Las trece agresiones sexuales del ‘violador de los portales’ de València
La policía realiza una cronología del depredador sexual de Meliana con todos los ataques que le imputan desde el 27 de enero de 2024 al pasado 6 de abril
Cinco de sus víctimas pudieron zafarse de él pero en cuatro casos llegó a tener acceso carnal con las jóvenes agredidas y a dos de ellas las grabó con su móvil

I. C.
Oculto en la oscuridad de la noche, de ronda en su bicicleta de cross acechaba a sus víctimas sin ser visto, para en el momento oportuno, aprovechando que las jóvenes entraban en el portal de sus domicilios -el momento de mayor confianza al haber llegado a su destino y sentirse más seguras– se colaba tras ellas y trataba de inmovilizarlas cogiéndolas del cuello y tapándoles la boca para que no gritaran. Así actuaba, siempre con ropa negra y el rostro oculto con capucha y braga -apenas se le veían los ojos- el presunto violador en serie detenido este pasado lunes por la Policía Nacional acusado de trece delitos de agresión sexual, cuatro de ellos con acceso carnal y cinco en grado de tentativa, cometidos entre el 27 de enero de 2024 y el pasado 6 de abril en distintos puntos de la capital del Túria.
El presunto depredador sexual, identificado como I. C. V., un joven de 30 años y vecino de Meliana como adelantó ayer Levante-EMV, seleccionaba a sus víctimas tanto por edad, todas ellas son veinteañeras salvo dos mujeres de 35 y 38 años pero que aparentan ser más jóvenes, como por oportunidad de lograr sus objetivos lascivos. De hecho, la mayoría de las denunciantes reconocieron a la policía que estaban distraídas con el teléfono móvil o escuchando música, y que no se percataron de que nadie las estuviera siguiendo y que entrara tras ellas en el portal.
También se da la coincidencia de que ocho de las víctimas son de nacionalidad extranjera, hecho que hace pensar a los investigadores de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) que el presunto violador buscaba un perfil concreto de víctima y podía estar noches buscando a la joven propicia. Si no veía la oportunidad, regresaba a casa sin saciar su sed lasciva.
La primera agresión
La primera agresión sexual que se le atribuye se remonta a la madrugada del 27 de enero de 2024. En ella el ahora detenido, especialmente violento, logró violar a su víctima, una joven de 26 años, con introducción de miembros corporales tras romperle la ropa interior. Previamente la había abordado como posteriormente haría con todas las demás, cogiéndola del cuello, nada más entrar la chica en el portal de su casa cuando volvía de una discoteca de la zona de Benimaclet a las cinco de la mañana.
Este presunto depredador sexual no volvería a actuar hasta el 4 de junio de este mismo año, o al menos no hay una denuncia que se corresponda con su modus operandi en este periodo de tiempo. En esta ocasión la víctima era una joven inglesa de 21 años, también en el mismo barrio de València que la anterior. Aunque la arrastró por el suelo para violarla, no logró su propósito y en este caso se trata de una agresión sexual en grado de tentativa.
Solo 24 días más tarde volvió a asaltar a una joven de 23 años, española, a las cuatro de la madrugada en otro barrio de València cuando la joven regresaba también de una discoteca. De nuevo, usando la violencia y bajo amenazas, realizó tocamientos a su víctima. Los gritos de socorro y el ruido de unos vecinos que bajaban al escucharlos, hicieron que su agresor huyera sin llegar a tener acceso carnal.
El 5 de agosto, en pleno verano, el ahora detenido salió en busca de más víctimas. Pese al calor, la joven a la que agredió, de 27 años y nacionalidad italiana, recuerda que además de su indumentaria habitual -todo de negro – su asaltante se ocultaba la parte de abajo del rostro con una bufanda. Un testigo logró ver la bicicleta que finalmente ha llevado a su detención escondida entre unos vehículos.
Un asaltante “sin excesiva fuerza”
Una estudiante en prácticas holandesa, de 21 años, también sufrió tocamientos en otro asalto que se le imputa al detenido, ocurrido entre las 4 y las 5 de la madrugada del 25 de septiembre cuando regresaba de un pub. Una vecina bajó al escuchar los gritos, lo que propició que el agresor saliera huyendo.
El 24 de octubre una joven de 24 años y nacionalidad colombiana también denuncia haber sido asaltada en el portal de su casa minutos antes de las tres de la madrugada cuando regresaba de cenar en casa de unos amigos. Por suerte en esta ocasión la víctima tiene nociones de defensa personal y le presenta fuerte resistencia, por lo que la agresión se queda en una tentativa. Varias de las jóvenes agredidas describen a su agresor como una persona “sin excesiva fuerza”, lo que explicaría que pese a pillarlas por sorpresa por la espalda, y tratar de inmovilizarlas con la técnica del mataleón, la mayoría lograran zafarse de él y el ataque quedara en tentativa o en unos tocamientos.
Dos días después del anterior hecho delictivo, tras la frustración de no haber logrado su propósito, el depredador asalta a una mujer chilena de 35 años, que volvía a casa tras pasar la noche en un club con unos amigos. En esta ocasión obliga a su víctima a hacerle una felación bajo la amenaza de estrangularla, llegando a eyacular, con lo que la policía cuenta ya con perfil genético del agresor que lleva sembrando el pánico en la ciudad.
Un mes más tarde, el 22 de noviembre, lo vuelve a intentar con otra víctima, una mujer de 38 años y nacionalidad sueca, en otro punto de València totalmente alejado de los primeros asaltos y del centro de la ciudad, donde también había actuado. Este caso está catalogado como tentativa, aunque la mujer asegura que llegó a tocarle los muslos de forma lasciva.
En Fallas regresa con más ataques y graba a sus víctimas
El pasado 18 de marzo, en plenas Fallas, otra joven, de 22 años, es asaltada en el portal de su domicilio cuando se disponía a subir al ascensor. Su agresor le obliga a hacerle una felación y como novedad con los anteriores ataques, graba el momento de la agresión. Está yendo a más y quiere guardar un recuerdo de sus ataques.
Solo un día después una estudiante taiwanesa de 26 años es agredida también a las 4.30 horas de la madrugada cuando regresaba de ver fallas. Las cámaras de la zona permiten identificar la bicicleta con la que se desplaza el violador desde Meliana en busca de víctimas.
Esa misma bicicleta es captada de nuevo tras otra agresión en el centro de València, en la que la víctima, de 23 y natural de Paraguay, sufre tocamientos. El ataque en este caso es más temprano, antes de las once de la noche.
Y las dos últimas agresiones sexuales que se le imputan se producen el pasado 6 de abril, ambas en Benimaclet. En una de ellas, a las 4.15 horas, no llega a tener contacto con su víctima, al percatarse esta a tiempo y meterse dentro del portal, cerrando la puerta antes de que su agresor entre. Pero media hora después lo vuelve a intentar con una chica de 28 años a la que sí golpea, intenta asfixiar y finalmente viola. Es sin lugar a dudas su agresión más violenta, en la que además de la felación que ya había obligado a otras tres víctimas, también tiene acceso carnal pleno con ella. Quizás por ello la graba con el móvil y se lleva como trofeo ropa interior de su víctima.
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