Narcotráfico

Once detenidos de un clan familiar que vendía todo tipo de drogas en Massamagrell

Uno de los arrestados tenían pendientes cinco órdenes judiciales de ingresos en prisión y cuatro de detención

La Guardia Civil confisca a los sospechosos 116.000 euros en metálico, medio kilo de oro y les acusa de haber blanqueado 263.000 euros

Operación antidroga en Massamagrell: la Guardia Civil detiene a once personas de una misma familia

Guardia Civil

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

Solo tres meses le ha costado a los agentes de la Guardia Civil del Área de Investigación de Massamagrell desmantelar un entramado familiar que había montado un auténtico supermercado de la droga en una barriada de ese municipio de l'Horta Nord, con el que estaban ganando una auténtica fortuna. De momento, hay once detenidos y uno de ellos acumulaba él solo nueve reclamaciones judiciales: cinco para ingresar en prisión y cuatro para ser detenido, por una diversidad de delitos.

En los registros, además de distintas cantidades de estupefacientes, desde cocaína a marihuana, pasando por cristal y anfetaminas, los guardias civiles les incautaron 116.000 euros en metálico, casi medio kilo de oro procedente del fundido de las joyas con que algunos pagaban la droga, casi medio centenar de teléfonos móviles, abundantes armas blancas prohibidas y hasta un chaleco antibalas.

Según ha informado este martes la Comandancia de València, los once detenidos por los agentes del Puesto Principal de Massamagrell son seis hombres y cinco mujeres de entre 23 y 77 años, y la mayoría pertenecen a un mismo clan familiar. A los arrestados se les imputan delitos contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal, contra la administración de justicia y hurto de uso de vehículo a motor.

Fue a mediados de diciembre de 2024 cuando, según la citada fuente, se detectó en una barriada de Massamagrell un "incremento notable de la delincuencia: aumentaron en la zona las ocupaciones, carreras de vehículos y, sobre todo, proliferaron varios puntos de venta de sustancias estupefacientes". Todo ello supuso, afirma la Benemérita en un comunicado emitido este martes, "una rápida degradación del barrio".

Una mujer al mando

A raíz de esa realidad, los agentes ponen en marcha la Operación Mucelar, cuyo fin era averiguar quién estaba detrás de todos esos hechos. Fruto de esas primeras gestiones se detectó un punto de venta de droga con gran actividad, regentado por una mujer, integrante de un conocido clan familiar con numerosos antecedentes policiales.

Durante las pesquisas, los investigadores localizaron además la 'guardería', esto es, el escondrijo donde guardaban el dinero que ganaban con el negocio clandestino. El propósito era "mantener a salvo el dinero en caso de que se realizara algún tipo de actuación policial en los puntos de distribución de las sustancias", explica la Guardia Civil en su comunicado.

Las estrechas vigilancias a las que se sometió a los sospechosos permitieron, además, confirmar que en la casa donde se vendían las dosis de droga a los toxicómanos se ocultaba un prófugo de la Justicia, miembro del clan familiar. A esa persona le constaban cinco requisitorias judiciales de ingreso inmediato en prisión y cuatro de búsqueda y detención por varios delitos, algunos de ellos violentos, emitidos por varios juzgados.

Vigilancia antipolicial las 24 horas

Dada la experiencia criminal de los miembros de la organización, afirma la Guardia Civil, los puntos estratégicos de distribución y 'guardería' se encontraban vigilados las 24 horas del día por diferentes personas, en rigurosos turnos. Este hecho, evidentemente, supuso una dificultad añadida para los investigadores, que tuvieron ser especialmente cautos para no ser descubiertos antes de tiempo y que los sospechosos se deshicieran de las sustancias antes de que les diera tiempo a entrar y arrestarlos.

Finalmente, una vez reunidas todas las pruebas, el pasado 12 de marzo varios equipos de asalto llevaron a cabo cinco entradas y registro en cuatro domicilios y un bajo comercial de manera simultánea. Dentro de esos inmuebles, localizaron 116.000 euros en efectivo, 197,5 gramos de cocaína, 127 de hachís, 8,5 gramos de metanfetamina (cristal), 2,5 kilos de anfetamina y 4,8 de marihuana.

263.000 euros blanqueados

Además, confiscaron 489 gramos de oro por valor de 42.000 euros, una moto robada, tres más de las que se investiga si fueron compradas con dinero del negocio ilegal, dos coches de gama alta, 45 teléfonos móviles, un chaleco antibalas y varias armas blancas prohibidas

Y no solo eso. Gracias a la investigación desarrollada por el citado grupo, se ha logrado demostrar el blanqueo de 263.000 euros, lo que, afirma el instituto armado, permite afirmar que "ha quedado probado tanto el lucro como la evidente actividad criminal por parte de todo el clan familiar". Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción 4 de Ontinyent por razones que no han trascendido.

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