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DNI

Una niña es la primera menor transexual valenciana que logra cambiar su nombre

Beatriz, de 12 años y con nombre masculino en su DNI, consigue que una juez le permita cambiar el documento

Una niña es la primera menor transexual valenciana que logra cambiar su nombre

Se terminó el dar explicaciones. Encarnación González ha conseguido que la jueza del Registro Civil de Elda autorice el cambio de nombre a su hija transexual. De este modo, la menor de 12 años por fin podrá tener un DNI en el que figure el nombre de Beatriz, el que siempre ha deseado tener y el que utilizan desde hace años su familia y amigos para dirigirse a ella. Desaparece así aquel nombre de chico, que sus padres le pusieron al nacer, cuando su sexo genital nada tenía que ver con el sexo sentido.

«Para la familia este paso es muy importante, porque de esta forma ya no tenemos que ir contándole nuestra vida a todo el mundo. Cuando vamos al centro de salud, por ejemplo, ya no tendremos que explicar por qué en la tarjeta sanitaria aparece un nombre de chico si la paciente es una niña».

Y es que, gracias al auto de la jueza, la familia de Beatriz podrá cambiar el nombre a todos los documentos oficiales de la menor.

Desde la asociación Chrysallis, que representa a más de 200 familias de menores transexuales de toda España, sostienen que el caso de Beatriz es el primero que se consigue en la Comunitat Valenciana. «Aunque hay personas a las que les pueda parecer una cuestión menor, para estas familias es muy importante», explica Natalia Aventín, presidenta de la entidad.

Actividades cotidianas

Recoger un paquete en Correos o abrir una cuenta en el banco son actividades cotidianas que en el caso de un menor transexual «hacen que tengas que dar explicaciones cuando el nombre que aparece en el DNI no concuerda con el sexo de tu apariencia y depender de la buena voluntad del que tienes delante para que te hagan caso».

En el caso de Beatriz, «se pidió el cambio de nombre en el Libro de Familia por uso habitual y justa causa», explica Javier Maldonado, abogado de la asociación. Además, «hemos alegado la necesidad de evitar que se vulneren ciertos derechos fundamentales del menor, como el de su privacidad». Aunque Maldonado señala que hasta el momento «estamos consiguiendo que por lo general se concedan todas las peticiones que hacemos de cambio de nombre, siempre es una cuestión que depende de la sensibilidad de los jueces o fiscales de turno».

Lo que la familia de Elda aún no ha logrado es el cambio de sexo en el DNI, donde todavía consta la «M», de masculino. La ley exige que se tengan 18 años y que se lleven al menos dos de tratamiento hormonal para el cambio de sexo en este tipo de documentos. Un proceso que Beatriz acaba de iniciar este verano. En una primera fase, los médicos frenarán su pubertad para después comenzar un tratamiento hormonal cruzado.

Encarnación González tuvo que batallar mucho para que su hija pudiera comenzar este proceso lo antes posible. «En el Hospital General de Alicante, donde nos correspondía en un primer momento, por protocolo no bloquean la pubertad hasta que el menor no tiene 14 años».

Demasiado tarde a juicio de González y de la asociación Chrysallis. «Con 14 años ya hay niños que se han desarrollado mucho y los pasan muy mal al ver que su cuerpo va en una dirección contraria a la que ellos desean». Esta vecina de Elda decidió entonces llevarse a su niña a la Fe, «donde el tratamiento comienza según el desarrollo particular de cada niño».

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