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Crimen junto a la pista de Silla

El presunto asesino de Florina Gogos admite que estuvo con ella la tarde del crimen para tener un encuentro sexual pagado

El empresario de lejías de Carcaixent, cuya defensa pide la libre absolución, dice que la chica se subió en su coche, pero que se bajó de repente en mitad del campo y en pleno aguacero diciendo que "se tenía que ir"

Sale del juzgado el presunto asesino de Florina

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

València

Estuvo con ella, pero no la mató. Ese es básicamente el argumento del empresario de lejías de Carcaixent José V. R., para quien la Fiscalía, tal como ha adelantado este martes Levante-EMV, pide la máxima condena por asesinato, 25 años, por estrangular y arrojar a una acequia de l'Albufera, en Silla, a una joven prostituida de 19 años, Florina Gogos, en la tarde del 8 de enero de 2021. Es la primera vez que el putero, detenido por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil al medio año del asesinato, admite que estuvo con la chica la tarde del crimen y que la subió a su coche para mantener un encuentro sexual pagado, pero a partir de ahí, niega la mayor: afirma que la dejó con vida en mitad de los campos porque ella decidió bajarse repentinamente de su vehículo.

Así, los seis primeros puntos del escrito provisional de calificación de hechos de la defensa son un calco del de la fiscal, salvo algunas acotaciones más que relevantes -evita reconocer la afición a la prostitución que le señala la acusadora-, pero a partir del séptimo, el relato gira 360 grados. Donde la fiscal relata cómo el encausado, una vez recogida Florina en su coche en la curva próxima a la pista de Silla donde un grupo la obligaba a prostituirse, "con pleno desprecio a su condición de mujer, como expresión de su superioridad y dominación sobre la misma, al permitirle experimentar sobre ella sensaciones de poder y control", la cogió por el cuello y la estranguló hasta matarla, arrojando después su cuerpo a una acequia próxima, la defensa se limita a decir que "Florina Gogos salió del vehículo y le dijo a José V. que tenía que irse sin llegar a tener ninguna relación sexual: José V. tuvo que abandonar el lugar, regresando con su vehículo BMW volviendo de nuevo a las inmediaciones de la empresa Ros Logística a las 15.36.32 horas incorporándose a la CV-33 y sin causarle lesión alguna a la joven".

La defensa lo fía a las pruebas físicas

El abogado que defiende al putero busca así fiar la absolución que pide para su cliente a una única carta: que sea la acusación pública quien convenza a los nueve miembros del jurado que enjuiciará al empresario en los próximos meses de que fue él quien la mató, bajo el argumento de que no hay evidencias físicas que lo prueben -el deterioro del cuerpo de la joven cuando fue hallado no permitió aislar ADN incriminatorio, por ejemplo-.

Sin embargo, hay una serie de hechos incontestables. Esa tarde, caía un auténtico aguacero sobre València y, más concretamente, sobre el lugar donde Florina era recogida por los puteros, la curva que hace el ramal que conecta, en el sentido de circulación hacia València, la CV-31, más conocida como la pista de Silla, con la CV-33, la autovía de Albal. Lo prueba, entre otras cosas, la cámara de seguridad de esa empresa logística, ubicada a escasos 23 metros del punto donde fue recogida Florina en el coche del acusado a las 15.22 horas de ese viernes: la intensa lluvia no permitió ver la matrícula del coche, ni cuando llegó, ni cuando se fue 15 minutos más tarde y con cierta prisa; la Guardia Civil tuvo que emplearse a fondo para probar que el vehículo grabado era, efectivamente, el del inculpado, algo que ahora ya reconoce ese abiertamente al admitir que tuvo un primer encuentro sexual pagado el día de antes, el jueves, 7 de enero, y que buscó un segundo encuentro el día 8.

Los indicios que lo señalan

Una vez en el coche, acusación y defensa coinciden en señalar que, en ambas ocasiones, el vehículo del acusado, con Florina a bordo, recorrió el mismo trayecto: Camí de la Marjal, primero, y entrada a su derecha hacia la partida de l'Altet de Silla, justo donde fue encontrado el cuerpo sin vida de la joven 22 días más tarde, el 30 de enero de 2021, flotando en la acequia de la Font del Marjà, a 730 metros de donde se había subido al BMW blanco del putero. No parece muy creíble que la joven, que acababa de subirse al coche para tener un encuentro sexual pagado, decidiera bajarse de repente, sin iniciar siquiera la relación, renunciando, por tanto, al dinero del que debía dar cuenta luego al proxeneta, y en medio de un diluvio, en mitad de la nada -en ese punto solo hay caminos de tierra y campos de labranza entre acequias que confluyen en l'Albufera- y a una hora en que ya casi era de noche precisamente por el encapotamiento del cielo. Y un detalle más: sin móvil.

No solo eso. Ya no se registraron más coches entrando por el Camí de la Marjal ni a Florina regresando a la curva donde empieza ese camino, justo donde está el cartel al lado del cual la obligaban a esperar a los puteros que decidieron parar y recogerla para internarse hacia los campos de naranjos. Tampoco regresó a casa ese día, ni ninguno de los siguientes, así que no parece que haya muchos más candidatos a quienes imputarles el crimen.

Sí tuvo tiempo de ir y venir

En cuanto a la posibilidad de que se hubiera quedado sola bajo la intensa lluvia y que se hubiese caído accidentalmente a la acequia, quedó descartada en cuanto los médicos forenses le practicaron la autopsia. El resultado no arroja dudas: fue estrangulada hasta la muerte, es decir, su asesino comprimió su cuello durante al menos tres minutos.

Y un último detalle. En cuanto a si menos de 15 minutos es tiempo suficiente para entrar a la zona donde estuvieron, matarla e irse, la respuesta la proporciona la Física: un vehículo a 20 kilómetros por hora, velocidad extraordinariamente lenta, tardaría menos de dos minutos y medio en llegar al punto donde fue encontrado el cuerpo. Dado que la Fiscalía sostiene que José V. R. regresó ese viernes 8 a por Florina con la intención premeditada de matarla -se dejó el teléfono móvil en su domicilio, en Carcaixent, para evitar, afirma la acusación, que la geolocalización y las conexiones a las antenas lo delatasen-, porque en el encuentro sexual pagado del día anterior le había robado 250 euros al descuido, solo habría tenido que recogerla, internarse hasta el puente de tierra sobre la Font del Marjà, estrangularla dentro del coche, arrojarla a la acequia que hay al lado e irse. La suma temporal encaja. El jurado tendrá la última palabra.

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