Rabia y dolor en la despedida de Antonio Flores, el joven asesinado en Natzaret

Israel, de 17 años, ya está en planta y ha seguido el entierro de su hermano por videollamada

Un furgón de la Policía Nacional a las puertas del cementerio municipal de València durante el entierro del joven asesinado.

Un furgón de la Policía Nacional a las puertas del cementerio municipal de València durante el entierro del joven asesinado. / Levante-EMV

València

Los gestos de dolor, rabia y algunos gritos clamando venganza, se entremezclaban con el sentimiento de incredulidad generalizada sobre la banal discusión que llevó a los autores del crimen ocurrido a las puertas de la Iglesia Evangelista de Natzaret el pasado viernes a matar a un joven de 24 años de una decena de cuchilladas y a punto estar de terminar con la vida del hermano de este, de 17 años, quien se recupera favorablemente en el Hospital La Fe de València de las lesiones que presenta en el estómago y en la ingle.

“Iban ya con la intención de matarlos, por eso iban armados, lo tenían ya muy claro lo que iban a hacer”, asegura un familiar del fallecido durante el entierro celebrado esta mañana en el cementerio municipal de València.

Sin incidentes

Pese a los numerosos gestos de dolor, totalmente comprensibles por la pérdida de un joven que tenía toda la vida por delante, y gritos exigiendo justicia, bien sea la de los tribunales o la propia: “¡Que me los dejen a mí, los voy a matar, los voy a matar!”, repetía uno de los familiares, el funeral de Antonio Flores transcurrió sin incidentes.

Unidades motorizadas de agentes de la Policía Nacional, un furgón de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y agentes de de la Policía Local de València estuvieron en las inmediaciones del camposanto velando para que los familiares y amigos pudieran darle su último adiós al joven de 24 años sin que los ánimos crispados fueran a más. Así como las trabajadoras del cementerio, Ángeles y Luisa, quienes destacaron el comportamiento sin ningún tipo de altercado de los presentes.

Además, hubo dos noticias que ayudaron a mitigar de algún modo el dolor del momento. Por un lado, la recuperación de Israel, quien ayer abandonó la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y ya se encuentra en planta. De hecho, cuando le comunicaron que su hermano había fallecido, quiso seguir esta mañana el funeral por videollamada.

La segunda buena noticia ha sido la adelantada en exclusiva por este periódico, la detención de los presuntos autores del asesinato, un tío y su sobrino, en Málaga, así como una tercera detenida, una mujer, que ya ha sido puesta en libertad. “Mejor que los haya detenido la policía, por su bien y por el de todos”, reconocía un familiar.

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