El toxicómano que intentó degollar a una turista ya había atacado a su familia y a varias parejas

El juez de guardia decreta prisión para José Antonio T. G., de 32 años, que deberá ser examinado por un psiquiatra forense

Agentes de la Policía Local durante la detención del presunto agresor, en la plaza de la Virgen.

Agentes de la Policía Local durante la detención del presunto agresor, en la plaza de la Virgen. / Levante-EMV

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

La agresión presuntamente cometida por José Antonio T. G., el toxicómano de 32 años detenido horas después de que tratara de degollar a una turista italiana en el centro de València, de la que informó en exclusiva Levante-EMV este viernes, no es la primera que protagoniza, pero, desde luego, sí es la más grave. De momento, ya se encuentra en prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, ya que atacó a su víctima por la espalda, de manera sorpresiva e impidiendo toda posibilidad de defensa. Esa es, confirman fuentes del TSJCV, es la catalogación jurídica que, de momento, acompaña a la causa abierta contra el acusado.

El juez de Instrucción 4 de València, en funciones de guardia de incidencias, ha sido quien ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el acusado, pero no será ese magistrado quien lleve la causa, apuntan las fuentes.

El presunto agresor, que actuó bajo un estado de furia descontrolada que los psiquiatras forenses del Instituto de Medicina Legal de València deberán estudiar para dictaminar si existe, como parece, una enfermedad mental que haya influido en su modo de actuar, tiene una larga lista de antecedentes, detenciones, intervenciones policiales y entradas y salidas de prisión. Incluso, tenía pendiente un ingreso en la cárcel para cumplir una condena por daños cometidos al acceder sin permiso a una vivienda, lo que derivó en un juicio con jurado por un delito de allanamiento de morada.

La realidad es que el ahora arrestado, que vive en situación de calle desde poco antes de la pandemia, tras varios periodos en prisión, fue condenado hace años por agresiones a su familia -principalmente a la madre y a una hermana- y también tiene antecedentes por violencia sobre alguna de las parejas que ha tenido.

El último episodio violento que se le conocía hasta el ataque del pasado miércoles por la mañana lo protagonizó en octubre pasado en Burjassot, de donde es natural. La Policía Local de ese municipio, que al igual que la de València lo conoce a la perfección por las numerosas intervenciones con él por incidentes de todo tipo, acudió a una pelea con un conocido suyo por la propiedad de una bicicleta que acabó con José Antonio T. G. herido por un mordisco en la oreja, De hecho, sufrió un desgarro en el pabellón auditivo derecho cuya ciatriz continúa muy visible.

Problemas de control de la ira

Tal como adelantó el viernes este diario, el móvil, absurdo, que llevó a José Antonio T. G. a intentar degollar a la joven turista italiana en el centro de València, a dos pasos de las Corts, fue un ataque de furia descontrolada porque acababa de ser expulsado de un centro de asistencia a reclusos y exreclusos al que solía acudir en busca de ayuda, después de haber protagonizado un violento episodio en ese lugar minutos antes del ataque a la chica.

Según ha podido saber este diario de fuentes de toda solvencia, el ya encarcelado había ido, como muchos otros días, a ese centro a pedir un café con actitud bastante violenta, lo que derivó en que los responsables del centro social le pidieran que moderase las formas, a lo que respondió de manera tan agresiva que tuvieron que expulsarlo físicamente del establecimiento sociosanitario y cerrar las puertas para evitar que volviese a entrar. Eso sucedía poco después de las nueve y media de la mañana del miércoles a 50 metros escasos del punto donde atacó por la espalda a la joven turista cuando la chica paseaba en compañía de su novio.

De hecho, según la información de la Policía Local de València, antes ya había amenazado y amedrentado a otras personas con las que se cruzó entre la calle En Llopis y la calle Salvador.

"No creo que regresen jamás a València"

Fue en esta última calle donde, ofuscado y en pleno ataque de ira, el azar quiso que se topara con la pareja italiana. Sin mediar palabra, atacó a la chica por la espalda y a punto estuvo de causarle la muerte. De hecho, el arma, un cuchillo de cocina de sierra

Tal como ha informado este diario, la joven turista italiana salvó la vida de manera milagrosa tras ser brutalmente atacada por el ahora detenido cuando paseaba con su novio por la calle Salvador, a escasos metros de las Corts, en pleno centro de València, a primera hora de la mañana del miércoles. El presunto agresor, un toxicómano sinhogar de 32 años, fue detenido pasadas las tres de la tarde por una patrulla de la Policía Local de València gracias a la detallada descripción de la víctima y de su novio, que estaba con ella cuando se produjo el intento de asesinato y a que los agentes habían tomado nota mental de sus características.

La joven, que se encuentra en buen estado, aunque emocionalmente destrozada, fue evacuada al Hospital Clínico por la Policía Local sin esperar a los medios sanitarios, "porque se estaba desangrando por momentos", ha explicado una testigo.

Los hechos sucedieron alrededor de las 9.45 horas del miércoles, cuando la chica, que tiene 29 años, y su novio, acababan de salir de una finca de la calle Conde de Trénor, donde estaban alojados, para ir a visitar el centro de València. Los dos habían llegado el martes y se han ido esta mañana de regreso a su país, Italia, desde donde habían viajado a València para conocer la ciudad.

"No creo que regresen jamás a València, lo han pasado muy mal", ha explicado una de las personas que les prestó ayuda el día de los hechos y que este viernes se ha despedido de ellos cuando han vuelto a su casa. Era su primera visita a la ciudad de València.

Ataque sorpresivo por la espalda

Sin embargo, la escapada ha estado a punto de acabar en tragedia. Cuando la pareja caminaba por la calle Salvador, muy cerca de las Corts, de camino al centro arqueológico de l'Almoina y la catedral, un desconocido atacó por detrás a la chica y, sin pronunciar una sola palabra, le asestó un fortísimo golpe con un cuchillo de cocina en la parte trasera del cuello, a la altura de la base del cráneo. La fuerza con que la atacó provocó la rotura del arma y que la hoja de sierra se quedase incrustada en el cuello de la víctima, que cayó desplomada al suelo antes incluso de que pudiera ser consciente de lo que acababa de pasar.

Mientras su pareja se arrojaba al suelo para intentar prestarle el primer auxilio, el agresor echó a correr y se internó hacia el centro del barrio de la Seu, en dirección a la plaza de la Virgen. El chico la ayudó a ponerse en pie y se dirigieron de vuelta a su apartamento, donde fueron auxiliados por la conserje y una vecina. "La chica no paraba de sangrar, tenía todo el pelo mojado", explica una testigo, que acudió a ayudarles al verlos sentados en el escalón de acceso al portal.

"La sangre no paraba de salir"

Mientras las dos mujeres trataban de frenar la hemorragia con gasas que la vecina bajó de su vivienda, el novio subió a su apartamento y aportó toallas para ayudar a taponar la herida "pero era imposible, la sangre no paraba de salir". Tanto la conserje como la vecina llamaron en varias ocasiones al teléfono 112 de Emergencias, entre las 9.54 y las 10.06 horas, desesperadas porque la hemorragia no cesaba y porque sabían que la hoja seguía clavada en el cuello de la chica. En cuanto llegó la primera patrulla de la Policía Local de València, perteneciente a la 1ª Unidad, la que da protección a Ciutat Vella, les suplicaron a los agentes "que se llevaran a la chica al hospital sin esperar a la ambulancia, porque cada vez estaba peor".

Al llegar al Hospital Clínico, el personal de urgencias le realizaron un TC para comprobar la ubicación exacta de la hoja, el alcance y profundidad de la herida y la posible afectación, ya que es una zona en la que hay multitud de vasos sanguíneos, algunos de ellos vitales. Por fortuna, el diagnóstico por imagen les reveló que el filo no había tocado ningún punto vital, por lo que pudieron extraerle el metal y suturarle la herida sin mayores complicaciones. De hecho, recibió el alta médica el mismo día por la noche, por lo que la pareja pudo regresar a dormir a su apartamento.

La 'mochila' roja

Ambos fueron llevados a las 11.00 horas de ayer a la Comisaría de Centro de la Policía Nacional, donde prestaron declaración ante el grupo de Policía Judicial, cuyos agentes se hicieron cargo de la investigación del caso y la tramitación de las diligencias tras la detención del sospechoso, de 32 años y natural de un municipio de València.

El presunto agresor fue apresado por una patrulla de la Policía Local de València en el barrio del Carmen, en Ciutat Vella, tras reconocerlo gracias a la descripción facilitada por las víctimas.

De hecho, sospecharon de él porque iban buscando a alguien que llevase una mochila roja, tal como habían explicado las víctimas. Al detenerlo, vieron que no se trataba de una mochila, sino de un saco de dormir de eso color (el arrestado vive y pernocta en la calle), que llevaba a la espalda, asido de los cordones de cierre, por lo que daba pie a la confusión.

Los policías locales lo trasladaron a la comisaría de la Policía Nacional, donde los investigadores corroboraron la identidad del presunto agresor, lo que propició que las víctimas lo reconocieran.

El acusado, con numerosos antecedentes y muy conocido por la Policía Nacional y la Local, fue trasladado al complejo policial de Zapadores, desde donde fue puesto a disposición del juez de guardia el viernes por la tarde, acusado por un delito de asesinato en grado de tentativa.

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