Arrestado por amenazas a una jueza de Paterna tras enviarle un correo con 5 balas

Un paquete sospechoso, que tras ser examinado por el escáner de rayos, contiene en su interior cinco cartuchos de munición del calibre 9 milímetros. Y cuyo remitente figura José María Jarabo Pérez-Morris, nombre del conocido asesino en serie de la aristocracia madrileña de los años 50. Esta correspondencia claramente amenazante iba dirigida a una jueza de Paterna. Agentes de la Guardia Civil arrestaron al presunto autor de dichas amenazas en la mañana del pasado jueves. Al parecer, se trata de un vecino de la Canyada molesto desde que la titular del Juzgado de Instrucción número tres de Paterna ordenó su detención tras dos incomparecencias, trámite habitual en cualquier juzgado.

El correo dirigido a la sede judicial de Paterna, con el nombre de la jueza como destinataria del mismo, fue interceptado el pasado 7 de marzo en un centro de tratamiento automatizado de Correos, en Quart de Poblet. El mismo pasó por un examen radiológico y los trabajadores de Correos descubrieron que en su interior había varias balas de munición aparentemente real – o al menos metálica según se apreciaba en los rayos X -. Un día después, y con la presencia y autorización de la jueza a la que iba dirigida la carta, la Guardia Civil procedió a abrir el paquete y encontró cinco cartuchos de 9mm largo y dos trozos de papel de cocina arrugados.

Una bandera de la Falange Española presidiendo el arco de la puerta de entrada de la vivienda del sospechoso, hijo de militar, ya deja patente la ideología de extrema derecha del ahora detenido. Agentes del equipo de Policía Judicial de Alfafar realizaron un registro en el domicilio del presunto autor de un delito de amenazas de muerte para apuntalar la acusación contra él y comprobar si en el inmueble tiene munición idéntica a la remitida en el correo dirigido a la jueza.

El arrestado fue puesto ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número cuatro de Paterna, en funciones de guardia. Tras tomarle declaración, el presunto autor de un delito de amenazas quedó en libertad con una medida cautelar de alejamiento que le prohibe aproximarse a menos de 500 metros de la víctima de las amenazas, juez decana de Paterna con más de 25 años de ejercicio impartiendo justicia, y comunicarse en modo alguno con ella.

A su salida de los juzgados el detenido negó ser el autor de las amenazas y atribuyó su detención a un supuesto "abuso de poder y una persecución por sus ideas políticas". "Es solo por haber llamado dictador al alcalde en un pleno", alegó.

Numerosos problemas vecinales

El arrestado, de 53 años de edad, ha tenido importantes problemas con sus vecinos que le han acarreado numerosas denuncias. Tanto por daños en vehículos como por tirar objetos a la piscina, como botellas y pilas. Además de haber realizado supuestamente una pintada homófoba en la fachada de la vecina contra el alcalde de Paterna: “Sagredo maricón”.

Vandalizan el Paredón de España con pintadas

De hecho, también tiene otra causa pendiente precisamente por los ataques homófobos al alcalde del municipio. Se sospecha que esta persona está detrás de las pintadas realizadas en el paredón ubicado en el Terrer de Paterna, donde fueron fusiladas más de 2.200 personas durante la represión franquista, y en las que pueden leerse mensajes en el mismo sentido: “Sagredo maricón y tarado”.

Por estos hechos el ahora arrestado fue citado en el juzgado de la que es titular la jueza amenazada, decana de los juzgados de Paterna, a los que se incorporó en 1999. El investigado no se presentó hasta en dos ocasiones, en la primera alegó una indisposición médica pero en la segunda ni tan siquiera justificó su incomparecencia. De ahí que la jueza se viera en la obligación de dictar un señalamiento para su detención y personación.

Fruto de este auto el hombre fue detenido el pasado 24 de febrero y quedó en libertad tras prestar declaración ante la jueza. Este parece ser el motivo por el que habría presuntamente enviado el correo con las balas en un claro intento de asustar a su señoría.

Cincuenta años del crimen de Jarabo