Abusos a menores
La detención del último fugado del caso Trinity provocará el tercer juicio contra la mayor red de pederastia desarticulada en España
Decenas de víctimas, la mayoría menores tutelados en el momento de los hechos, deberán volver a testificar en un nuevo proceso
La fiscal trabaja para alcanzar un acuerdo para evitar la revictimización de los afectados

La trama del caso Trinity. / EPC
La detención el pasado abril en Turquía de Youness En Naciry, uno de los delincuentes sexuales más buscados, provocará el tercer juicio que se celebra contra la mayor red de producción de pornografía infantil que se ha desarticulado en España. En Naciry se encontraba fugado desde 2019. Era el único de los siete integrantes del llamado caso Trinity que se encontraba huido de la justicia. Los otros seis llevan años entre rejas, condenados por abusar de 103 menores españoles y marroquís, la mayoría tutelados –los paralelismos con la trama del Raval son evidentes– para generar contenidos que compraron 593 hombres de 45 países distintos. De hecho, decenas de las víctimas de Barcelona y Tortosa que ya declararon en el primer juicio deberán volver a pasar ahora por ese trance traumático.
En Naciry, que ahora ya tiene más de 30 años, fue captado por el líder de esta red, el francés Jean Luc Aschbacher. A principios de los 2000, En Naciry era un menor de origen marroquí que se movía por las calles del casco antiguo barcelonés y que este pederasta usó como cebo para reclutar a otros menores en situación de desarraigo. Pero En Naciry, que pasó de víctima a victimario, acabó trabajando para Aschbacher y su socio, el también francés Christian Arson.
En Naciry era hábil en el manejo de la videocámara y además adquirió conocimientos de informática. Ambas habilidades le convirtieron en alguien indispensable para Aschbacher y Arson, dos criminales analógicos que no sabían cómo digitalizar un negocio que hasta el 'boom' de internet había operado a través de apartados de correo, mandando cintas pedófilas a las direcciones postales facilitadas por los clientes.
A partir del 2010, más o menos, En Naciry se encargó de contratar los servicios de empresas de 'hosting' para subir los contenidos pedófilos a la red y también de crear las pasarelas de pago 'online'. Gracias a En Naciry, pederastas de todo el mundo adquirieron las películas de niños violados rodados por la productora Productos Aschom S.L..
Repetición del juicio
La detención de En Naciry, seis años después de su fuga, obligará a celebrar un tercer juicio contra esta red de pederastas. Se trata de un juicio complejo que requiere destinar muchos recursos por parte de la administración de justicia y que, sobre todo, obligará a comparecer de nuevo a las víctimas, para quienes declarar supone revivir un proceso traumático.
La fiscala Ana Farrero, delegada de Criminalidad Informática de la Fiscalía de Tarragona, para evitar esa revictimización no descarta alcanzar un acuerdo que evite el juicio. Esa posibilidad debe ser aceptada por los afectados y además debe suponer que En Naciry admita su participación en los delitos de captación de los niños explotados en Barcelona y Tortosa y de distribución de la red. Si no se alcanza ningún acuerdo, la Audiencia de Barcelona deberá celebrar por tercera vez un juicio contra esta trama.
Los orígenes de Trinity
Bajo la sociedad Aschom SL, una productora propiedad de Aschbacher y Arson, dos vecinos franceses afincados en el barrio del Raval de Barcelona, se escondía una sórdida productora que grabó en Barcelona y Tortosa más de un millón de imágenes de niños explotados sexualmente en más de 300 rodajes.
Aschbacher había sido hasta 2001 un productor de películas eróticas para un público gay. Pero la eclosión de internet provocó que el porno convencional dejara de dar dinero. A partir de ese año Aschbacher y su socio Arson, que además eran pederastas, comenzaron a usar la infraestructura para rodar pornografía infantil explotando a niños vulnerables que residían en el centro de la capital catalana.
Socios
La productora creció gracias a la colaboración con cuatro clientes del resto de España –José Cardona Serrat, Fernando Aguilera Garrido, Miguel Avilés Fernández y Martín Rafael Chanza Almudéver–, que comenzaron a enviar grabaciones propias a cambio de más material pedófilo. Todos eran pederastas con antecedentes.
Chanzá y Cardona llevaban corrompiendo a niños para grabar pornografía infantil desde los años 80. Los dos habían sido condenados por delitos contra menores en tres ocasiones. Aguilera, por su parte, era un agente de la Ertzaintza que también había sido penado en los 90 por abusar de menores en Bilbao. No solo en España. Los miembros de esta red hacían viajes de turismo sexual a países en vías de desarrollo para conseguir material 'exótico'. Constan grabaciones hechas en zonas alejadas de los ejes comerciales de Sri-Lanka, Tailandia, Laos, Camboya, Túnez, Singapur, Bali, Java, Turquía, República Checa, Kenia y Francia.
Viaje a Tortosa
En 2011, Aschbacher, Arson y En Naciry trasladaron la productora a una casa de Tortosa, donde continuaron con su actividad hasta 2015, cuando fueron descubiertos por una educadora de la DGAIA, Esther Cabanes, que acabó siendo la directora del organismo que gestionó el caso de los abusos de la menor del Raval.
Los Mossos, alertados por Cabanes, arrestaron a los tres delincuentes en una operación que bautizaron como ‘Trinity’. Y tomaron la decisión, en colaboración con la fiscal Ana Farrero, de no limitarse a procesarlos por tenencia de porno infantil. Eligieron analizar todo el material pedófilo, centenares de películas, para tratar de encontrar a todas las víctimas y detener a todos los compradores. Así afloró el tamaño de la red, que llevaba 14 años operando.
Los Mossos realizaron una base de datos con las imágenes revisadas y crearon un archivo con las caras de los menores: 75 en total. Lograron identificar a 21 de ellos. Después, con la ayuda de la DGAIA, buscaron entre las fotografías de 5.000 menores tutelados por la Generalitat en esos 14 años. Localizaron a otros siete.
En 2016 fueron también detenidos Chanzá, Cardona, Aguilera y Aviles. La información recabada por los Mossos ha permitido en los años posteriores activar operaciones con la Policía Nacional y la Guardia Civil, y con policías de otros países, contra pedófilos que compraron cintas de Aschom SL.
Dos juicios previos
A finales de 2019 arrancó el juicio contra esta red en la Audiencia de Tarragona. Aschbacher, Arson y Youness asistieron a las primeras sesiones y, cuando vieron que no se aceptaban las alegaciones que presentaban sus defensas, huyeron. Solo acabaron siendo condenados Cardona, Chanza, Aguilera y Avilés.
En mayo de 2021, la policía francesa comunicó que había localizado a Aschabascher y Arson en la población de Six-Four Les Plages. Los dos franceses fueron entregados a la justicia española, que celebró un segundo juicio. Aschbacher y Arson fueron condenados por la Audiencia de Tarragona a 240 años de prisión, el primero, y 19 años, el segundo. En Naciry ha permanecido fugado hasta ahora. Se acerca el tercer juicio.
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