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Juicio histórico por narcotráfico

El capitán del Puerto encarcelado por narcotráfico admite que identificó a dos implicados en la trama de Sky y que no los interrogó

Jesús F. Bolaño, apresado dentro de la Operación Spider por un alijo de 1.140 kilos de cocaína, declara desde la cárcel fuertemente escoltado por Policía Militar

Los jefes del Cártel del Puerto, en el banquillo por los 1.650 kilos de cocaína de la pandemia

Levante-EMV.

València

Sentado en la sala de videoconferencias de la prisión de Soto del Real y fuertemente escoltado por cinco soldados de la Policía Militar, el ex capitán del Puerto de València de la Guardia Civil Jesús F. Bolaño, encarcelado por su presunta vinculación con las redes del narco que operan en los muelles valencianos, ha sido uno de protagonistas de la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de València desde el lunes contra los 14 presuntos narcos que introdujeron en agosto de 2020, en plena pandemia, 1.650 kilos de cocaína y que fueron pillados gracias a las conversaciones mantenidas en la entonces secreta aplicación de telefonía encriptada Sky ECC.

Fernández Bolaño, cuya comparecencia ha sido mantenida por tres de los abogados de las defensas en un intento por ver si obtenían algún beneficio de sus palabras, se ha limitado a exponer, eso sí, con un tono en ocasiones altanero pese a su situación, cómo fue su intervención en esta causa.

Tal como ha venido explicando Levante-EMV, los ahora enjuiciados, encabezados por dos de los considerados principales líderes del narco en València, Fernando M. S. y Onofre G. R. -el primero cumple una condena de 19 años por tráfico de drogas y el segundo ha sorteado hasta ahora todas las condenas-, están acusados de haber introducido los días 24 y 25 de agosto de 2020, en plena pandemia, dos contenedores con 1.650 kilos de cocaína importados directamente desde Colombia, de los que dejaron por rescatar 117 kilos.

Un chivatazo de un policía

Son precisamente esos 117 kilos los que encontraron la unidad de la Guardia Civil que opera en el puerto, la Udaiff, de la que era jefe F. Bolaño, y Vigilancia Aduanera, un día después, el 26 de agosto, y por los que ha sido llamado a declarar hoy en el juicio, ya que su firma consta en el atestado policial que se inició a raíz de esa incautación, posible, ha dicho, "por una información facilitada por el grupo de dopaje de la Policía Nacional". En ese momento, se desconocía quién estaba detrás del envío, algo que solo se averiguó más de un año después, a raíz de la obtención de los mensajes de Sky.

Una de las cuestiones que están en juego es si fue legal o no la obtención de esa prueba, la de la mensajería, ya que las defensas de los ahora enjuiciados esgrimen que las detenciones de sus clientes -eran 16, pero uno falleció antes del juicio y el otro está huido- están fuera de la ley porque cuando se pudo identificar a cada uno de ellos a través del PIN -un código alfanumérico de seis dígitos que asignaba Sky a cada usuario- y del nick -sobrenombre- usado en las conversaciones, la investigación judicial estaba ya caducada.

Bolaño, que se jactó de haber llevado a cabo "personalmente" aquella primera investigación, la derivada de la incautación, aunque acabó admitiendo que en realidad él "solo la coordinaba y firmaba como instructor", confirmó que las "gestiones policiales" realizadas en los seis meses que duró su intervención llegó a identificar a dos de los hoy juzgados, "a través de las matrículas de los camiones". Pero no los detuvo ni prosiguió con la investigación, que dijo, se quedó en un callejón sin salida a los seis meses, así que la cerró.

La droga llegó al puerto de València en un contenedor de fruta procedente de Panamá.

La droga llegó al puerto de València en un contenedor de fruta procedente de Panamá / Levante-EMV

No lo citó a declarar pese a los antecedentes

En realidad, no fue por sus gestiones, sino por las de Vigilancia Aduanera, que fue quien solicitó las grabaciones de las cámaras de seguridad de la terminal donde se realizó el rescate. Así, admitió que en esas imágenes aparecían "dos camiones dando vueltas por la terminal, pero no había imágenes de la extracción de la droga ni de la rotura de los precintos", así que no consideró conveniente citar a declarar a los dueños de los camiones a pesar de haber conseguido identificarlos y de que uno de ellos, hoy procesado, ya habia sido detenido ese año por una extracción de cocaína del Puerto.

Tanto él como el otro identificado están ahora sentados en el banquillo por su presunta participación en esa importación de 1.650 kilos de cocaína no por Bolaño, sino gracias a la investigación, esta sí, llevada ya a cabo por el EDOA, la unidad antinarcóticos de la Guardia Civil, que, como policía judicial que son sus integrantes, sí llevan a cabo labores de inteligencia policial al servicio de los jueces.

De hecho, gracias a la identificación de los participantes en esos chats de Sky se pudo reabrir judicialmente la causa en 2022, lo que derivó en las detenciones e imputaciones de los 14 enjuiciados ahora, entre los que hay tres implicados, todos ellos trabajadores portuarios, en la Operación Spider: los dos presuntos cabecillas de esta trama recientemente desmantelada, Iván T. R. y Borja M. R., considerados líderes del bautizado como Cártel del Puerto, y un tercer estibador, Daniel S. R.

"Ahora me estoy enterando de la OEI..."

Pese a las expectativas de los abogados, ejercidas por buena parte de los primeras espadas en el sector de la defensa de los narcotraficantes valencianos de primer nivel -Miguel Ferrer, Patricia Cogollos, Julio Sánchez, Juan Carlos Navarro, Andrés Zapata, Vicente Boluda, Miguel Ángel Vilata y Francisco Vicente Martínez-, Jesús Fernández Bolaño no pudo aportar ni un dato que comprometa la seguridad jurídica de la causa que se juzga ahora, entre otras cosas, porque su participación oficial acabó el 4 de febrero de 2021.

Ese día, ha contado, fue cuando entregó el informe "al Juzgado de Instrucción 2 de València" en el que daba por agotadas las gestiones para identificar a los implicados en el alijo de los 117 kilos olvidados en el contenedor, que en realidad eran 120, aunque nadie haya dicho dónde fueron a parar los 5 que faltan. Con ese informe, el juzgado dio por cerrada la investigación y "a mí nadie me informó luego de la reapertura de esas diligencias. Me estoy enterando ahora de esa OEI [orden europea de investigación]...", ha llegado a asegurar en su declaración desde la cárcel.

Eso sí, aprovechó la ventana al exterior que le ha dado esta videoconferencia judicial para cargar contra el que fuera jefe del EDOA en aquel momento, a quien le había retirado la palabra. Así, contó que lo único que supo con posterioridad a su informe de febrero de 2021 es que "meses después" se enteró "por mis agentes" de la oficina fiscal del puerto de que "el EDOA había pedido varios atestados de 2019 y 2020, este de los 117 kilos y muchos otros", insistió varias veces. Y que él les dio la orden de que "no les dieran nada y que si querían algo, que me lo pidiesen a mí".

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J.M. López

"Mi unidad es mi unidad"

Afirmó, ante el tribunal, con bastante soberbia y sin que nadie le preguntase por las razones de esa negativa, que lo había hecho porque "mi unidad es mi unidad y la cadena de mando es la cadena de mando". La razón real era su pésima relación personal con el entonces jefe del EDOA, un teniente hoy ascendido a capitán y destinado fuera de València.

A raíz de su postura, jefe de la unidad orgánica de Policía Judicial de la que depende el EDOA, un capitán como él acudió a una reunión con F. Bolaño, que se celebró en terreno de este último, es decir, en el cuartel donde este último tenía su despacho, el de Cantarranas, reunión en la que ya le pidieron oficialmente esos atestados que, entonces sí, hizo llegar a la unidad antinarcóticos. Eso sí, admite que "no me dijeron ni a quién investigaban ni nada", pese a que en ese momento nadie sospechaba aún de su presunta implicación en el narcotráfico a gran escala.

De hecho, tal como ha venido informando este diario, está acusado de haber participado, entre otras, en la importación de un cargamento de cocaína, numerado como 'suceso 5' dentro de la macrocausa generada por la Operación Spider, y que supuso la introducción -fallida, porque fue incautada- de 1.140 kilos de esa droga por el Puerto de València en diciembre de 2024.

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