La confección de las listas electorales siempre son conflictivas ya que, por norma general, la demanda de plazas siempre excede a la oferta. Esta máxima es aplicable a todos los partidos, pero en esta ocasión y de cara a las generales de otoño, la pelea será especialmente tensa en el PP valenciano, una formación que tras perder la Generalitat y el grueso de las corporaciones carece de puestos en los que acomodar a sus correligionarios. El diseño de las listas será, por tanto, el más complicado de los últimos veinte años, ya que, al drama de la pérdida de poder, se une la expectativa de una rebaja sustancial del número de escaños que el PP espera lograr en las elecciones: las 18 plazas actuales podrían quedar rebajadas a la mitad, lo que reduce de manera significativa los puestos seguros en las candidaturas de Valencia, Alicante y Castelló. No es de extrañar, por tanto, que los y las aspirantes a hacer política en Madrid se estén empezando a mover, una estrategia que afecta tanto a los que ya son diputados y aspiran a continuar y a los que ven en la lista una vía para resituarse tras la debacle electoral de mayo.
Este conflicto interno será uno de los primeros que tendrá que abordar Isabel Bonig como nueva presidenta del PPCV tras la marcha de Alberto Fabra, si bien, a nadie se le escapa que la lideresa tendrá una influencia limitada en unas listas que son clave para la continuidad de Rajoy en la Moncloa. La Comunitat Valenciana es una plaza clave para el PP, por lo que la persona que encabece las listas, sobre todo en Valencia, se decidirá en la capital. Bonig, además, tendrá que consensuar los candidatos con los barones provinciales, que, junto a la exalcaldesa Rita Barberá, la avalaron como relevo de Fabra.
Renovación de escaños
En espera de que se convoquen elecciones (la previsión es noviembre o diciembre), son muchos los pretendientes para unas listas en las que se espera una importante renovación en los escaños. Al menos, será un hecho en la candidatura de Valencia que encabezó hace cuatro años el hoy eurodiputado Esteban González Pons. Esta lista ha experimentado bastante renovación durante la legislatura ya que varios diputados, como el propio Pons, saltaron del Congreso para ocupar otros puestos. Con todo, muy pocos de los actuales diputados tienen el billete a Madrid asegurado. La duda principal es quién encabezará la lista. En principio, González Pons desea seguir en Bruselas, si bien no puede descartarse del todo que Rajoy le fuerce a encabezar de nuevo la candidatura. Lo mismo podría predicarse de Rita Barberá, quien tiene pasaporte en Madrid como senadora territorial, pero que podría dar el salto al Congreso de la mano de Bonig y sobre todo, del propio Rajoy. Con todo, ninguno de los dos se postula para una batalla en la que el PP no parte como favorito. Un aspirante con pedigrí es el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, quien, con todo, y a su pesar, parece destinado a ser cabeza de lista, pero en Alicante.
En la batalla por encabezar la lista entra el nuevo delegado de Gobierno, Juan Carlos Moragues, con una excelente relación con la Moncloa. En contra del exconseller de Hacienda, el principal referente institucional del PPCV por no decir el único, está, además de su perfil poco político, el hecho de que tendría que dimitir para ir en la lista. Moragues apenas lleva en un mes en la Delegación de Gobierno, una plaza que, de ser llamado a encabezar la lista, quedaría vacante varias semanas.
Moragues fue elegido por Moncloa para el cargo al considerar que, fruto de su experiencia y conocimiento de la gestión, podría ser la persona idónea para hacer frente al nuevo Consell. De hecho, Moragues se está empleando a fondo en su faceta de oposición al Consell, así como en una agenda pública con la que busca proyección personal.
Por el primero puesto, pujan también históricos como Ignacio Gil Lázaro. Otras fuentes, sin embargo, apuntan a una mujer como cabeza de lista y, en concreto, a Susana Camarero, secretaria de Estado de Servicios Sociales con buena conexión con Génova. Ahora bien, ella, al igual que Moragues, debería dimitir ya que su cargo es causa de inelegibilidad. Otras fuentes, sin embargo, apuntan a que Bonig propondrá a la exconsellera María José Català como cabeza de lista, un destino que la apartaría de la política valenciana y cerraría cualquier opción a disputar la Presidencia del partido en el Congreso Regional del PPCV.
Algunos diputados actuales de las Corts, que con la marcha de Fabra han perdido posiciones, también podrían ser candidatos a marcharse a Madrid. Es el caso del exsíndic popular, Jorge Bellver. Bonig también podría tratar de incluir al exsecretario general del PP, Antonio Clemente. De los seis diputados actuales por Valencia, quienes tienen más opciones de ir en puesto de salida son Belén Hoyo, Marta Torrado y Gil Lázaro.
