Arrestan a una pareja en Mallorca por vender felinos protegidos a clientes de todo el mundo

El Seprona de la Guardia Civil de Valencia ha llevado a cabo la operación tras detectar anuncios en redes sociales donde comercializaban con especies CITES por precios desde los 6.000 a los 18.000 euros

La Guardia Civil desmantela una red de trafico de animales en la Comunitat Valenciana

Fernando Bustamante

València

Caracales puestos a la venta por 6.000 euros en redes sociales para ser comercializados como mascotas, e incluso algunos de ellos, con cruce de gato doméstico y más cotizados precisamente por ser menos salvajes y más dóciles, alcanzaban los 18.000 euros. Esos eran los precios que manejaba la red de tráfico internacional de animales protegidas desmantelada por el Seprona de la Guardia Civil de Valencia con la detención de una pareja de ciudadanos rusos afincados en la localidad mallorquina de Ariany. En el resgistro del criadero ilegal los agentes hallaron 19 felinos de especies protegidas.

Los detenidos, de 48 años él y ella de 46, están acusados de delitos contra la fauna, contrabando, organización criminal y falsedad documental. Además hay una tercera persona que también figura investigada, un hombre de 48 años y nacionalidad israelí. Durante las investigaciones de otra operación por delitos similares llevada a cabo en Bétera, la Guardia Civil detuvo a otra pareja y halló documentación relacionada con la compraventa de especies y los anuncios que dieron pie a las primeras investigaciones.

La Operación Kotach dio comienzo en marzo de 2024 en base a una información sobre una pareja de ciudadanos rusos que se habían asentado en la localidad de Ariany (Palma de Mallorca) en una parcela donde poseían y criaban servales (Leptailurus serval), caracales (Caracal caracal) y sus híbridos con gatos domésticos para, posteriormente, ponerlos en venta en conocidas redes sociales.

Según ha explicado el sargento del Seprona Federico Entrecanales, detectaron que la actividad en redes sociales de este grupo -se les imputa también banda organizada- era extremadamente activa, y pudieron constatar que había ventas en países de todo el mundo (como EEUU y Lituania), siendo muy importante la demanda de estos animales.

La punta del iceberg

De las investigaciones se pudo comprobar que la cría de caracales y servales de Mallorca era la punta del iceberg de una trama internacional de otras especies protegidas (tigres blancos, leopardos negros, pumas y hienas) siendo la mayoría de los animales que se ofrecían a la venta procedentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, siendo introducidos ilícitamente en territorio de la Unión Europea. Las investigaciones apuntan a que los animales entraban a la Unión Europea a través de la frontera de Polonia con Bielorrusia y, desde allí, se distribuían tras ser confeccionada la documentación fraudulenta. Se trataba de una organización criminal a nivel global en la que participaban criadores, transportistas y veterinarios.

Los intentos de criar y de mantener a estos felinos como mascotas están muy extendidos en Rusia y Ucrania, y esta tendencia ha comenzado a ser imitada en otros países por personas adineradas que buscan una marca de estatus. Sin embargo, los nuevos propietarios se acaban dando cuenta de que estas especies necesitan mucho espacio y que son muy agresivas, pudiendo representar un peligro para las personas u otros animales, por lo que acaban por deshacerse de dichos ejemplares.

Los apareaban con gatos domésticos

Además diversos criadores han conseguido hibridar a estos felinos con gatos domésticos, a pesar de los problemas de esterilidad y viabilidad de las crías por partos prematuros. Uno de los problemas aparejados es que los caracales como los servales, en muchos casos, consideran a los gatos domésticos como presas y no como parejas de apareamiento, llegando a matarles o herirles de gravedad.

El objetivo de la hibridación es obtener gatos exclusivos con el carácter salvaje de sus progenitores silvestres atenuado. De hecho, los precios de un caracal o serval puros pueden sobrepasar los 8.000 euros, mientras que por un híbrido de primera generación fácilmente se pagan hasta 18.000 euros, aclaró el responsable del operativo.

Asimismo, estas personas anunciaban en sus cuentas de redes sociales la venta de tigres blancos, panteras nebulosas, linces boreales, hienas, leopardos negros y pumas. Se llegó a constatar que por la pantera nebulosa se solicitaban 60.000 euros.

Estos animales están protegidos por el Reglamento 338/97 del Consejo, de 9 de diciembre de 1996, relativo a la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio, a través del cual se implementa la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en la Unión Europea. Los investigadores constataron que estos animales se ofrecían sin la documentación CITES que deben llevar aparejada. Hay que tener en cuenta que los animales hibridados están protegidos por el CITES hasta la cuarta generación. Y tras consultar a la autoridad administrativa (MITERD), los investigadores del Seprona comprobaron que los detenidos carecían de permiso como criadores CITES y tampoco contaban con ningún documento CITES.

La fase de explotación se ha saldado con dos detenidos y un investigado por delitos contra la fauna, contrabando, falsedad documental y organización criminal. Asimismo, se intervinieron dos servales, un caracal y dieciséis híbridos en diversos grados pendientes de determinar por personal facultativo de la UT-UCOMA. En la explotación han colaborado personal del MITERD, la UPRONA de Mallorca y componentes de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Illes Balears.

Operación abierta

La causa que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de Manacor todavía está abierta. Los investigadores tienen ahora que analizar toda la documentación intervenida en la vivienda registrada, en la cual se hallaron más de 40 pasaportes de animales de Rusia, Bielorrusia y China, así como una gran cantidad de material informático (2 ordenadores, 3 móviles y 2 pen drives).

En el registro practicado el pasado día 8 de abril en la localidad de Ariany (Mallorca), los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Valencia localizaron un total de 19 ejemplares de la familia felinidae, incluidos en la normativa CITES y en el Reglamento CEE 3387/97. Los animales han sido depositados de manera temporal en el Safari Zoo de Son Servera. El Ministerio de Transición Ecológica los reubicará con posterioridad en Prima Domus (Alicante) de manera permanente.

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