La Guardia Civil investiga el asesinato de un joven de Llíria tras hallar su cuerpo quemado en un campo

La Guardia Civil sospecha que se trata de una venganza e identifica al fallecido, de 23 años, después de que su familia denunciara su desaparición en el cuartel

La autopsia certificará si hay navajazos y golpes

Asesinato en Llíria: matan a golpes y navajazos a un joven y queman su cuerpo junto a una acequia.

Eduardo Ripoll

València/Llíria

El grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València tiene un nuevo asesinato para resolver sobre su mesa: el de un joven de 23 años, vecino de Llíria, cuyo cadáver quemado fue encontrado a media mañana de este domingo en un campo de naranjos de ese término municipal, tal como ha adelantado en exclusiva Levante-EMV. De momento, todo apunta a que tiene heridas de arma blanca y golpes en la cabeza, aunque habrá que esperar a la autopsia para poder conocer con exactitud las causas de la muerte. Por ahora, y a falta de completar la investigación policial, la principal hipótesis es una venganza por un asunto aún no determinado.

El cuerpo sin vida del joven fue encontrado, al parecer, por un agricultor que iba a trabajar a un campo de naranjos y se topó, primero con el reguero de sangre y, a continuación, con el cuerpo desmadejado de la víctima, caído, bocarriba, sobre la compuerta de la acequia que discurre paralela al Camí de les Mallaes, muy cerca ya del término municipal de Pedralba. El hombre alertó de inmediato al teléfono de emergencias 112, lo que puso en marcha el protocolo de muertes violentas. Así, en pocos minutos llegaron las primeras patrullas de la Guardia Civil de Llíria, que certificaron la llamada y solicitaron la presencia del Equipo de Policía Judicial de Ribar-roja para dirimir si se trataba de una muerte homicida o accidental.

En busca de los autores

En cuanto los especialistas confirmaron que se trataba de una muerte claramente violenta, pidieron la presencia del grupo de Homicidios y del laboratorio de Criminalística, encargados, los primeros, de la resolución de este nuevo crimen y los segundos, de la inspección ocular en busca de evidencias para dar con los autores del asesinato. De la escena del crimen se deduce que la agresión a la víctima comenzó en la carretera o que fue llevada hasta allí, ya herida -casi con toda seguridad con al menos un navajazo- en un vehículo del que lo habrían sacado para arrojarlo al campo. De hecho, hay un reguero de gotas de sangre, de trayectoria semicircular, entre el arcén contrario (donde habría parado el coche) y el del terraplén bajo el cual discurre la acequia. Junto al punto donde estaba el cuerpo, los agentes encontraron al menos una piedra de grandes dimensiones llena de sangre.

Después, una vez que se aseguraron de que había muerto -el cuerpo presenta varios golpes, algunos de ellos en la cabeza-, lo rociaron con algún acelerante y le prendieron fuego. En principio, ninguno de los vecinos que habitan las casas más cercanas fueron conscientes de que hubiera un fuego en la noche anterior, por lo que todo apunta que los hechos debieron producirse avanzada la madrugada.

La Guardia Civil investiga el asesinato de un hombre en Llíria

La Guardia Civil investiga el asesinato de un hombre en Llíria / Eduardo Ripoll

Mientras se producía la inspección y el levantamiento del cuerpo, ordenado por el juez de Instrucción 1 de Llíria, en funciones de guardia, la familia del joven acudía al cuartel de la Guardia Civil de la capital del Camp de Túria para denunciar su desaparición, ya que no sabían nada de él desde la noche anterior y no respondía a las llamadas. Gracias a ese hecho, los agentes supieron que se trataba del fallecido, aunque habrá que esperar a la identificación oficial a partir de la autopsia para certificar que se trata, como apuntan todos los datos, del menor de una extensa familia de Llíria.

Este nuevo se produce cuando los investigadores del grupo de Homicidios de la Comandancia de València apenas habían iniciado las pesquisas del anterior asesinato, el del violinista callejero Djinn Maury, cometido a principios de febrero en un edificio abandonado conocido como el 'Taller del alemán', a la entrada sur de Sagunt, descubierto hace solo 19 días, en la tarde-noche del 1 de abril, y del que aún no hay sospechosos.

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