costarle la vida a la víctima. Sobre las siete de la tarde del 7 de octubre de ese mismo año 2023, harta de aguantar a su maltratador, la víctima le anunció que iba a romper con él. En ese momento el acusado confiesa que le golpeó en la cara y se dirigió a la cocina, donde cogió un cuchillo de 22 centímetros de longitud. “O te callas o vas a tener problemas”, le amenazó. La mujer trató de llamar a la Guardia Civil para pedir ayuda, pero su agresor le tiró el teléfono al suelo y le clavó el arma blanca en el tórax.
La víctima le pidió que llamara a una ambulancia pero este hizo caso omiso diciéndole que “era un corte de nada”. La mujer se taponó la herida con una toalla, pero seguía perdiendo mucha sangre. Como pudo se arrastró por el pasillo para salir a la calle, siendo perseguida por su agresor. Al ver que podía denunciarlo, fue el propio maltratador quien la subió al coche y la llevó al centro de salud de Catarroja. En el trayecto la amenazó con “matarla a ella y a toda su familia” si contaba lo ocurrido.
Sus amenazas surtieron efecto porque la víctima esgrimió a los médicos que había sufrido un atraco en la calle, e inicialmente la Guardia Civil tramitó el caso como un supuesto robo con violencia.
La última agresión
La noche del 6 de noviembre, ya recuperada de la cuchillada, volvió a sufrir una nueva agresión, en el domicilio de Sueca, al ver el acusado un comentario de un tercero en una publicación de la joven en redes sociales. “Zorra, puta, no te mereces que te escuche, solo mereces callarte para siempre”, le decía mientras le propinaba puñetazos en la cabeza. La mujer trató de escapar y se cayó por las escaleras. El ahora condenado cogió un cuchillo tipo machete de 24 centímetros y perseguió a su víctima: “Ahora sí que vas a saber lo que es el dolor”, al tiempo que amenazaba con atropellarla. Por suerte, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil evitaron la tragedia.
- Paran Pasapalabra tras recibir la noticia en directo: 'Cáncer metastásico
- Mazón tiene que suspender su visita a las gaiatas de Castellón tras ser increpado con gritos de 'asesino
- La matriarca que dirigía el clan de La Magdalena tenía vigilantes para controlar a la Guardia Civil
- Pasé toda la noche aguantando el frío y con mi hijo muerto al lado
- La colmena de apartamentos turísticos de Safranar se acoge a la 'trampa de los 11 días
- Aviso para la OMM: la gestión de la catástrofe de Valencia no distó tanto de los países en desarrollo
- Incredulidad en Pasapalabra ante el adiós de Manu: 'Los invitados tienen una congoja...
- Por solidaridad nos compraba mucha gente al principio, ahora ya se han olvidado y seguimos sin abrir