Asturias

Ingresa en prisión el matrimonio que mantuvo encerrados a sus tres hijos en un chalé de Oviedo durante cuatro años

La jueza decreta la suspensión de la patria potestad y de la custodia de los pequeños, que ahora está en manos del Principado

El furgón de la Guardia Civil saliendo de los juzgados con los investigados en dirección a la cárcel.

El furgón de la Guardia Civil saliendo de los juzgados con los investigados en dirección a la cárcel. / Fernando Rodríguez

Félix Vallina

Oviedo

Los padres de los tres niños que permanecieron encerrados durante casi cuatro años en un chalé de Fitoria, a sólo kilómetro y medio de la calle Uría, pasarán este miércoles su primera noche en la cárcel de Asturias. Después de tomarles declaración durante varias horas, la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3, en funciones de guardia y de acuerdo con la petición del ministerio fiscal, dictó un auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza, para la pareja. Begoña Fernández acordó también la suspensión de la patria potestad y de la custodia de los pequeños, que ahora ha pasado a manos del Principado. 

Las diligencias contra el matrimonio –un alemán de 53 años y una estadounidense de 48 que también tiene la nacionalidad alemana– se abren inicialmente por violencia doméstica con maltrato habitual psicológico y abandono de menores, aunque la magistrada también contempla un posible delito de detención ilegal. La decisión de la jueza está avalada por la Fiscalía, que previamente había solicitado el ingreso en prisión del matrimonio al considerar que existe riesgo de fuga y "para asegurar la protección de los menores".

Los investigados llegaron a los juzgados de Llamaquique a eso de las once y media de la mañana desde el cuartel de la Guardia Civil de Oviedo, donde permanecían retenidos desde el pasado lunes, el día en que fueron detenidos tras una trabajada investigación de los agentes de la Policía Local de Oviedo. La comparecencia del matrimonio, sin embargo, no comenzó hasta pasadas las dos y media de la tarde porque hubo que esperar la llegada de un traductor de alemán, él único idioma en el que se comunica la pareja.  

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