Ante el juez la última pieza del puzle en el crimen de Leidy Vanessa

Una vez localizado y reabierta la causa, este cuarto investigado fue citado ayer a testificar a los juzgados de Requena. Aunque se acogió a su derecho a no declarar, por recomendación de su letrado, en su día las manifestaciones de Fabián R. ante la Policía Nacional incriminaron a Omar, al corroborar la atracción y obsesión sexual que éste sentía por su hijastra -móvil que también apuntan otros testigos- y lo dejan sin coartada durante cuatro largas horas. Es en esa franja de tiempo cuando la adolescente, que tenía que ir a comer a casa de una amiga de la familia al salir del instituto en el valenciano barrio de Zaidía, desapareció sin dejar rastro.  

Tres meses después, el 20 de septiembre de ese 2008, los restos esqueletizados de una mujer -en un primer momento los forenses estimaron que se trataba de una chica de edad superior a la de la menor- fueron localizados en la rambla del Llanorel de Macastre enterrados junto a unos olivos. 

Hasta el año 2010 no pudo establecerse la conexión, mediante pruebas de ADN, entre la desaparición de la joven, cuya denuncia investigaba el grupo de Homicidios de la Policía Nacional, y el cadáver hallado en Macastre, muerte que estaba siendo investigada por sus homónimos de la Guardia Civil. La identificación fue posible, tal como informó en su día Levante-EMV, gracias al cotejo con el perfil genético de la madre de Leidy, que se había marchado también a Colombia después de que su pareja -y principal sospechoso- la abandonara con dos hijas pequeñas, una de ellas apenas un bebé recién nacido.

Una requisitoria internacional

Fruto de las investigaciones del grupo de Homicidios de la Policía Nacional fueron detenidos por su presunta participación en el crimen y posterior ocultamiento del cadáver el padrastro de la adolescente -que estaba en una prisión colombiana por tráfico de drogas- y dos vecinos de Macastre, ambos españoles, a los que presuntamente habría ofrecido 1.500 euros por ayudarle a enterrar el cuerpo de la joven. Según las testificales cruzadas por las que acabaron también como investigados, Omar les dijo que «tenía que deshacerse de un marrón».

En un intento por exculparse ante los indicios que le incriminan como autor material del crimen de su hijastra por motivos sexuales -la autopsia concluyó que la menor murió de varios traumatismos en la cabeza pero no pudo hallar vestigios de una agresión sexual dado que ya se encontraba esqueletizada- Omar A. trató de responsabilizar del crimen precisamente a su jefe, cuyas declaraciones lo dejaban sin coartada e incidían en la atracción y control al que sometía a su hijastra.

El 11 de febrero de 2015 el juzgado dictó una requisitoria internacional de averiguación de domicilio y paradero contra Fabián R., como investigado, para aclarar las acusaciones vertidas contra él. No obstante, al no obtener resultados y encontrarse éste en paradero desconocido en el extranjero, un año después, el 15 de marzo de 2016, el Juzgado de Instrucción tres de Requena acordó el sobreseimiento provisional de las actuaciones hasta la localización de este cuarto investigado.

Familiares de Leidy Vanessa piden justicia a las puertas del juzgado de Requena. Ignacio Cabanes

La familia de la joven asesinada critica que durante estos seis largos años no se realizó gestión alguna para tratar de localizarlo. De hecho, finalmente tuvo que ser la madre de Leidy Vanessa, quien localizó al sospechoso por el que fue archivada la causa por el asesinato de su hija a través de redes sociales. Su insistencia, y la de su letrado, Jorge García-Gasco, ha permitido reabrir la causa para que el asesinato de esta adolescente de 17 años no quede sin castigo.